En uno de esos ensayos previos al Concierto “Sambando” que dieron los Só Sambistas el pasado domingo 17 de septiembre, Julio propuso “entrar por detrás”, es decir, en vez de la típica salida por los lados de la tarima, sentarse y tocar, vendrían desde la entrada de la sala, hablando relajados e invitando al público a hacer ritmos con las palmas como introducción al primer tema “Bom ambiente” de Jairo Barbosa y Luiz Carlos Do Cavaco. Así comenzó todo.

Ante la ausencia de Luciano Calello (banjo) y Daniel Angulo (cavaquinho), vinieron a completar el trío de Julio Medina (guitarra), Iván Rivas (percusión) y Pedro Isea (percusión y voz), el mandolinista maracucho Andrés Pérez Palmar y una novel cavaquiñista caraqueña, Érika Rodríguez.

En escena una mesa de vidrio con una botella de vino y vasos, una alfombra central y una percha con sombrero y bufandas del otro lado, sugiriendo una roda de samba que empezó con el  “buen ambiente” del pagode y siguió con el tema “Eu vou” compuesta por Luciano Calello en alguna playa de Buenos Aires. La sala, llena de público, siguió aplaudiendo llevando el ritmo y sonriendo. La inyección de buena energía y adrenalina para la banda fue brutal…y se notó.

Vino “Verso”, un samba en español de Pedro Isea con varios cortes y, de pronto, quienes no hablaban mucho portugués en el público se involucraron aún más con la música. Al final quedó la percusión sola haciendo ritmo y se supone que venía la primera pausa para hablar, pero Julio, inspirado, pidió con señas seguir el batuque y comenzó su samba instrumental “Mais choro serás tú”, juego de palabras de los primeros tiempos sambando juntos hace ya unos 14 años. Acá Érika y Andrés dejaron solo al trío de los Só Sambistas interpretando este vertiginoso tema.

Pedro saludó al público y agradeció su presencia vital. Explicó que este era el cuarto y último concierto del exitoso ciclo “Sons de Brasil” realizado en la Sala Experimental del Centro Cultural BOD, producido por David Peña “El zancudo” y Yubirí Arraiz y terminó confesando: “vamos a ponernos románticos”…y así fue. Sonó quizá la versión más íntima y etérea hecha por los Só Sambistas del samba “Vou ficar aquí” que Pedro Isea compuso para el segundo CD de la banda. A estas alturas del concierto ya la banda y el público se convirtieron un par de enamorados.

Volvieron Érika y Andrés y sonó la fiesta del tema “Só falta cantor” de Pedro Isea seguido del “Drible da vaca” del cantautor brasilero Vítor Santana, previas explicaciones acompañadas con risas, del significado de estos dos temas.

Siguió el pagode con el hermoso tema de Cléber Augusto y Jorge Aragão, “Lucidez”, a la luz de unas velas encendidas en el escenario por Liliana Carreño, amiga de la banda y sommelier, y después “Feiticeira” de Pedro Isea, un tema perteneciente al primer CD de los Só Sambistas. El feeling de estos temas flotó por el aire.

Nuevamente a trío, la banda interpretó el “Samba doido” de Julio Medina, del segundo CD, cuyo arreglo original, realizado y grabado por Diego Álvarez “El Negro”, se ha transformado en un enérgico viaje del samba al bolero, del bolero a la salsa, de la salsa al merengue caraqueño, del merengue al golpe de tambor y del golpe de tambor de nuevo al samba. A continuación vino “De todas maneras samba” de Pedro Isea, un guiño a un famoso tema salsero, donde Andrés Pérez “Andresinho do Bandolim”, demostró su maestría en la mandolina pintando unos solos limpios y preciosos.

Ya al cierre del concierto, un tema de Daniely Benítez “Vai mulher vai” y otro del pagode, popularizado por el gran Zeca Pagodinho, “É preciso muito amor” de Noca da Portela y Tião de Miracema, con los cuales el público casi se levantó a bailar y gozó con las letras.

Vino el agradecimiento y la despedida. La gratitud con la vida y la música, y dos piezas finales: “Vou festejar”, un poderoso samba pagode de Jorge Aragão, Neoci Dias y Dida y el tema “Recomenzar” de Pedro Isea, un samba en español que la banda dedicó al fan número uno de esta canción: el bajista Gustavo Márquez, cuya temática se refiere, justamente, a que, a pesar de todo, nunca hay que dejar de insistir.

Al salir del concierto, el público y la banda agradecieron este encuentro. Fue un bálsamo para el alma, entre tantos sinsabores que la realidad se empeña en brindarnos, música hecha con calidad, seriedad y amor.

La cantante Jakelin Liz, quien junto al maestro Henry Martínez, protagonizó el segundo concierto del ciclo Sons de Brasil con un magistral recital de bossa nova, estuvo entre el público y ya en los jardines del BOD le comentó a la banda: “muchachos, esta música debe escucharla más y más gente, dentro y fuera del país también…no importa si hay quien no crea en esto y no van a escucharlos porque piensan que es otra cosa, ¡tienen que hacerse escuchar!”

Y efectivamente, hay que hacerse escuchar y conocer, a pesar de quienes no creen o no conocen, por eso escribo esta reseña de este hermoso concierto, ya que no hubo otra.