Parece ser que la nueva adicción del siglo 21 es permanecer en línea todo el día. Las personas prefieren llenar un cuadro de texto en vez de interactuar cara a cara. El tedio es combatido encendiendo un aparato electrónico en vez de hacer Actividades en grupo.

Si el hecho de estar desconectado te produce escalofríos, tal vez se deba a que no has encontrado una forma confortable de disfrutar de tus propios pensamientos, de gozar de tu propio silencio.
Cuando te decides a apagar todos los aparatos, puedes darte cuenta del tiempo de calidad que le puedes dedicar a los tuyos y te sorprenderá lo eficiente que te vuelves en el trabajo.

Tiempo para pensar. El cerebro es la mejor herramienta, ahora medita un momento ¿Cómo puedes usarla eficientemente si siempre lo estas distrayendo?

Guíate a ti mismo. Somos seres sociales, siempre estamos perteneciendo a diferentes grupos; eso muy útil realizar actividades en conjunto para divertirnos o para trabajar. Lo malo es depender de estos grupos para realizar todas y cada una de nuestras actividades sin dejar espacio para nuestra individualidad. Si para todas tus acciones dependes del grupo, entonces actuaras dependiendo de los intereses del mismo; sacrificando en ocasiones tus propios deseos.

Elige a tus amigos. Digamos que no puedes pasar el tiempo solo, está bien; ahora lo que tienes que hacer es elegir con cuidado con quien pasas el tiempo libre. Elije a aquellas personas que te llenen de vitalidad y energía y deshaces de los que sólo se reúnen para quejarse de la vida y de la mala suerte que los acompaña siempre.

Espacio interior. Existe una buena razón por lo que la gente medita. Dentro de ti están todas las respuestas a todas tus inquietudes; sólo tienes que dedicarle un momento a escuchar a esas voces interiores para despejar cualquier duda que tengas.

Trabaja desconectado. Olvídate de Internet, de la televisión, del radio por un momento; evita la impulso de saber que pasa en el mundo y después ponte a trabajar. El tiempo que te quede libre al terminar, dedícalo a alguna persona que esté contigo para tener una conversación real.

Cierra la puerta. Cuando cierras la puerta (aunque sea en sentido figurado) te asegurará que los que no tienen nada que hacer no te molesten con situaciones triviales que sólo te quitaran tiempo e interrumpirán tu flujo de trabajo. De ejemplo tenemos el sonido “tling” cuando te llega un mensaje por el Messenger, cierra esa sesión y dedícate a lo tuyo.

Despierta temprano. Si te despiertas entre una hora y media hora más temprano que de costumbre, te dará el tiempo suficiente para procesar y planear todas a las actividades que te esperan en el transcurso del día, no olvides dedicar una parte de esa agenda al descanso.

Para el auto. Si tú apretada agenda no te permite disfrutar de un momento de tranquilidad en ninguno de los lugares a los que tienes que ir, antes de llegar a ello, para el auto y piensa un poco en la siguiente actividad, te enfocará mejor y podrás lograr tus metas sin inquietarte.

Lee. El hábito de leer genera en la mente una constante producción de imaginación, ningún aparato de televisión generará tantas ideas en tu cerebro como un buen libro. Y lo mejor de todo, pocos te molestan cuando tienes un libro en tus manos y además produce el efecto de querer acompañarte a hacer lo mismo.

Inicia un pasatiempo. Tener tiempo libre no significa no hacer nada, más bien es hacer lo que nos gusta hacer. Claro que también es válido buscar actividades nuevas que ocupen tu día y te mantengan entretenido al algo beneficioso y divertido.

Corre. La mejor forma de enfocarte en ti mismo es correr, es un momento en que simplemente no puedes prestar atención a nada más, ya que tu corazón te estará gritando tan fuerte que todo lo demás se te olvidará.

 Apaga la pantalla. La televisón se puede convertir en un sustituto de tu vida social, ls personajes que puedes ver se comprometen tanto en mostrar una vida privada que es fácil considerarlos como amigos. Apaga ese aparato cuando estés solo y busca con quien socializar en el mundo real.

Meditación. Para meditar no es necesario vestir una túnica o raparse el cabello. Simplemente siéntate un momento, dedica tu atención a la forma en la que respiras, siente cada uno de tus musculos y observa las cosas que te rodean. La meditación te ayuda a apreciar el silencio.

Cinco minutos. La próxima ocasión en la que sientas el deseo de ver el contador de visitas de tu blog, o cuando sientas el deseo irrefrenable de leer el correo electrónico, detente 5minutos a realizar cualquier otra actividad. Si continuas con esa necesidad, tal vez sea necesario salir de casa a dar un paseo.

Paren la música. A mí me encanta escuchar música y oír los podcast; pero el silencio ayuda a enfocarte en lo que sea que tengas que prestar toda tu atención. Apaga cualquier IPod o radio durante algunos minutos para darte un tiempo para pensar.

Conectarse una vez al día. Intenta conectarte a Internet sólo una vez al día. Planea lo que vas a realizar en esa ocasión: leer el correo, revisar mi Facebook, actualiza el blog, consultar una duda pendiente. Después de terminar la lista de actividades programadas apagas el aparato y te retiras.
Si no te sientes cómodo contigo mismo, es muy difícil que te sientas bien con los demás. Disfrutar del tiempo solo y podrás comprender mejor las relaciones sociales frente a frente.