Aretha Franklin, la primera mujer en ser incluida en el Salón de la Fama del Rock and Roll, ha muerto hoy 16 de agosto de 2018.
La causa de su muerte fue cáncer de páncreas avanzado. Ella tenía 76 años.

Una mujer con una habilidad única para mezclar el gospel y el R&B con un soul muy profundo, con una actitud de citadina con valores de campo, el feminismo valiente clásico y la emoción descarnada transformaron a Franklin en una figura destacada de la música popular.
"Nadie puede copiarla", comentó memorablemente Jerry Wexler, el productor de Atlantic Records que definió el legado de Franklin. "Está sola en su grandeza".

Aún así, la vida de Aretha Franklin tuvo sus vueltas y revueltas.

Originaria de Memphis, se mudó a Detroit en 1946 cuando su padre C.L. Franklin asumió el cargo de pastor en New Bethel Baptist Church. Aretha tenía 3 años.
Para cuando ella tenía 6 años, sus padres se habían separado; La madre de Aretha murió antes de que ella cumpliera 10 años.
Poco después, Aretha actuó públicamente por primera vez. Comenzó su vida musical y su carrera profesional en el gospel, siguiendo la carrera de su padre con Songs of Faith de 1956.

Parecía casi predestinado. C.L. Franklin, después de todo, se había convertido en la "voz de un millón de dólares" mientras hacía una gira como un orador famoso en el circuito del gospel.
Franklin se unió a la carrera de su padre a los 14 años. "Su entrega fue muy dinámica", le dijo Aretha a Rolling Stone en 2014. "Si hubiera elegido ser cantante, hubiera sido genial".

Aretha tenía sus propios sueños. El hogar del anciano Franklin a menudo daba la bienvenida a una amplia variedad de líderes y celebridades afroamericanos, incluido Sam Cooke, un artista crossover que alentó a Aretha a considerar un cambio a la música popular. Desafortunadamente, eso inicialmente dio lugar a una serie de embarazosos tropiezos con Columbia Records. Franklin luchó por establecer su propia identidad con una etiqueta que quería convertirla en una cantante de lounge.

Parecía destinada a la oscuridad cuando aún era adolescente. De hecho, el incómodo "Rock-a-Bye Your Baby With a Dixie Melody" fue su mayor éxito antes de Atlantic Records, y alcanzó solo el No. 37 en los charts. Columbia nunca supo qué hacer con Franklin, y finalmente perdió como tanto como $90,000 dólares en media docena de álbumes. Entonces Atlantic intervino, emparejándola con el productor Jerry Wexler, y todo el talento embrionario enterrado en esos adormecidos lados de Columbia estalló para la futura Reina del Soul.
"Ella era mi proyecto personal", dijo Wexler más tarde a Detroit Free Press. "Había escuchado su voz en sus discos en Columbia y realmente demostró su brillantez, pero no eran comercialmente factibles en mi opinión, y en opinión del público, porque en Columbia, intentaron hacer de ella todo, desde Edith Piaf a Judy Garland a Peggy Lee".

Descanse en paz la Reina del Soul.