(Digital- Erick Larkens)
Es cada vez más sorprendente como avanzan las ciencias exactas en estos tiempos, desde los tigres asiáticos hasta los refinados ingleses se busca la perfección, la elegancia y la funcionalidad en celulares, computadoras,medios de transporte, electrodomésticos...y se va más allá en el campo de la invención de artefactos sacados de un libro de Julio Verne o que dejaron las manos de astronautas y agentes del servicio secreto para terminar en el bolso de cualquier ciudadano con el presupuesto para pagárselo. Desde la guerra fría y aun 21 años después de su final, áreas como la química, la medicina, la ingeniería y la informática va a pasos agigantados desde los claustros universitarios y la empresa privada; la competencia por la modernidad y la vanguardia dejan los bloques políticos e ideológicos y avanza por las sendas del capitalismo en una cuestión de aumento de dividendos y acaparamiento del mercado.
Después de escribir acerca de la obviedad del tiempo presente y muy seguramente del tiempo futuro, quedan excluidas de ese párrafo las humanidades y el derecho, ¿Estamos avanzando con la misma rapidez que nuestras afanadas hermanas: las ciencias exactas?, ¿Avanzamos en su misma dirección? es más: ¿Avanzamos realmente?.
Para empezar, lamentablemente (por lo menos desde el punto de vista del derecho, no creo tener la suficiente autoridad para hablar de las humanidades en general) la legislación esta quedando maniatada frente a los avances de la tecnología y las ciencias, y sus leyes y decretos caducos se adaptan más y más,sin llegar a cambios de fondo, mostrando la desnudez del sistema legal frente a asuntos como los delitos informáticos, la regulación acerca del uso de determinados inventos y descubrimientos y la obtención o violación de patentes. Y como siempre, se cae en el exceso de leyes o en el readaptamiento de modelos extranjeros, algo que no seria malo si se hiciera de manera adecuada.
De cara a un mundo sumido en la globalización y en el culto a los bits, se genera una nueva filosofía de vida de instantáneidad, sobreinformacion (o manipulación de la misma según el caso) e individualismo, se borran las barreras espacio temporales y se acude a un ente sin horas o fronteras como espacio de interacción social, económica y académica en un periodo de transición entre la manualidad y el materialismo y la virtualidad e inmaterialidad.
¿Como las ciencias sociales y el derecho en particular, enfrentaran la abrumadora soledad producto del aislamiento debido a la independencia respecto a otros? el derecho se ve enfrentado a que muchas de las conductas que vigilaba y regulaba se transportan a un espacio sin fronteras ni nacionalidades, adolece de aspecto físico y es tan espacioso como maleable a intereses públicos y privados, todo en el mismo instante en el que miles de abogados usan un código civil de los albores de nuestra independencia.
Infortunadamente, no tengo siquiera una aproximación a una respuesta a semejante problemática,más que los conceptos que pueda emitir la doctrina y que más adelante la jurisprudencia (y con suerte y buenos congresistas) las leyes tomen la vanguardia de las ciencias naturales y los hombres y las sociedades no se distraigan tanto bajo la lentejuela de lo nuevo y brillante y de nuevo se reúnan como maestros y discípulos a filosofar.
