Crónica: Víctor Robi
Düsseldorf década de 1960 dos jóvenes estudiantes de la Academia de Arte de dicha ciudad se juntan para experimentar con instrumentos electrónicos y sintetizadores. Este hecho, que parece una mera anécdota, sería lo que da pie a que Ralf Hütter y Florian Schneider se juntaran en el año 1970 con Karl Bartos y Wolfgang Flür y crearan Kraftwerk, lanzado ese mismo año el álbum homónimo.
Porque cuento esto porque estos hombres podrían ser considerados los padres de lo que es la música electrónica de hoy en día y, en concreto, a un género que parece resurgir de nuevo cómo es el techno. Y para presentarnos sus trabajos, que han realizado durante más de medio siglo, han elegido el Teatro Real, un lugar acostumbrado a disfrutar de grandes tenores, y en el que hoy de seguro bailará la gente desde sus asientos.
Son las 21:35 las luces se apagan y empiezan a aparecer números en la pantalla como si en la película Matrix nos encontráramos, y aquí y empieza nuestro viaje porque esto no será un Concierto al uso, sino que nos irán mostrando esos temas vanguardistas y por momentos críticos que han hecho famoso a este cuarteto.
Siguiendo el camino de los números nos llevaron a los binarios, como sabemos, son la base de los ordenadores y los alemanes nos mostraron el cambio que supuso, incluyendo sonidos propios de un ordenador que de música electrónica.
Llegados a este punto inicial donde empezamos a despegar con el magistral sonido y el genial ambiente que reinaba en el teatro, nos visitaron unos alienígenas que viniendo desde la estratosfera acabaron en Madrid y entrando en la sala para hacernos bailar en nuestro asiento.
Como nada nos vimos montados en el mítico escarabajo de Volkswagen y recorriendo las autovías de la Alemania, sacando a todo el público el rítmico far´n, fahr’n, fahr’n, auf der Autobahn. Finalmente, para continuar tomamos el desvío a la pasión que existe actualmente por los ordenadores con Computer Love.
Y dejando los ordenadores de al lado nos vamos al mundo de la moda y como si nos sintiéramos Jane birkin nos llevaron al glamour y al lujo, y sin descanso llegamos al momento más crítico de la noche a raíz del reclamo contra la energía nuclear y su radiación.
No somos Vingegaard ni Pogacar, y ni falta que hizo para ponernos a recorrer esa maravillosa ruta que es el Tour de Francia. Durante esta vuelta los alemanes nos llevaron a escalar Tourmalet, alpe d’huez o a realizar una intensa contrarreloj para pulverizar tiempos como Vingegaard en la última vuelta gala.
Terminando la velada con una clara referencia a la inteligencia artificial y a la sociedad actual en la que somos robots. Eso sí, esa noche éramos programados para bailar y no para trabajar. Finalmente recordándonos que la música no se detiene, y eso es lo que queremos porque las dos horas de concierto volaron a nuestro alrededor como si tuviéramos en su Trans Europe Express.
El concierto fue un estupendo donde todo funcionó como debería, y en un lugar donde tanto la acústica como el público funcionó a la perfección. No obstante, este grupo no es para cualquiera, como se suele decir esto es “café para muy cafeteros”.
La entrada Crónica concierto Kraftwerk en el Teatro Real de Madrid apareció primero en .
