El sector hotelero no solo es uno de los principales motores económicos de Quintana Roo, sino además trabaja en coordinación con las autoridades de gobierno y con diversas asociaciones civiles, para realizar Acciones en favor de la sociedad y las familias del estado.

Así lo declaró Toni Cháves, presidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, quien descartó que los beneficios económicos de la hotelería no permeen en todos los sectores de la sociedad; eso es no solo por las decenas de miles de empleos que el sector genera, y la derrama que estos ingresos dejan en las distintas ciudades y comunidades del estado; tampoco solamente por las diversas acciones sociales implementadas por instancias de gobierno con los impuestos que recaudan de la hotelería y del turismo que ésta atrae; sino porque, además, la propia hotelería efectúa acciones de responsabilidad social, con proximidad con las comunidades y sus necesidades.

“No sólo es injusto, sino falso que los empresarios no permeen la riqueza a los más necesitados, pues todos tienen una participación activa en diversos temas sociales”, destacó el también presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, quien añadió que, a menudo, Estas Acciones no son hechas públicas, ya que el propósito es ayudar, no hacer publicidad.

“No se puede volver un acto publicitario apoyar a un niño con cáncer o, como sucedió después de la pandemia, haber recuperado 50 escuelas primarias que no estaban en condiciones de recibir a los estudiantes”, señaló Toni Cháves.

A estas acciones altruistas se suman los temas de la colaboración que han emprendido hoteleros con comunidades, como es el caso de la Asociación de Hoteles de Tulum, que preside David Ortiz Mena, también vicepresidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano,  que ha donado equipo policiaco, como body cams para reforzar la seguridad del destino, entrega de mobiliario para mejorar las instalaciones de una telesecundaria y botes de basura para la comunidad de Chemuyil, ayudado a la rehabilitación del acceso a Akumal,  así como labores de conservación ecológica y el constante retiro de toneladas de sargazo de las playas, por mencionar algunas.