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Crónica Sonorama Ribera 2017

Luces y sombras en Aranda de Duero

Este año el Sonorama ha cumplido veinte años Un festival que ha fidelizado asistentes año tras año por ofrecer una gran propuesta musical y un ambiente inmejorable y que se ha convertido en una peregrinación obligada para los amantes del indie nacional. A pesar de este fantástico preludio, el aniversario deja un sabor agridulce para algunos de los congregados estos días en Aranda que han visto como se escapa la autenticidad que caracterizada al festival de ser uno más.

Antes de entrar en materia con las actuaciones y sorpresas de esta celebración recalcar el tema del aforo dentro del recinto. Aunque la organización ha querido dejar claro que entraba dentro de los límites legales y a pesar de ampliar levemente el espacio, no ha sido cómodo intentar disfrutar de los conciertos sintiendo que faltaba el aire en ciertos momentos y no vislumbrar un espacio algo “desocupado” para poder respirar tranquilo. Una cuestión hablada entre muchos de los asistentes que reclaman a gritos que el festival reduzca el aforo para las próximas ediciones. A los que pongan este punto en duda que se lo pregunten a los que se encontraron en el tapón después del concierto del Drogas, que acabaron saltando vallas por miedo a que el festival se acabara llamando “SonoDrama”.

Dentro del pueblo el festival habilitó más sitios para conciertos para descongestionar la mítica “plaza del trigo” (punto positivo) pero a veces, intentar cruzar las calles para ir de un sitio a otro se convertía en una odisea producida por la masificación de asistentes.

La programación para este 20 aniversario ha sido muy acertada pero aunque se habló de grupos “solamente españoles” deberían pensar que NO todo vale. Aparte que no es gracioso que el sábado se espere una sorpresa a las 3:10 de la mañana y aparezca Monarchy, que, aunque tengan un buen directo no era lo que el público se esperaba en absoluto. En redes la organización se escudó diciendo que en la banda había presencia española.

Uno de los mejores momentos de la edición fue el jueves con el concierto de 20 años del Sonorama, en el que aparecieron Second, Izal, Niños Mutantes, Mikel Erentxun, León Benavente, Ivan Ferreiro, Enric Montefusco y finalizó con Xoel arropado por todos y cantando su mítica “Que no”. En el escenario también estaban Dorian, que sufrieron la peor catástrofe del festival y tuvieron que abandonar después de tres parones por problemas técnicos. Lori Meyers también pasó por esta situación el sábado en el escenario principal pero la banda supo salvar el directo a pesar que el sonido fue desastroso. Menos mal que el concierto de los Ilegales sonó maravillosamente, sino Jorge hubiera sido capaz de destrozar el escenario entero.

La tarta de cumpleaños del sábado era un secreto a voces. Los Planetas aparecieron en el escenario pero no en las pantallas, cosa que descafeinó mucho el directo de los retornados. Esta vez, exigencias de la banda y no culpa del festival.

Un gran homenaje es lo que se ha hecho con Supersubmarina durante toda la edición. Después del fatídico accidente que la banda sufrió hace un año, las muestras de cariño y apoyo han sido latentes durante todo el Sonorama. Se dedicaron canciones, palabras y un concierto en la plaza del Trigo en la que muchos artistas interpretaron sus temas. Un momento realmente emocionante.

Estos días en Aranda hemos disfrutado de unos conciertos asombrosos, como los Niños Mutantes, Rufus T. Firefly, Xoel López, Ilegales, Iván Ferreiro, Viva Suecia….una lista interminable de artistas más y menos conocidos que han hecho vibrar la multitud a ritmo de acordes y cánticos. Y por supuesto un reconocimiento especial a la gente de Aranda, que con su amabilidad y cercanía siempre hacen esta experiencia más positiva. Y aunque haya sombras en esta edición del festival siempre hay recalcar el buen ambiente que se respira durante el Sonorama, que es uno de los grandes motivos por los que el festival continua siendo una cita imprescindible.

Querido Sonorama, no perdáis la esencia que os ha hecho llegar hasta aquí.

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