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Crítica Guardianes de la Galaxia Vol. 2

Merece la pena seguir destacando lo que consiguió la primera entrega de ‘Guardianes de la galaxia’. En 2014, Marvel estrenó dos de películas ubicadas en la denominada Fase 2 de su ambicioso y deslumbrante universo cinematográfico, ‘Capitán América: El soldado de invierno’ y la citada aventura espacial protagonizada por Star – Lord, Gamora, Groot y compañía. A priori, parecía evidente que la primera de ellas partía con ventaja de sobra como para convertirse, de lejos, en la propuesta más importante de esta dupla imposible. A fin de cuentas, ‘Guardianes de la galaxia’ estaba dirigida por James Gunn, un tipo que llegaba de la serie B, incluso Z, y estaba liderada, entre otros, por un mapache con pistolas y un árbol gigante con una línea de diálogo. Nada que hacer contra el vibrante thriller del Capi. Pero, ¿qué sería del cine sin sus maravillosas sorpresas? El soldado fue vencido por el grupo de personajes más delirantes que ha colocado Marvel en la gran pantalla.

Todo funcionaba, de manera excelsa, en ‘Guardianes de la galaxia’. Su combinación de comedia de acción con space opera pasada de psicotrópicos supuso una fiesta para millones de espectadores que la convirtieron, de manera automática, en una de las películas más aclamadas del estudio. El nivel de influencia que tuvo en su triunfo el factor sorpresa es incalculable, aunque se intuye determinante, pero la cuestión es que el entusiasmo estaba ampliamente justificado. Y así llegamos, tres años después, hasta una secuela que, ahora sí, llegaba rodeada de expectativas. Se mantiene el mismo reparto, repite Gunn al frente de la dirección y el guion, y se suma a la fórmula a dos clásicos como Kurt Russell, estupendo, y Sylvester Stallone, en un cameo que nos deja con ganas de más. Pero también hay cambios, muchos. Y no todos suponen aciertos.

Al frente de lo negativo, tenemos una importante pérdida de acierto en la mayoría de gags. No se repiten las carcajadas obtenidas por su predecesora, la mayoría de réplicas son previsibles y vagas y  algunos chistes se repiten constantemente hasta perder su impacto. La sonrisa cómplice aparece de manera esporádica, pero la comedia, metida en muchas escenas con un doloroso calzador obsesionado con romper la intensidad dramática o la épica espectacular, nunca consigue pasar del aprobado justo. Por otra parte, todo lo que Gunn consigue desde detrás de las cámaras, con una dirección vibrante y repleta de ideas tan geniales como originales, se convierte en decepción en su labor como guionista. La historia, simple en exceso, está construida desde el caos, sufriendo mucho para conseguir un ritmo y un equilibrio que solamente aparece a mitad del metraje. No hay fluidez, tan solo un encadenado de escenas con puntuales destellos de genio.

Pero no nos llevemos las manos a la cabeza, ‘Guardianes de la galaxia Vol. 2’ sigue funcionando de manera notable a pesar de los errores. Imposible aburrirse con ella. Entretenimiento puro y duro, con un acabado visual de primera categoría y unos personajes que, a pesar de haber perdido por el camino el impacto de la sorpresa inicial, siguen manteniendo un carisma y una personalidad a prueba de balas. Además, lo que no tenemos de comedia lo hemos ganado en emoción, especialmente en un epílogo, precedido por un deslumbrante clímax final, capaz de sacar lágrimas inesperadas. Y es en esa última media hora donde esta secuela alcanza su cima, conectando con lo mejor de su primera entrega y expandiendo la intensidad de su universo hasta otro nivel, dejando un gran sabor de boca que, en algunos momentos de su desarrollo, se antojaba casi imposible. Comparando, es inevitable, ‘Guardianes de la galaxia Vol. 2’ se sitúa muy lejos de aquella película que nos maravilló hace tres años, pero a nivel individual, sigue siendo un Marvel por encima de la media.

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