Esta es la segunda parte de esta apasionante historia...no dejes de leer lo que sigue!!
El primer toque
Con guitarras prestadas, voces desafinadas, y grandes hits de grandes bandas tocados por pequeños hombres que estaban experimentando, frente a Algo así como 100 personas, sale el primer show de la Banda.
Sorprendieron y gustaron por algo especial, algo que no es muy común. Desbordaban de personalidad, daban la sensación de que el escenario era su casa: se notaba que se sentían cómodos; que se estaban divirtiendo (a pesar de los nervios). Ese 9 de mayo del 2002 la gente se fue sorprendida por la puesta en escena.
Ese mismo año Giova y Nico (que en ese entonces compartían el canto y los solos) empezaron un taller donde les enseñaban guitarra, construcción de acordes, y otras ideas generales de la música. Ese fue el impulso fuerte por el que todavía siguen estudiando y descubriendo cosas nuevas.
Machi, el bajista, estaba aprendiendo desde hacía ya un tiempo con uno de los músicos de Viticus; y Federico, en ese momento el Batero, aprendía de su hermano mayor.
Después de eso hicieron un Toque en La Colorada , en agosto de 2003, y por diferencias de opiniones decidieron que Federico no siguiera formando parte de la banda.
El próximo toque fue de nuevo en La Colorada. A fines de noviembre de 2003, esta vez con un batero invitado, Federico Prieto, de Sin Destino. Después vendría un festival barrial en La Nave , con Alaska, Sin Destino, Movimientos Impares y En Off.
Con algunos meses a la deriva, en abril del 2004 se suma como batero estable Nahuel, un amigo de barrio y un batero con estilo propio.
El arco de la banda estaba ocupado de vuelta; salieron recitales en Planta Alta, Loca Bohemia, Mitos Argentinos, de nuevo el colegio. La banda mejoraba rápido, los gustos se iban mezclando y surgían nuevos sonidos. Ahora el vocalista era Giovanni, Nicolás se dedicaba más a los solos. Machi daba los coros y Nahuel el piso para que la banda suene compacta y firme.