El pasado 31 de julio falleció en Londres el reconocido  director de cine británico, Alan Parker, tenía 76 años y el deceso culmina una enfermedad que padeció por largo tiempo. Parker nos dejó títulos inolvidables, clásicos de los setentas y ochentas, como Expreso de Medianoche, Mississippi en llamas, Fama, Pink Floyd: The Wall, Bugsy Malone, Corazón Satánico,  Evita, The Commitments, entre otros, una virtuosa carrera que le valieron dos nominaciones al Oscar, pero que sus películas recibieron un total de  10 premios Oscar, 10 Globos de Oro, 19 premios Bafta y un Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 1984 por la película Birdy. No voy a sucumbir al deseo de escribir acerca de sus películas, no es el lugar apropiado, y menos la persona indicada, pero si, por lo menos, comentar que la filmografía que nos deja, estuvieron generalmente  cargadas de un fuerte impacto narrativo, que conmovía a las plateas. En gran parte de su obra mostró su reiterada pasión de comunicar a través del lenguaje universal de la música,  nos deja como legado varias inolvidables obras musicales. Aquí repasaré con nostalgia,  esas películas que estuvieron presente en diferentes etapas de mi vida, como un homenaje a Sir Alan Parker. 

Pink Floyd la banda de rock progresivo más  importante e influyente de la historia, entregó  The Wall (CBS Columbia, 1979), un álbum doble, sumamente conceptual, narrativo, potente y con un desempeño fabulosos de la banda a la que se agregó una producción espectacular, se convertiría en un verdadero mito musical. Las puestas en escena de los conciertos del grupo, evidenciaban una personalidad teatral y cinematográfica del álbum. Rogers Waters por varios meses estuvo trabajando un guión basado en las canciones del álbum  para adaptarlo al cine, para lo cual se juntó con su amigo el dibujante Gerald Scarfe quien empezó  a elaborar animaciones y bocetos. Hay un primer contacto com Parker, para que produzca el film, pero con el transcurso del desarrollo del proyecto, cargado de problemas y contradicciones, terminaría con Parker a cargo de la dirección. La filmación fue agobiante para todos, se habían encontrado dos personas de carácter fuerte, autocráticos y explosivos: Parker y Waters. Parker cuenta que "la realización de la película fue un ejercicio demasiado miserable para mí". Waters tenía una idea muy fijada de la trama y Parker era el director. La película con Bob Geldof de protagonista, es una película poco convencional  está llena de simbolismos y metáforas desde el principio hasta el fin, visiones alucinantes, de violencia, de surrealismo onírico matizado con animaciones agobiantes . Pocos diálogos pero si, mucha música, que va dando la pauta del guión. La película es tan épica, que siempre llama a interés volverla a ver aunque por ratos, solamente por escuchar la música, finalmente solo ganó un premio BAFTA, mejor banda sonora y el disco siguió acumulando la contabilidad de sus ventas interminablemente.