Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Crónica Cala Mijas 2023

Crónica Cala Mijas 2023

Un año después de su debut en el Medioambiente festivalero de nuestro país (recuerden, más de mil festivales al año) Cala Mijas da un sólido paso hacia la consolidación de una propuesta sustentada en unos cabezas de cartel de gran relevancia internacional (Arcade Fire, Florence + The Machine, The Strokes, Siouxsie), arropados por una segunda línea tanto nacional como internacional tan efectiva como efectista (Lori Meyers, Belle & Sebastian, Cala Vento, Metronomy, Amaia, Idles), una notable propuesta electrónica repartida por los escenarios principales (Moderat, Underworld, Arca, The Blaze) y ese bosque habitado de seres embrujados por los efluvios de un verano que se despide a ritmo de beats sincopados, conocido como “La Caleta”. Todo ello, en su conjunto hicieron que esta segunda edición rindiera por encima de la media a pesar de algunas lagunas.

El recinto (tan inhóspito a la vista como funcional y cómodo una vez iniciado el evento) abrió sus puertas a ritmo de Vera Fauna, a quienes les recogió el testigo unos Cala Vento tan contundentes como nos tienen acostumbrados, a pesar de lo apresurado de su set. Cupido mostró su artificiosidad a base de autotune y orquestación pregrabada que tiene muchos adeptos y recorrido un tanto extenuante.

Como recorrido tiene Siouxie, a día de hoy referente de la tradición postrock de tintes góticos, cuya base de fans no decae, al igual que el ritmo de su actuación merced a la robustez de una banda que acompaña a la excesiva e hipnótica Siouxsie en el repaso de su notorio repertorio. Tras ella, Amaia en busca de su sito en este tipo de eventos, alternando momentos de profunda intimidad con canciones de efusividad desbordante que nos mecieron hacia el concierto Baxter Dury, donde elegancia y desparrame caminan a partes iguales. Un lujo poder contar con él.

Y si de lujos hablamos, nada mejor Arcade Fire. A pesar de las polémicas que le rodean a algunos miembros de la banda, así como el abandono de algunos de sus miembros originales, la banda canadiense (desde su inicio con esa bajada por los escalones) mostró un alarde de recursos musicales al alcance de muy pocos. Set medido, enérgico, contagioso, cautivador y emocionante a raudales, donde los hits de la banda sonaron con precisión quirúrgica y operaron sobre los allí congregados un efecto tan mágico como embaucador. Sobresaliente.

Esta magia ambiental fue derrumbada a base de certeros guitarrazos y desatada energía por parte de Idles. Qué barbaridad. Que lujo. Que derroche de contagiosa acción como preludio de Foals quienes, se quitaron el lastre de sus hits al inicio para desparramar su esencia primigenia a base de carisma y math rock. Y para sortilegios, Moderat que elevaron los espíritus de los allí congregados hacia una comunión perpetua con al refulgente luna que se contemplaba desde cualquier parte del recinto.

La jornada del viernes comenzaba con Cariño para trasladarse con la elegancia de una banda que vuela bajo el radar de los más melómanos pero cuya maestría cautiva almas: Junior Boys. Un concierto elegante, apasionante y de pico fino. Un lujo poder verles, dado que no son muy prolijos por estas tierras. Cuestión esta que comparte con una de las sensaciones de la última temporada, Amyl & The Sniffers. Con toda la prensa especializada rendida a sus pies, Amyl y su banda arrasaron el escenario Sunset con su pasión punk de telúrica irrigación

Con la noche entrada, los granadinos Lory Meyers tomaron por asalto el Escenario Victoria y no lo soltaron hasta el final de un vibrante concierto. Noni y los suyos son como el Real Madrid en una final de Champions League: No fallan.

A continuación, mientras el Presidente de Gobierno se daba una baño de masas por bandas y aficionados, la masa esperaba con alta expectación a The Strokes que, una vez no destacaron ni en lo malo ni en lo bueno (eso sí, lastrados por un sonido deficiente en la parte izquierda del escenario), es decir, un Casablancas torpón en la organización del directo que emborronaba un repertorio plagado de hits ciertamente diseminados por un setlist irregular. Igual de irregular que M83, que cada día huele más a un One hit Wonder de manual.

Delaporte extendieron su lozanía musical y vital por un escenario que se convirtió en una fiesta total a la espera de la maestría de Underworld quien, alejado de la presión de la magnífica Born Slippy dieron un concierto por todo lo alto, de alta gama en su ejecución y transmisión.

La última jornada veía temblar sus costuras por la amenaza de un temporal que no llegó (tan solo lluvia fuerte a las cuatro y media de la mañana) y que dio apertura con la todavía promesa La Plazuela que bajó del escenario para ver la maestría de José González quien, fue capaz de llenar el escenario Victoria con tan solo su presencia, sus canciones y, lo más importante, un puñado de canciones memorables. Espectacular.

A las nueve menos veinte de la noche, pararon todos los escenarios (a excepción de La Caleta) para que saliera a escena Duki. El argentino que el año que viene ofrecerá un concierto en el remodelado Santiago Bernabeú, salió al escenario con su propuesta que el definió como “trapera, rapera y reggetonera” y, lo que debía de ser una epifanía, se mostró como una propuesta ajena a la coherencia de un festival como el que estábamos viviendo. Diferencias generacionales y musicales. No vale todo.

De Duki saltamos a Metronomy. Una banda que vá mucho más allá de The Look (penúltima canción del repertorio) gracias a su exquisita solvencia instrumental, su carisma y las buenas canciones que repartieron son prestancia y elegancia. De ahí a quizás, el gran reclamo del festival: Florence + The Machine. Con dudas hasta última hora debido a la recaída de una lesión, la londinense no se reservó nada y ofreció un más que digno espectáculo, marcado por la emotividad in crescendo que sentía tanto ella como un público epatado por una actuación de tintes sobrenaturales.

Tras ella, el gustoso clasicismo pop del show de Belle & Sebastian, los altos vuelos que prometen The Blaze, la pinchada de Arca (no fue un concierto al uso), la disrupción de La Élite y la magia de La Caleta, que apagó las luces del festival mientras que comenzaban a alumbrar las de la ciudad.

Redacción: Juan A. Ruiz-Valdepeñas/Elena Ortiz 

La entrada Crónica Cala Mijas 2023 se publicó primero en Todoindie.



This post first appeared on Todoindie - Toda La Musica Indie Del Momento, please read the originial post: here

Share the post

Crónica Cala Mijas 2023

×

Subscribe to Todoindie - Toda La Musica Indie Del Momento

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×