El fullereno, C60 o buckminsterfullereno, es una molécula formada por la condensación de 60 átomos de Carbono en una estructura cuasiesférica de 12 caras pentagonales y 20 hexagonales; a escala, igual que un balón de fútbol. Por eso es conocido como futboleno.

Es la tercera forma más estable del carbono tras el diamante y el grafito, pero se ha popularizado por su belleza estructural y su potencial aplicación en medicina, pues el espacio que hay en sus hexágonos y pentágonos serviría para atrapar enzimas cancerígenas. De hecho, a partir del descubrimiento de esta molécula, la nanotecnología tuvo un crecimiento exponencial y motivó el posterior hallazgo de otros materiales basados en carbono como los nanotubos y el grafeno.

El C60 se puede producir con distintas técnicas e incluso durante el proceso de combustión de una vela común y corriente, pero su más reciente sorpresa es que fue detectado en el espacio, en 2010. Eso significa que los procesos físicos básicos para originar vida podrían ser más comunes de lo que se creía, pues la presencia de una molécula tan compleja alrededor de estrellas como el Sol sugiere que podría crearse vida en cualquier rincón del universo.

Al tratarse de una especie de jaula para otras moléculas y átomos, las moléculas intergalácticas de futboleno pudieron haber transportado a la Tierra las sustancias que detonaron el inicio de la vida.