En México se encuentra el 46% d las variedades de estas plantas. Los coleccionistas extranjeros están dispuestos a pagar hasta diez mil dólares por algún ejemplar que les interese para colocarlo en sus jardines de estilo desértico que requieren poco riego. Aunque muchas de estas especies son protegidas por las leyes mexicanas, circulan ilegalmente en mercados populares y en importantes cargamentos de las redes del crimen organizado. Las multas por su comercio furtivo alcanzan hasta 25,000 dólares, pero la policía mexicana al centrar su esfuerzo en el combate al tráficio de drogas, deja impunes la mayoría de los casos.