Texto y fotos: Sergio García Lavilla
Concierto presentación del primer LP de esta banda de Los Ángeles, liderada por la impresionante Kate Clover, “Bleed Your Heart Out” (22), en la Sala El Sol, donde tras una iconografía de chica Pin-up se esconden sonidos punk-rock, garaje y power pop dignos de grupos como Misfits, Undertones, Nick Cave and the Bad Seeds marinados con una explosividad en el escenario digno de los mismísimos Sex Pistols.
Kate comenzó en el instituto a tocar la guitarra, influenciada por los grandes Patti Smith y el camaleónico Iggy Pop, influenciada por bandas locales como X, Germs y The Gun Club. Después de un viaje a México en 2019, decide lanzarse en solitario con el EP “Channel Zero” (21), en el que define tanto su genero musical como su estética Pin Up de los 50s con cuatro temas que recuerdan mucho al punk de los 70.
Toda esta potencia sobre el escenario la va a llevar a ser la telonera de los suecos The Hives, que a quién no los conozca, son uno de los grupos más explosivos y energéticos sobre el escenario de la actualidad.
En la semana del Orgullo Gay en Madrid, el festival Rio Babel en la Caja Mágica, Fiestas populares por varios barrios, los amantes del punk rock garajero teníamos una cita en la Sala El Sol.
La apertura de puertas era a las 9, así que me acerqué pronto para ver el ambiente de la zona y tomarme una cerveza (misteriosamente subidas de precio ante el MADO) a la espera de entrar. Poca gente en la fila para ver a los teloneros que empezaban a las 9:30, pese a que los porteros de la Sala El Sol habían comentado que sonaban muy bien.
Los teloneros son unos noveles Boston Babies, grupo de proto-punk con iconografía glam, formado por Mitch Martin (hijo de Marta Robles), Nico Uriarte y Breixo Omil y que suenan al mejor punk del 77, noise, garaje y pub rock, que acaban de publicar un EP con 7 temas de alto nivel.
Son las 9:20, apenas una decena de personas y los chavales afinando las guitarras esperando un milagro que hiciera que la sala se llenase un poco. Apurando un poco, la gente fue entrando y con media sala, comenzó lo que sería uno de los mejores descubrimientos de los últimos meses. Con un pequeño problema de afinación, el espectáculo de estos chavales, mezcla de Bob Geldof con Wolfmother, con un desparpajo digno de grupos más curtidos, puso la sala patas arriba. Tales eran los decibelios que reventaron un amplificador (estuvo rápido el guitarrista de Kate para conectarles el suyo que estaba detrás) y poder seguir con temas tanto en inglés como en español (Solo un Sueño, Mullets y Cigarrillos) con la propia Kate Clover entre el público disfrutando como otra groupie. No los perdáis de vista pintan muy bien.
A las 10:20 con un ligero retraso arranca con el martilleante Tearjerker en un ambiente muy Twin Peaks (Fire Walk with me), mucho tono rojo (con lo que me gusta para las fotos), en un speed guitar que va in crescendo para explotar acompañado de unos bajos profundos y muy marcados; enlazando rápidamente con Love You to Death en la que muestra su gran parecido a Debbie Harris y su forma de moverse sobre el escenario, guitarras, voces melódicas con un ritmo punk.
Los temas se van enlazando como un concierto de Los Ramones, todos con unas guitarras con mucho peso, un bajo rápido y profundo que empasta perfectamente con la batería. Temas como Channel Zero, la semi country Pleasure Forever, la hipnótica Roulette, Heaven Down Here, no nos dejan un Segundo de respiro….que delicia que no pare.
Primera parada para respirar, en la que Kate charla con el público y bebe cerveza (con momento Mick Jagger haciendo un aspersor al guitarrista). Tras ponerse unas gafas de sol, comienza la línea de bajo de Crimewave que hace retrotraernos a los pubs londinenses de los 70 y encontrarnos con Sid Vicious, The Clash o como hemos dicho anteriormente a Blondie.
Tras tocar Violent Days entre el público, se retiran para volver con 3 temas Disconnected, No Romance y Follow your Heart que saben a poco.
La presencia de Kate con esa energía estética y su potente voz, hacen que sus conciertos sean muy electrizantes, haciendo que se te mueven los pies, aunque no quieras, y de ahí al pogo no hay mucho.
Si tuviera que ponerles una nota no bajaría de 8,5.
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