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El alcance orgánico en los estados de WhatsApp

Las personas que conocimos la red social Facebook en su inicio público y masivo sabemos que el usuario tenía un Alcance orgánico altísimo, muy cercano al 100%, lo que indica que si en esa época contábamos con 100 seguidores y realizábamos una publicación en nuestra cuenta, los 100 podrían verla en su línea de tiempo.

Hoy el alcance orgánico en Facebook no llega ni al 1%, eso quiere decir que de 100 personas una o menos logran ver los contenidos que publicamos. Es claro que Facebook como red social cuenta con perfiles personales, páginas, grupos, chat (Messenger), marketplace, tiendas, una gran cantidad de recursos, y el alcance orgánico en cada una de estas sub plataformas varía, pero no tanto como para que el promedio suba por encima del 1%.

¿Qué representa el alcance orgánico en plataformas digitales?

El alcance orgánico es una métrica que representa una intención, la intención de darle poder al usuario, incluso puede ser leído como un voto de confianza porque al liberar el alcance orgánico el usuario de la plataforma va a poder, por su propia cuenta (y dándole las herramientas) filtrar aquello que le gusta e interesa y aquello que no le gusta y no le interesa y no esperar a que la misma plataforma elija por él.

¿Cuál es la intención de Facebook de cara a los usuarios?

Facebook tiene una intención muy evidente y ésta se hace visible desde su mismo origen y es atraer la mayor cantidad de personas (a toda costa y como sea) para darles un cerramiento de la mayor cantidad de grados posible en búsqueda de secuestrarlos.

¿Cómo se secuestran personas digitalmente?

Sé que esa la palabra que estoy usando es muy fuerte pero representa perfectamente lo que sucede. Se secuestran personas digitalmente modificando sus hábitos como ciudadanos digitales en favor de una plataforma o herramienta. Meta, es una compañía que para poder dar ese cerramiento comunicacional de 360 grados al individuo, con el paso del tiempo ha venido articulando movimientos estratégicos corporativos comprando y copiando a otras plataformas, armando un entable de productos y servicios digitales complementarios.

Lo anterior es como tener a la gente caminando por un corredor infinito con muchas puertas a lado y lado y con mirillas desde donde se observa al individuo en todo su tránsito digital pero que cuando éste entra en una de esas habitaciones (o sea, da click), encuentra un holograma de un paisaje ideal conectado con sus sueños o intenciones, detrás del cual hay cámaras y micrófonos como si se tratase de un reallity.

La persona anestesiada por la experiencia se sumerge en una situación similar a la del azúcar pero tarde o temprano se va dando cuenta que algo no va bien (pasa mucho tiempo detrás de las pantallas, su visión ya no funciona igual que antes, el tiempo que hace poco compartía con personas físicamente ahora lo pasa frente a una fuente de luz con colores y sonidos) y como en ese momento, cuando se da cuenta que algo no va bien envía señales digitales (o sea la trazabilidad del comportamiento), sale nuevamente al corredor para una vez más entrar en una nueva habitación (WhatsApp, Instagram, Messenger, Threads…) continuando en un ciclo interminable de experiencias redundantes y tóxicas.

Meta es una compañía mentirosa y manipuladora

Con el paso de los años Facebook esgrimió una gran cantidad de argumentos para reducir el alcance orgánico dentro de los cuales resalto el más ridículo y el más usado para justificar su decisión que es “estamos protegiendo del spam a los miembros de nuestra red social“.

Es falso totalmente. No es para proteger al usuario, claramente no, es porque Meta, propietaria de Facebook, es una empresa vendedora de anuncios que usa los datos de las personas que están secuestradas para facturar. Es un tema lógico, a la gente no se le puede decir “regístrense en esta plataforma de anuncios”, porque nadie entraría ya que con el tiempo hemos desarrollado incipientes mecanismos de proyección contra la comunicación basada en la interrupción (los anuncios). Lo que hacen plataformas como Facebook, Instagram, WhatsApp, Threads, es constituirse como un lugar en donde crear el holograma ideal, meter a la mayor cantidad posible de personas, todos por su propia voluntad, llevarlos a una carrera de ratas sin salida y usarlos mientras estén allí.

Señales del secuestro

El secuestro no es literalmente físico sino de la atención, de la mente de las personas.

Una primera señal está en cuando usted que lee esto abre sin pensarlo una aplicación en su móvil de forma automática, e inmediatamente al abrirla empieza a bajar por el timeline y cuando se “despierta“ se da cuenta que lleva 30 o 40 minutos sin hacer absolutamente nada productivo, entró sin un objetivo claro y simplemente se perdió, pero esto le sucede día tras día, varias veces al día.

Una segunda señal está en cuando usted que lee tiene un momento de lucidez entendiendo que lo que tiene en su bolsillo es peligroso porque entró al baño y se quedó 40 minutos allí, perdiéndose digitalmente. Usando la inercia que le da la lucidez temporal se pone la meta de a partir de la próxima ocasión hacerlo menos tiempo pero vuelve y cae una y otra vez irremediablemente.

Los hábitos del individuo fueron manipulados y su mente está secuestrada porque incluso cree que lo necesita, como un drogadicto, porque incluso cree que no es un problema y lo justifica “el mundo está caminando por acá“, “todo el mundo lo hace o lo usa“.

El alcance orgánico en los estados de WhatsApp

Quien olvida su historia esta condenado a repetirla (Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana).

WhatsApp no es otra cosa que una habitación más sobre el corredor que nos muestra el holograma que queremos ver una vez entramos (o hacemos click). Nos decimos a nosotros mismos “es rápido“, “es seguro“, “todo el mundo está aquí a diferencia de en Telegram“, “es mejor que las llamadas telefónicas“, “tiene muchos servicios“, el mismo comportamiento del secuestrado que ve lo bueno en su captor.

Al haber sido tester de Facebook cuando estaba entrando en Latinoamérica y vivir la plataforma hasta el día de hoy, ahora puedo entender claramente que lo que está ocurriendo con WhatsApp es exactamente lo mismo pero en una plataforma distinta. WhatsApp poco a poco va a seguir el mismo patrón de comportamiento de Facebook porque es el modus operandi de Meta y de su creador. ¿Cuál modus operandi?.

La primera misión era crear una gran masa crítica sobre una plataforma que permitiera vender una idea y esa masa crítica ya existe hace muchos años. CUMPLIDA.

La segunda misión era vender la idea milimétricamente y con el tiempo se ha ido sembrando la creencia que WhatsApp no se puede reemplazar, que no hay nada igual y así miles de millones de personas han modificado sus hábitos o han construido nuevos en el escenario digital usando WhatsApp. CUMPLIDA.

La tercera misión es, y no digo era porque está en curso en este momento, ir moviéndole las fichas al usuario, ¿ésto qué quiere decir?. Significa que como ha pasado el suficiente tiempo y se han ejecutado correctamente las dos misiones anteriores, hoy las personas ya no negocian a WhatsApp, incluso luego de haber probado temporal y masivamente Telegram y otras plataformas similares en una de esas crisis de reputación de la plataforma de Meta, es el momento de hacer lo de siempre. ¿Qué puede suceder?.

  • Reducción del alcance orgánico. WhatsApp no es otra cosa que un canal de chat que poco a poco va recibiendo esteroides y se va inflando pero no es otra cosa distinta a eso. A diferencia de una red social, hoy no cuenta con los recursos tradicionales de las redes sociales digitales, tenemos conversaciones individuales, conversaciones grupales, un simulacro de tienda en línea, llamadas y estados, poco más o poco menos, pero no será así para siempre. Como Meta es una empresa traficante de datos y vendedora de anuncios, su modus operandi nos muestra que reducirá el alcance orgánico por alguna parte con el argumento de proteger a los usuarios. Como es una plataforma de chat, hoy solamente podrían reducir el alcance orgánico en los estados y es lo que va a pasar o ya está pasando para muchos. ¿Para qué reducirá el alcance orgánico?. Para lo mismo de siempre, al ver que nadie ve lo que publicamos en nuestros estados, por lo menos las empresas se verán en la obligación de ampliar el poder de comunicación de sus marcas comprando anuncios, ahí está parte del negocio.
  • Espionaje. Meta tiene muchos datos de las personas y de muy buena calidad porque puede observar el comportamiento de un usuario en Facebook y esa data recogerla y cruzarla contra lo que hace en Instagram y esa data continuar cruzándola contra lo que hace en Messenger y esa data continuar cruzándola contra lo que hace en WhatsApp y esa data cruzarla contra lo que hace esa persona en Threads (pese a que públicamente se diga que no lo hacen, claro que lo hacen y si somos atentos o realizamos pruebas piloto lo entenderemos). Pero las personas nos decimos a nosotros mismos “yo nos soy tan importante como para que me espíen, espían a las celebridades, a los famosos, no a mi“. Estamos muy equivocados porque esa data se utiliza, no sólo para ofrecer productos o servicios, como todos pensamos, sino para diseñar estrategias que modifiquen el comportamiento de las personas, ingeniería social digital. Esto suena my raro pero si se urga un poquito nos daremos cuenta que no es ciencia ficción, viene pasando desde hace mucho tiempo y Meta es una compañía con esta misión, una herramienta de observación y control. Como un alcohólico, el ciudadano digital se dice a sí mismo, “yo tengo el control“ pero realmente no es así. Tan no es así que en alguna época, cuando surgió el boom de “Facebook y Google nos escuchan a través de nuestros dispositivos móviles”, en esa época si lo queríamos podíamos quitarle la batería al móvil (porque apagarlo no era suficiente) pero hoy, casi ninguna marca fabrica teléfonos a los que se les pueda quitar la batería. Jajajajaja, claro que tenemos el control.
  • Publicidad. Como ya lo he mencionado Meta es una compañía que trafica con información y que vende anuncios publicitarios, entre otras actividades, por lo que es totalmente lógico que los anuncios publicitarios lleguen a WhatsApp porque 1) ya tienen la masa crítica creada, 2) la gente no negocia a WhatsApp por lo que “aunque los incomodemos no se van a ir porque allí tienen a todos sus amigos, familiares, clientes, proveedores, contactos, una importante parte de su vida digital, pero sobre todo, no tienen la capacidad de hacer un movimiento sincronizado y pasarse todos en bloque para otro lugar”.

Data cruzada entre plataformas, el sueño del peor de los caudillejos digitales con ínfulas dictatoriales (Carlos Cortés).

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