Texto y fotos: Sergio García Lavilla
Concierto perteneciente a la gira presentación del nuevo álbum de la Banda sueca de punk rock, liderada por el histriónico Pelle Almqvist, con el título The Death Of Randy Fitzsimmons (23), sexto de la banda tras 11 años sin publicar nada nuevo en el mercado.
Para el que no conozca a la banda, se trata de un quinteto sueco de punk, garaje rock, formada en 1993 que se caracteriza por sus temas rápidos, contundentes, eléctricos, potenciados a niveles estratosféricos en un directo brutal, en el que interactúa continuamente con el público (mítico es su Señores y Señoritas), tanto en festivales como en salas pequeñas. Si te gustaban los míticos Ramones, estos tipos suecos son dignos sucesores de los speed themes, conciertos breves pero intensísimos.
Tras el brutal concierto de The National en el Wizink, teníamos la oportunidad de ver en la Riviera a los Hives, de la mano de Live Nation (gracias Eric por la rápida gestión de la acreditación).
Es cierto que es un grupo que se prodiga bastante por nuestro país en festivales sobre todo (espectaculares en el Dcode 22), pero verles en una sala cerrada no es tan común. Para que os hagáis una idea, es como si cocinas un estofado en una olla al aire libre o si lo metes en una olla a presión sin válvula de escape, si, lo que pensáis, explotará….y como explotó.
Tras estar un buen rato buscando sitio para aparcar, me acerqué a recoger la acreditación, encontrándome en la cola a dos chicas que habían comprado la entrada por reventa y las habían engañado. Ya os comenté en la crónica de The National que estaba siendo una práctica común el engaño en la compra venta de entradas por internet, por lo que os recomiendo que sigáis los enlaces oficiales (los que tenemos en Conciertospormadrid son fiables 100%), y si vais a reventa, hacedlo en la misma puerta y no paguéis por adelantado.
Acreditación en mano, tras una cerveza con María Jesús y esperar que Fátima se comiera su hamburguesa, nos adentramos en la Sala con cierta antelación para poder colocarnos sin que la palmera nos tapara la visión. Acababan su actuación las hermanas escocesas Bratakus, dos chicas que desarrollan un punk enérgico y un poco cabreado (por los gritos), que caldearon a los primeros asistentes.
Con un ligero retraso de 10 minutos y una sala completa, empieza la marcha fúnebre que acompaña a la banda para indicarnos que estamos ante la muerte de Randy Fitzsimmons, un tour que mezcla temas nuevos con los hits que caracterizan a esta banda. Si no los has visto nunca no vas a saberlos diferenciar, porque tal y como dicen, son tiburones que no cambian de estilo, porque, al fin y al cabo, es la única especie que se ha mantenido en la faz de la tierra durante miles de años.
Temas nuevos como Bogus Operandi, Rigor Mortis Radio, Trapdoor Solution, Smoke and Mirrors de su último disco, nos desvelan más de sus riffs machacones de guitarra, la batería que parece que la están perforando y letras obtusas acompañadas por gritos de guerra escandinavos.
Entre canción y canción el show corre a cargo del frontman Pelle, que arenga al público preguntando constantemente cuál es el mejor disco del momento, el mejor show, el mejor cantante, sin parar de moverse sobre el escenario, en el foso, encima de la barra (bebiéndose la cerveza de algún afortunado), y haciendo un momento de pause a modo quedarse congelados que completó una performance brutal.
Los clásicos como Hate to say i told you so, Main Offender, Go Right Ahead, se mezclan al ritmo de Pogos y Mosh Pits, mientras vuelan las cervezas y cientos de seguidores, sudando a chorros, convierten la Riviera en un desmadre total.
Poco más de 50 minutos de adrenalina y se despiden,…..no puede ser…….pero queda el fin de fiesta, corta pero, con el himno Come On!, un tema de apenas un minuto pero que eleva la temperatura al punto de ebullición; para concluir con Tick Tick Boom……todo un clásico de cierre de concierto de la banda, en el que cientos de caras desencajadas, sudando como si estuviésemos en una sauna, nos sentamos en el suelo y acabamos pegando botes como locos, llevando en volandas a Pelle y cerrando un breve pero intenso show (1h 20 min escasos).
Salimos a la calle con una sensación de tranquilidad, de haber soltado toda la tensión…que ni Yoga ni Tantra ni gaitas.
Una cervecita para volver a la calma y para casa……a la espera de otro chute de punk rock de estos suecos loquísimos.
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