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¿Qué está bien con el Rorschach?

Tags: rorschach

 Traducción no literal del controversial artículo: What’s Right with the Rorschach? –  ¿Qué está bien con el Rorschach?-

Un artículo muy controversial ha sido escrito en una revista científica sobre el test de Rorschach. Los autores de este artículo son:

  • James M. Wood, Department of Psychology, University of Texas at El Paso
  • M. Teresa Nezworski, School of Behavioral and Brain Sciences, University of Texas at Dallas
  • Howard N. Garb, Psychology Research Service, Wilford Hall Medical Center, Lackland Air Force Base

El artículo mencionado se encuentra en la revista: The Scientific Review of Mental Health Practice, vol. 2, no. 2 (Fall/Winter 2003).

He aquí una traducción que no es literal.

Resumen:
En el presente artículo se discute la validez y la utilidad en el uso clínico del test de Rorschach como medida de la inteligencia, del pensamiento distorsionado, y otras características psicopatológicas. También se refiere al empleo de la prueba en investigación psicológica y psicoterapia. El test de Rorschach ha originado controversia no porque no tiene utilidad, sino porque es usado con propósitos erróneos.

Cualidades remarcables han sido atribuidas al test de Rorschach desde los años 40, década en la que sus seguidores compararon la validez del test a la que se obtiene con una radiografía (Klopfer, 1940).

 El test es todavía empleado para medir un gran espectro de rasgos de personalidad y enfermedades psicológicas como autoestima, depresión, dificultad para enfrentar situaciones adversas, dificultades para resolver problemas y psicopatía (Exner, 2003; Gacono & Meloy, 1994).

Prominentes seguidores del Rorschach también han afirmado que puede proveer información de utilidad para identificar individuos que han sido abusados,  que tienen probabilidad de reincidencia criminal y que presienten que tienen cáncer (Meyer y colaboradores, 1998; Viglione, 1999; también Kubiszyn y colaboradores, 2000).

A través del análisis  de más de 50 años de investigación  Lee J. Cronbach’s (1970) concluyó: Algunos puntajes del Rorschach lamentablemente poseen tanta validez como las probabilidades del azar.

Las afirmaciones de los seguidores de la prueba de Rorschach han sido realizadas sin la suficiente evidencia científica, lo cual  ha desacreditado la prueba para muchos psicólogos orientados a la investigación. Como consecuencia, algunos sectores de la psicología perciben al test como un instrumento del pasado, no tan alejado de las bolas de cristal y las borras de té. Pero aunque tales críticas se pueden entender, han ido demasiado lejos. Más de 50 años de experiencia le permitieron a  llegar al siguiente veredicto. En muchos artículos y en el libro, What’s Wrong With the Rorschach?  –¿Qué es lo que está mal con el test de Rorschach?- (Wood, Nezworski, Lilienfeld, & Garb, 2003) hemos identificado muchas deficiencias. En el presente artículo nos hemos focalizado en aquellos aspectos relacionados con la prueba que con genuino mérito sugieren caminos en los que el test de Rorschach puede ser utilizado en la clínica, diagnóstico e investigación

Inteligencia

Albert Binet consideró incluir las manchas del test de Rorschach en su test de inteligencia (Zubin, Eron, & Schumer, 1965). Aunque eventualmente abandonó esta idea, su intuición resultó  correcta. Como las investigaciones lo han demostrado muchas variables del Rorschach están correlacionadas con los resultados de los tests de inteligencia (Meyer, 1992; Wood, Krishnamurthy, & Archer, 2003). Las más altas correlaciones, las cuales varían desde .30 hasta .40, han sido encontradas en la calidad evolutiva (DQ) y en la actividad organizacional, variables que miden el grado en que las respuestas sintetizan diversas partes de la mancha en una imagen unificada. Lambda y el porcentaje F%, relacionado estrechamente con el anterior, también se correlacionan por arriba de  .30 con los puntajes obtenidos en tests de inteligencia- el puntaje F%  refleja la tendencia a dar respuestas basadas en el color y los sombreados en vez de la forma solamente-. Un poco menor (.20 to .30) son las correlaciones de calidad formal, movimiento humano y número de respuestas.

Sin embargo, el mejor indicador de inteligencia en el Rorschach ha sido encontrado no en las variables mencionadas sino en el vocabulario que quien el evaluado emplea para describir sus respuestas.  (Davis, 1961; Hauser, 1963; Trier, 1958). Por ejemplo, Thomas Trier de la Universidad de California en Berkeley solicitó a un grupo de psicólogos clínicos de investigar un grupo de protocolos de Rorschach para que identificasen las siete más sofisticadas palabras usadas por cada persona que había sido evaluada. Luego, Trier estimó el grado promedio de nivel de esas palabras por cada evaluado. Este simple Rorschach basado en la evaluación del vocabulario se correlacionó en  .77 con los resultados de tests de inteligencia.

Aunque tales resultados demuestran que las respuestas del Rorschach puede ser utilizada para evaluar la inteligencia, tests de inteligencia modernos y estandarizados son definitivamente superior para este propósito (Davis, 1961). No obstante, cuando administrar un test de inteligencia no es posible, por ejemplo, con un niño que no quiere cooperar, las manchas de tinta son un aceptable sustituto. El uso del Rorschach basado en el vocabulario como índice de inteligencia ha sido virtualmente ignorado de acuerdo a la literatura de la evaluación desde los años cincuenta, desde que se cuenta con procedimientos y normas que han sido estandarizados. En base con cierto trabajo científico, el Rorschach puede ser empleado para medir la inteligencia cuando la situación de evaluación se ve sujeta a circunstancias de presión.

Condiciones psicóticas y trastornos del pensamiento

Existe abundante evidencia que dos tipos de variables del Rorschach están relacionados con condiciones psicóticas. En primer lugar, Hermann Rorschach (1921/1964) observó que los pacientes con esquizofrenia tienen respuestas con un nivel pobre de calidad formal (Rieman, 1953; Sherman, 1952; Frank, 1990; Goldfried, Stricker, & Weiner, 1971), lo cual significa que las imágenes que estos pacientes ven no encajan con las formas de las manchas. También, respuestas con pobre calidad formal se observan en pacientes con desorden bipolar  (Frank, 1990).

En segundo lugar, como David Rapaport y sus colaboradores (1946) afirmaron en su famoso  libro Diagnostic Psychological Testing, –Test de Diagnóstico Psicológico-, el  Rorschach puede ser usado para identificar el desorden de pensamiento, la cognición desorganizada y las peculiaridades del lenguaje que se observan en muchos pacientes con esquizofrenia. Distintos sistemas de codificación han sido desarrollados para medir el trastorno del pensamiento en el Rorschach (Aronow & Reznikoff, 1976; Goldfried y colaboradores, 1971; Kleiger, 1999), el más prominente índice de pensamiento distorsionado es el de Johnson,  (Johnston & Holzman, 1979; Solovay y colaboradores, 1986), el  TETRAUT del Rorschach Lógico  (Wagner, 2001), y la suma ponderada (WSum6) del sistema comprehensivo del Rorschach (Exner, 2003). El índice de esquizofrenia del sistema comprehensivo  (revisado recientemente como índice perceptual de pensamiento) combina valores del pensamiento distorsionado y calidad formal.

Investigaciones han demostrado que estos valores están relacionados con la esquizofrenia (Greaves, 2000; Johnston & Holzman, 1979; Jorgensen, Andersen, & Dam, 2000; Kleiger, 1999; Wagner, 1998; 2001). En  muchos pacientes con personalidad esquizoide y trastorno bipolar también aparece pensamiento distorsionado en el Rorschach (Coleman, Levy, Lenzenweger, & Holzman, 1996; Singer & Brabender, 1993).

El Rorschach—particularmente el índice de Pensamiento Distorsionado —ha resultado útil para los investigadores que examinan patrones genéticos de esquizofrenia (por ejemplo, Knight & Silverstein, 1998; Lenzenweger, 1998). Los índices mencionados son potencialmente valiosos en el area clínica, aunque no es claro la practicidad de estos índices para un psicólogo clínico que ha tenido la oportunidad de observar el pensamiento del paciente durante la entrevista (citado como ejemplo por Whitehead, 1985).

Es necesario aclarar que en relación al trastorno del pensamiento y el índice de la calidad de las formas de John Exner (2003) del sistema comprehensivo- en la actualidad el método más popular para codificar e interpretar el Rorschach  (el SCZI, WSum6, puntajes con Nivel 2, y Forma Convencional)- tienen en la actualidad solamente un limitado uso clínico porque existe un error en las normas publicadas (Wood, Nezworski, Garb, & Lilienfeld, 2001a, 2001b; Shaffer, Erdberg, & Haroian, 1999; Exner 2001, Meyer, 2001). Psicólogos clínicos que se basan en el Sistema Comprehensivo y sus normas tienen probabilidades de sobre-diagnosticar trastornos del pensamiento y síntomas psicóticos.

Escalas de la prueba de Rorschach para investigación

Los valores del Rorschach han demostrado repetidamente su validez en la investigación. Las escalas Elizur de Ansiedad y Hostilidad, las cuales están basadas en el contenido emocional de las respuestas del paciente, han demostrado muy bien su relación con las conductas ansiosas y hostiles  (Aronow & Reznikoff, 1976; Goldfried y colaboradores, 1971). La escala de dependencia oral del Rorschach  (ROD), basada en las respuestas con contenidos relacionados con comer, bocas, u otras imagines orales, aparecen como ser una válida medida de las normales variaciones de la dependencia (Bornstein, 1996), aunque no ha sido tan exitosa para medir la dependencia patológica (Bornstein, Hilsenroth, & Padawer, 2000;  Garb, Wood, Nezworski, Grove, & Stejskal, 2001).

Signos del Rorschach  identificados por Piotrowski (1937) diferencian los desórdenes cerebrales orgánicos de los funcionales (Goldfried y colaboradores, 1971). Por ejemplo, Piotrowski encontró que muchos pacientes con desórdenes cerebrales orgánicos tenían un largo tiempo de reacción frente a las láminas y muy a menudo daban respuestas repetitivas. Finalmente, la escala de Klopfer sobre el pronóstico de un paciente (RPRS) ha demostrado muy bien una relación con el resultado del tratamiento (Meyer & Handler, 1997). Por ejemplo, pacientes cuyas respuestas involucran contenidos humanos y animales en movimiento, reciben puntajes más elevados en la mencionada escala y tienen menor pronóstico en psicoterapia.

A pesar de su respetado desempeño en investigación, estos índices no son útiles en aplicaciones clínicas. Los clínicos encuentran impráctico el uso del test por la falta de adecuadas normas y  procedimientos para elaborar los índices. Finalmente, algunas de esos índices (por ejemplo, los índices de  RPRS y Elizur) fueron validados usando la administración o los procedimientos de codificación de Beck y Klopfer que son ahora obsoletos. Por consiguiente, los índices del Rorschach son más atractivos como instrumentos de investigación que como herramientas clínicas.

Psicoterapia

Aronow y Reznikoff (1976) han discutido que aunque el test de Rorschach es  un fracaso como test psicométrico, tiene un considerable valor como técnica en psicoterapia. Para estos autores las respuestas de los pacientes se pueden interpretar como los sueños del paciente al hacer las preguntas “¿A qué le hace pensar esta imagen?”, o bien, “¿Qué aparece en su mente?”. Los puntos de vista de dichos autores son compatibles con algunas formas de psicoterapia y amerita la atención de futuras investigaciones. Sin embargo, la efectividad del Rorschach como herramienta en psicoterapia no ha sido demostrada. Más aún, los terapeutas que usan el Rorschach para generar interpretaciones simbólicas deben buscar activamente tanto evidencia que confirme sus interpretaciones, como evidencia que las rechace (Nisbett & Ross, 1980).

Conclusión

Paradójicamente, aunque  el Rorschach está  en descrédito para muchos psicólogos dedicados a la investigación, ha alcanzado un gran éxito como herramienta de investigación. Su valor para medir el trastorno del pensamiento en la esquizofrenia se encuentra bien aceptado. Se emplea regularmente en la investigación de la dependencia y más frecuentemente en estudios de hostilidad y ansiedad. 

Más aun, evidencia sustancial justifica el uso del Rorschach para medir la inteligencia y el trastorno del pensamiento. Aunque los clínicos deberían basarse  en otros tests mejor establecidos, como la prueba de Wechsler para medir la inteligencia–Tercera Edición- (Wechsler, 1997), y en entrevistas clínicas para diagnosticar el trastorno del pensamiento. No obstante, existen circunstancias en las que el Rorschach puede ser usado como suplemento. Finalmente, el Rorschach puede ser usado como técnica exploratoria en algunas formas de psicoterapia orientadas hacia el insight.

Las virtudes del Rorschach son modestas, pero genuinas. Si el test hubiera sido solamente  promocionado solamente para los usos identificados en este artículo, probablemente hubiera sido menos popular entre los psicólogos, pero también menos controversial. Está por verse si los psicólogos clínicos del futuro pueden aceptar las limitaciones del Rorschach, al mismo tiempo que aceptar sus fortalezas. De no ser así, se va a continuar promoviendo su uso para propósitos sin utilidad y será inevitablemente que  se convierta en un tema controversial.

  

Referencias

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Zubin, J., Eron, L. D., & Schumer, F. (1965). An experimental approach to projective techniques. New York: John Wiley & Sons.

Usted   puede leer este artículo en:
  The Scientific Review of Mental Health Practice, vol. 2, no. 2   (Fall/Winter 2003).
 En cuanto al libro : What’s Wrong With the Rorschach? se puede adquirir por valor de tres dólares en el mercado de libros usados  
  




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