Crónica: Yolanda Sabater y Andrés Aranguren
Fotografías: Yolanda Sabater ( @yoli_photo)
Es difícil empezar esta crónica con la intensidad que nos deparaban estos tres días. En esta ocasión mi compañero Andrés y yo hemos vivido todos los altibajos del festival mano y mano y así vamos a intentar contarlo.
La época de festivales no ha hecho más que empezar y de qué manera. De dar el pistoletazo de salida se encargaba el Z Live! desde Zamora. Tres días con un cartel de lujo al que se le sumaba una fiesta de bienvenida (miércoles 7 de junio) que se realizaba en Toro el día antes de dar el salto al recinto grande en el Ifeza, por primera vez.
La primera mala noticia nos saltó pronto, por desgracia. Preparados para salir hacia Zamora recibíamos la noticia que la primera jornada en Toro se cancelaba por las inclemencias meteorológicas. Desde luego la lluvia no perdonó en esta ocasión e hizo mucho -muchísimo daño-. El primero de ellos perdernos en el primer día a bandas como Jelusick, Doro, Legion o Trallery. Una verdadera pena porque tenía muchas ganas de ver a Legion o a Jelusick en directo. Me consta que algunas bandas incluso ya habían llegado a tierras zamoranas. Esperemos que pueda ser en otra ocasión no muy lejana.
Con este imprevisto decidimos posponer nuestra salida hacia Castilla y León hasta el día siguiente. Ya teníamos ganas de pisar el festival y disfrutar de esos primeros conciertos. Sin embargo, la lluvia arreció con fuerza en las primeras horas del jueves. A nosotros nos pilló de camino, pero sé de buena tinta que a muchos les pilló desprevenidos. Tan desprevenidos que las primeras bandas del día se vieron forzadas a cancelar sus actuaciones… Otra vez nos quedábamos sin ver a The Broken Horizon, Diabulus in Musica, Rise to Fall y The Heretic Order. La organización comunicó que los conciertos no empezarían hasta Ross the Boss Band. Qué pena que las que tuvieran que caerse del cartel fueran las bandas nacionales… Tenía muchas ganas de ver a todas (para mí era la primera vez en todas) pero en especial a Diabulus in Musica. Espero que pronto (también) haya otra ocasión.
Jueves 8 de junio – Primera Jornada
Ross the Boss Band
Ross the Boss ha encontrado el filón en seguir interpretando un setlist en la totalidad de Manowar, aprovechándose de que muchos de los Temas, son suyos por derecho. Si a la ecuación le sumamos la fuerza con la que irrumpe en el escenario Marc Lopes y a Dirk Schläcther (Gamma Ray) la cosa pinta bien.
La fórmula que tira de clásicos les funciona y Marc Lopes tiene un carisma especial que le hizo meterse al público en el bolsillo desde los primeros acordes de Blood of the Kings. Se notaba la demora que habíamos tenido a lo largo de la velada, pues muchos fueron los que se agolparon para ver a los estadounidenses en acción.
Marc Lopes siguió interactuando con el público de manera cercana y llegó a acercarse a la valla de las primeras filas, mientras sus compañeros y líder, desde unas posiciones más estáticas en el escenario, también animaron el cotarro a su manera.
Sinceramente, pese a no ser una gran fan de Manowar, hicieron un concierto muy divertido y ameno que hasta se me pasó rápido. Es imposible no sucumbir a cantar Kings of Metal, Fighting the world o Hail and Kill.
Septicflesh
Es de agradecer el gran abanico de estilos que el Z! Live ha optado por incluir en su cartel en esta ocasión. Para muestra un botón con los griegos Septicflesh. Aunque el concierto comenzó con algunos problemas de sonido en los primeros minutos, se solucionó rápido y a medida que avanzaba la actuación, el sonido fue mejorando y se pudo apreciar la complejidad y belleza de la música de Septicflesh en todo su esplendor. El uso de elementos sinfónicos y orquestales en su death metal creó una atmósfera épica y grandiosa que cautivó a la audiencia.
La banda recurrió a algunas partes pregrabadas, cosa que no quedó bien empastada del todo y se mantuvieron sobrios en el escenario aunque Spiros, encargado de la mayor parte del peso vocal durante todo el concierto, estuvo atento con el público e interactuó durante todo el tiempo.
El setlist del concierto incluyó una selección de canciones que abarcaban la discografía de la banda. Temas como «Portrait of a Headless Man», «Pyramid God», «Neuromancer», «The Vampire from Nazareth», «Hierophant», «Martyr», «Communion», «A Desert Throne», «Anubis» y «Dark Art» hicieron vibrar a la multitud, con riffs aplastantes y melodías atmosféricas que se fusionaban de manera magistral.
Symphony X
Con un sonido que fue mejorando con el paso de las canciones pudimos disfrutar de los americanos Symphony X.
Con lo que me quedo de esta banda es con la impecable calidad que desprenden sus músicos. Michael Romeo no falló una nota en todo el concierto y Michael Lepond tiene una técnica con el bajo que nunca había visto. Canciones como Nevermore, Kiss of fire, Run with the Devil o la distintiva Without you, que la dedicaron al público, nos hicieron recordar que esta no es una banda de metal progresivo al uso.
Es difícil de categorizar, precisamente por su riqueza musical, pero es evidente que hay pasajes completamente distintos en todas las canciones, cosa que enriquece la discografía de la banda.
Russell Allen, un gran frontman, sin embargo, las primeras canciones lo vi algo flojo, nada que ver con el animal que acabó el concierto mostrando un virtuosismo vocal apisonador.
Amorphis
Con Amorphis he de admitir que no soy imparcial. A día de hoy es uno de mis grupos predilectos. Tienen un estilo inclasificable, pero a su vez mezclando muchos estilos: progresivo, death metal melódico, power metal, tintes de folk… Tras su Queen of Time (2018), creo que se han convertido en uno de mis imprescindibles.
Su cantante Tomi Joutsen es capaz de experimentar con muchos registros vocales y el contraste entre lo melódico y los guturales es apabullante. Todo ello en consonancia con la música les hacen lograr un sonido aplastante y único. La verdad que sonaron a la perfección, como si de un disco de estudio se tratara.
La lluvia hizo ademán de aparecer y elevó el concierto en un grado de epicidad.
Uno de los puntos fuertes del festival ha sido evitar la masificación, y así, pese a no ser previsores en tiempo pudimos disfrutar del concierto prácticamente en primera fila y sin grandes muchedumbres. Setlist cortito para una hora aproximadamente que estuvieron en el escenario con temas como Bad Blood, Silver Bride, The Moon o la romántica House os Sleep.
Michael Schenker Group
En el último momento, el frontman de la banda en los últimos tiempos Ronnie Romero se cayó del line-up siendo sustituido por Robin McAuley. La verdad que me cayó como un jarro de agua fría, ya que tenía muchas ganas de ver al gran Ronnie Romero en acción. Sin duda va a tener que volver a ser en otro momento, quizá va a haber que irse fuera de las fronteras españolas.
Para nada fue mal cambio, Robin McAuley demostró estar en plena forma y nos sorprendieron con un setlist que se centró en la época de U.D.O. Demostraron que son ya caballo viejo del “mundillo” y gozaron de un sonido excelente tirando de clásicos que todo el mundo cantó.
Robin adoptó a su vez el papel de frontman fundiéndose con el público y hasta Michael Schenker, que suele ser estoico, tuvo algún guiño con el respetable.
No faltaron imprescindibles como Doctor, Doctor, Lights Out o Rock Bottom.
Barón Rojo
Otro de los grupos clásicos es Barón Rojo. Llevan en la carretera más de 40 años y así lo anunciaron al principio del concierto comunicando que sería el concierto íntegro del disco de Metalmorfosis (1983).
La verdad que para mi no fue un acierto del todo, pensé que centrarían su setlist en algo más accesible en cuanto a canciones. Muchos temas los desconocía, y eso que no soy una total ignorante del grupo.
Dieron un concierto un poco estático y me fue un poco difícil mantener la atención, por lo que escuché la primera mitad y luego los escuché de fondo. No están en mala forma del todo aunque indudablemente han tenido épocas mejores. Disfruté de temas como Tierra de Vándalos o Siempre estás allí.
Lèpoka
El clima seguía siendo un mal aliado, y quienes lo sufrieron esta vez fueron los castellonenses Lépoka, con quienes la fiesta siempre está asegurada, a pesar de que esta vez, y ya de madrugada, se les cortó el sonido por los problemas meteorológicos.
Infortunios aparte, ya sabemos que estos chicos nunca defraudan. Sólo hay algo mejor que su música, y es su carisma. Se meten a todo el mundo en el bolsillo desde el minuto uno y sus temas más icónicos como Contra Viento y Marea, Yo controlo, Eternia, entre otros, hacían olvidar las gotas de agua que caían sobre nosotros. Una banda que crece a pasos agigantados y que está despidiendo esta temporada su último disco, a expensas de presentar el nuevo, esperemos que pronto.
Celtibeerian
La lluvia no paraba, pero el festival tampoco. A eso de las 3 de la madrugada Celtibeerian se armaron de sus instrumentos folklóricos y, a pesar de que el sonido no les acompañó, fueron sobrados en actitud y hambre.
Son los que más disfruté del jueves, tal vez porque nunca los había visto en directo y las ganas me podían, pero reconozco que la organización estuvo deficiente, pues no se merecían ese sonido constantemente cambiante. Las más cantadas fueron The Wolf I am, Fear my Beard y The Booze Song. Esta banda tiene una calidad excepcional y creo que el panorama nacional y el festival le deben un mayor reconocimiento. Ojalá el año que viene repitan festival con mejor horario y clima.
Viernes 9 de junio – Segunda Jornada
Qué decir de este segundo día. La verdad que es pensar en ello y nos embarga un sentimiento de tristeza.
La jornada empezaba interesante y con buena previsión. Cierto es que las condiciones meteorológicas avecinaban lluvia, pero nada comparado con lo que finalmente cayó. Algo que nadie llegó a vaticinar.
Los primeros conciertos del día se sucedieron sin mayor incidente.
Sabíamos que los salmantinos Kritter eran los encargados de abrir la sesión para este día, pero sin embargo no pudimos llegar hasta que los valencianos Jolly Joker estaban ya encarando la parte final de su concierto.
Punto a destacar es la voz desgarradora de Lazy, y ver que Andreas y Jannick gozan de una excelente forma, no solo dominando a la perfección las cuerdas de sus instrumentos, sino también moviéndose con habilidad en el escenario.
Jolly Joker es disfrute, diversión y picardía, además de sus grandes discos. Terminaban cuando llegamos con Sky Is So High y Nothing’s Sacred.
Omnium Gatherum
La vertiente internacional del festival la abrían en esta segunda jornada los finlandeses de death metal melódico Omnium Gatherum. Su estilo no fue impedimento para crear la atmósfera lúgubre y tenebrosa de canciones a las 5 de la tarde.
Mucha atención puesta también en su guitarrista Markus Vanhala, quien después, presumiblemente, también actuaría con Insomnium. Su técnica es precisa y rápida y así lograron un sonido de 10 e hicieron que la audiencia comulgara con ellos y se adentrara en su música. Los guturales de Jukka también sobresalieron por su técnica y limpieza. Pudimos escuchar temas como Paragon, Skyline o la versión que interpretan de Maniac.
El Altar del Holocausto
Con su estilo instrumental por bandera y su interesante performance en directo, no fue raro que la audiencia se agolpara para verlos. Puntuales como un reloj suizo, El Altar del Holocausto saltaban a escena con su habitual ritual de salmos y cánticos religiosos como telón de fondo. Tras una breve pausa, dieron paso al inicio del concierto casi sin respiro y marcando un gran contraste entre la intro pregrabada y la parte instrumental. Muy propio de este grupo y sin duda su marca de identidad.
El momento que aquello empieza, todo se sucede sin descanso, como la rueda que gira y gira. Los cuatro se compenetran en el escenario a la perfección y es fascinante lo que llegan a estar inmersos en su papel. Ejecutan a la perfección los silencios, las pausas inmutables entre canción y canción que dejan a la audiencia en tensión, y retoman la música como si nada.
La verdad que el público estaba entregado con ellos. Fue una auténtica pena como una nube negra que veníamos avistando se cernió sobre nosotros y lo que empezó siendo una lluvia leve se convirtió en apenas minutos en el diluvio universal. Y todo se fue al garete…
En cuestión de minutos todos los asistentes en tropel nos dirigimos hasta el pabellón que la organización habilitó para resguardarnos de la lluvia mientras que desde dentro veíamos como el recinto se inundaba.
La lluvia paró y el cielo se despejó parcialmente. Aunque la organización no se había pronunciado hasta el momento, Rafa Basa como portavoz salió al escenario para informar de que el temporal había amainado y que los conciertos se retomarían con Angra en cuanto el personal y técnicos acabaran de retirar toda el agua que se había acumulado en los escenarios.
Con ello nos dio algo de esperanza para contemplar seguir con la jornada. Aunque seamos realistas, la lluvia ya había mermado algo de nuestras ganas…
Con la incertidumbre aprovechamos para ir a por algún refrigerio al Mercadona que había en las inmediaciones y allí coincidimos con algunos compañeros de medios (mención especial a los compañeros de Esquirlas del Metal con los que coincidimos).
Sin embargo, cuando nos encontrábamos allí volvió a caer el diluvio universal. Esta vez fue más intenso y más largo, lo que ya nos acabó de confirmar que raramente se iba a poder reanudar la
jornada. Con los ánimos ya por los suelos, cuando la lluvia aflojó, aprovechamos para poner rumbo hacia el hospedaje y descansar y darnos una merecida ducha.
Nos fueron llegando noticias de los compañeros que todavía quedaban en el recinto y las novedades no eran esperanzadoras. Tras una actuación en acústico de 5 temas que ofrecieron los suizos Eluveitie en el pabellón, la jornada se cancelaba.
Poco puede hacerse ante estos imprevistos, así que aprovechamos la noche para descansar en parte y salir a conocer algo de la gastronomía zamorana.
Se quedaron en el tintero: Insomnium, Angra, Eluveitie, Exodus, Airbourne, Noctem, Saratoga y Gigatrón. Esperemos que podamos volverles a ver muy pronto.
Sábado 10 junio – Tercera jornada
La jornada anterior había hecho mella y nos levantamos con muchas ganas de contrarrestar el mal sabor de boca que nos había dejado el día de ayer. A las 12:00 de la mañana nos encaminamos hacia el parque de La Marina, en el centro de Zamora, para disfrutar del acústico que realizó Sylvania.
No necesitaron un despliegue extenso para congregar a un número cuantioso de asistentes. Se palpaba en el ambiente las ganas de darlo todo y así se demostró cuando el parque se llenó de bote en bote.
Alberto Tramoyeres y Sergio a las guitarras se embarcaron en una actuación de una hora en formato acústico en el que repasaron varias canciones de la trayectoria de Sylvania. Puesto que Alberto Symon no pudo asistir en esta ocasión, fueron Arturo (Raven’s Gate) y Andrés Aranguren quienes ayudaron al dúo en las voces.
Dos jóvenes promesas a las voces que se dejaron la piel mostrando una voz ambos con mucho potencial, ya que defenderlas en formato acústico es más difícil aún si cabe.
Incursed
Desde Vizcaya, aunque podría parecer Finlandia, venían es su barco los atronadores Incursed, para dar por comienzo el último día de festival y el único en el que el clima iba a dar tregua y dejarnos disfrutar.
Una banda que basa sus canciones en mitología vasca y que cantan tanto en inglés como en euskera, su viking/pagan metal encandiló a los asistentes.
Temas como Cryhavoc, Homeland o Souls on fire demostraron que esta banda podría estar al nivel de bandas europeas como Ensiferum. Cerraron con una versión muy cañera de Take on Me, dejando el listón bien alto para los siguientes.
Death and Legacy
Death & Legacy aterrizó en Zamora para presentar su reciente trabajo, D4rk Prophecies, con una Hynphernia carismática y moviendo a las masas a su voluntad y unos músicos arropándola con unas bases contundentes y oscuras, fueron un toque death melódico muy interesante de esta edición del festival.
La banda contó con la colaboración de Javi Ssagittar (Killus) y Jessie Williams (Ankor), quienes le dieron un toque de personalidad a los temas. Una banda con mucha proyección en el panorama nacional y que me alegra mucho haber podido ver por fin en directo.
Celtian
Tras esa contundencia y oscuridad, tocaba viajar a una tierra de hadas, pues Celtian con sus dulces melodías y la voz aterciopelada de Xana Lavey hicieron un repaso de sus dos discos, hasta la fecha, muy melódicos y cantables. Las canciones que mejor funcionaron fueron Niamh, En Tierra de Hadas, El Hijo del Ayer o En Tierra de Hadas. Ya se empezaba a intuir el lleno que íbamos a presenciar más adelante, pero creo que la banda liderada por Diego Palacio se merece la gran acogida que tuvieron.
Crisix
Crisix fueron, sin duda fueron los número 1 del festival. Los ánimos estaban bajos del día anterior, pero a los catalanes les dio igual. Son buenos, muy buenos, y así lo demuestra su calendario, y es que están a tope por todo Europa. Dejando a un lado que son unos virtuosos en los instrumentos, son unos grandes animadores. Con su metal a toda tralla y esos agudos rasgados arrasaron con todo. Un marrón para todas las bandas que venían después, pues el listón estaba por las nubes y, en mi opinión, no fueron superados.
Gloryhammer
Desde tierras leganas tocaba combatir al enemigo por un viaje especial, y serían los escoceses Gloryhammer los encargados. Esta banda es la que más dudas me genera. En disco me encantan y me parece que su música es de calidad anodina. Sin embargo, en directo, a pesar de un sonido excelente, vi una banda muy infantil y que cortó un poco el rollo de lo que venía siendo el festival. De todos modos, los disfruté mucho, canciones como Masters of the Galaxy, Hootsforce o Land of Unicorns me hicieron cantar y saltar. Si bien, creo que son una banda que no es para todos los públicos.
Haken
Siempre he pensado que es difícil disfrutar del metal progresivo en directo. Más si cabe cuando el elenco de grupos durante el día no tenía nada que ver con este estilo tan pulido y tan técnico. Que no se malinterprete pues no quiero decir que sean flojos al escenario, pero creo que sólo disfrutaron de ellos los verdaderos fans que fueron a verlos.
Estilísticamente fueron los más arriesgados durante la jornada aunque le restaron seriedad a su música con su ropa y camisas hawaianas. La pena es que no conectaron demasiado, aunque se esforzaron, la verdad que a mi personalmente me aburrieron un poco.
Dark Tranquility
Grata sorpresa porque disfruté mucho más el concierto de Dark Tranquility que el que luego se sucedió de Helloween. Era la primera vez que los veía en directo y no defraudaron en absoluto. Gozaron de un sonido atronador y saltaron dispuestos a comerse el escenario. Y vaya si lo hicieron.
Su cantante Mikael Stanne tiene un carisma especial y derrocha simpatía y amabilidad hacia el respetable. Durante todo el concierto no cesó en su interacción con el público y con el resto de
sus compañeros. Se les nota una banda unida y en lo musical sonaron perfectamente engranados durante todo el concierto.
A día de hoy para mí es uno de los mejores cantantes de gutural del panorama internacional, el cual contrasta y clava a la vez las partes limpias melódicas. La ambientación los acompañó durante el concierto ya que a medida que transcurrió se iba oscureciendo. La verdad que la escasa hora se nos hizo corta.
Disfrutamos de temazos como Lost to Apathy, Atoma, Nothing to No One o Final Resistance.
Helloween
Helloween era con diferencia la banda que más ganas tenía de ver en todo el festival, para qué nos vamos a engañar. Creo que todo el mundo pensó lo mismo pues fue el concierto más masivo con diferencia de todo el festival. Tanta gente al final fue algo contraproducente en unas jornadas que precisamente se habían caracterizado por el espacio y la poca hacinación.
Tampoco ayudó que en el escenario en el que fue el concierto el suelo estaba hundido de más por lo mojado que estaba y el plantón al final fue demencial.
Pocas novedades en el setlist de Helloween con respecto a años anteriores. Entre los temas más conocidos como Eagle Fly Free, Future World o Heavy Metal (Is the Law) se coló por sorpresa Save Us que no tacaban en directo desde los años noventa.
La verdad que echo de menos que toquen algunos temas más de la época de Andi Deris.
Bajaron las revoluciones para dar paso a Forever and One, con un Andi Deris y Michael Kiske mano a mano que rompió en la parte eléctrica con toda la banda. Sin embargo, se notó que algunas partes las llevan pregrabadas y el contraste no quedó nada bien.
No fue difícil incluso así disfrutar de grandes clásicos que se guardaron en la chistera como Dr. Stein, How Many Tears, Perfect Gentleman o Keeper of the Seven Keys, en su versión completa.
El despliegue que tienen en directo es apabullante y no es difícil quedar prendado con la escenografía que ofrecen. Como colofón y como no podía ser de otra manera terminaban con I Want Out con un concierto que me dejó un poco helada la verdad. No sé qué era lo que esperaba realmente, pero me faltó algo.
Evergrey
Otra de las sorpresas de la noche fue la de los suecos Evergrey. Había tenido ocasión de verles ya en el Rock Fest Bcn 2018 y su directo me encantó. Volvieron a reafirmarse en esta ocasión.
Tom S. Englund y los suyos supieron aprovechar el filón que habían dejado Helloween y ofrecieron un concierto a la altura con el que encandilaron a la mayoría de los presentes.
No se movieron mucho sobre el escenario, hecho que suplieron con entrega vocal y a las guitarras y así ofrecieron un show corto pero intenso. No faltaron temas como Call Out the Dark, My Allied Ocean o King of Errors con el que cerraron.
Dry River
De los de Castellón no puedo más que decir cosas buenas. Desde su 2038 me tienen prendada y para mí, su último trabajo Cuarto Creciente (2022) fue uno de los mejores discos del año pasado.
Todavía no había podido disfrutarlo en directo así que parte de mis ganas y energías estaban reservadas para este concierto que casi iba poniendo fin al festival.
Ángel Belinchón es un frontman sin igual, y su humor al escenario es entrañable a la vez que siempre acertado. Como bien dijo él mismo, esta vez las intervenciones fueron cortas pues el poco tiempo en el escenario requería recortar de algún sitio.
Han cambiado su estética en directo y ya no vemos esos trajes burdeos que les caracterizaban. Ahora su outfit es más austero y predominan las camisas negras. Pero qué apuestos siguen estando.
Empezaron como suele venir siendo habitual en los festivales con Perder el Norte y Fundido a Negro. Dos temas potentes para empezar e ir calentando que ponen de manifiesto qué podemos esperar de Dry River. Pero lo que seguía no sería menos.
Eché de menos más temas del nuevo disco pero eso ya es a título personal, entiendo que en el formato festival se haya de hacer sesgo. Aún así pudimos disfrutar de tres temas de este nuevo trabajo como son La Serpiente, Segundo Intento o Capitán Veneno, donde Guillermo Guerrero hizo todo su despliegue a la guitarra. Es un deleite verle tocar en directo. A ver si se animan a incluir Funeral para el Leyendas del Rock, también daría mucho juego en directo.
Volvieron los clásicos para encarar ya el final de un concierto que se me pasó excesivamente rápido pudimos escuchar la romántica Traspasa mi Piel o Me va a Faltar el Aire, que pusieron un final apoteósico a uno de los conciertos que más me gustaron de la velada.
Dunedain
No pude quedarme hasta el final aunque ganas no me faltaban, pero la presión social pudo y sólo pude disfrutar de los primeros temas. Creo que Dünedain es una de las bandas que siempre ha merecido más reconocimiento del que tienen y algunos de sus temas son realmente buenos.
Empezaron con Vuela, tema que terminó con algunos problemas técnicos que por suerte se subsanaron rápido. No se amilanaron y volvieron con fuerza, retomando con A Un Paso del Cielo.
Mientras encarábamos hacia el parking pudimos seguir escuchando otros temas y por suerte no volvieron a repetirse los problemas técnicos. Espero poder volverles a ver pronto en el escenario.
Punto y final
Sólo me gustaría añadir una cosa. Pese a todos los imprevistos que ha habido, es de agradecer que un festival como el Z! siga luchando por mantener un formato reducido pero apostando por bandas de renombre. Bien podrían haber vendido el doble de entradas y la calidad habría bajado drásticamente.
Además, se han ofrecido a compensar económicamente a todos los que asistieron por el día que se tuvo que cancelar, algo que también a ellos les afectará y mucho económicamente.
Hay cosas que mejorar que estoy segura que se trabajarán, pero esto no nos hace perder la confianza en el Z! Live, si no más bien todo lo contrario, depositarla todavía más si cabe. De hecho el hostal ya tiene nuestros datos para el año que viene.
Nos vemos el año que viene en Zamora!
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