abre el fuego y cumple con la promesa de la Banda. Suena al Blackout, pero con tintes más modernos. Enorme Maine a la voz, como en todo el disco, y la banda en un momento magnífico. "Roots in My Boots" tiene bastantes pinceladas de los cortes más rápidos de la banda, es puro rock como ellos solo saben hacer. En directo tiene que ser un pelotazo.

"Knock 'em Dead" comienza con el poderío de Dee a la batería y tiene un desarrollo bastante ochentero. Ese bajo asesino, ese Rudolf y una melodía vacilona se te meten en la piel a la primera. "Rock Believer" nos emocionó desde la primera escucha. Si no fuera por todos los que así nos consideramos, el género habría muerto hace años. Aquí seguimos y con este himno lo tenemos más fácil que nunca para triunfar en nuestro empeño.

"Shining of Your Soul" fue otro de los cortes de adelanto y tiene unas melodías setenteras que nos encantan. Otro de los grandes momentos del disco."Seventh Sun" fue single también. El arranque no puede ser más clásico, con ese riff metalero y pesado que va creciendo hasta convertirse en insustituible. Recuerda a "The zoo" y está a la altura de las circunstancias.

"Hot and Cold" entra en terrenos metálicos con enorme acierto rememorando los tiempos del Tokyo Tapes. Qué descaro, qué forma de adaptar su legado a los tiempos que corren y qué pedazo de tema. 

"When You Know (Where You Come From)" es la balada, pero mucho menos melosa que las de los últimos discos y bastante más acertada.

"Shoot from your heart" es, como indica su título, un tiro directo desde su corazón de rock al tuyo. Pega fuerte y a la primera. Enormes las dobles voces y el desarrollo. Otro temazo. "When tomorrow comes" no tiene ni un defecto. Duro y a la encía desde el principio, coros clásicos, caña de la buena y un estribillo pegadizo. No se le puede pedir más.

"Unleash the beast" tiene un bajo salvaje y una banda fuera de sí en todo momento. Que se marquen temas como si fueran unos principiantes tiene su mérito.  "Crossing borders" tiene una cadencia de blues rock que supone un acertado cambio de estilo dentro del disco.  "Peacemaker" nos sigue sonando a The Sweet y nos encanta. "Call of the wild" tiene su punto y ese contraste melódico tan acertado. "When I Lay My Bones to Rest" no te deja ni respirar. Le echan ganas los chavales a un tema potente y definitivo.

Enorme el regreso de una banda que sigue sin irse ni falta que hace que lo haga. Ya va siendo hora de que se marquen una gira completa por el país para tocar este trabajo. De momento, vendrán solo a Cartagena. Crucemos los dedos para que alarguen su gira. Imprescindible álbum para los amantes del rock de siempre.