Ni ando en minifalda en un restaurante sabanero ni asisto a las homilias de Florence Thomas  donde sacrifican un varon como ofrenda a la diosa Femis, Ahora ser feminista esta de moda, quiero decir con esto que  ser mujer es excusa, axioma, alfa y omega para todo tipo de desfachateces y falacias argumentativas (unas resentidas y otras hasta ingenuas).
Años y años de progresos legales y sociales en busca de un lugar en deuda por el sentido comun para caer ante las niñas vieja escuela de modales color rosado que no dudan en acostarse con un hombre que recien conocen y esta bien, pero sueñan con un principe en AUDI oara casarse de blanco hipocrecia y tener hijitas para enseñarls a ser pulcras y solapadas.
Tampoco creo en las feminais de axilas velludas con sus arengas resentidas, santificando fluidos corporales y bebiendolos del santo grial (o mas bien de uan femcup). Van en contra de los cliches que intrinsecamente las hace felices porque se sienten superiores al controvertirlos tajuantemente.
Como si 5 dias de sangre y colicos no fueran mas opresores y juridicos que una mujer-llavero con sindrome de ama de casa o una empeñada y terca mujer queb todo le genera prurito machista y maneja un delirio de amazona liberadora desde lo alto de su yegua (ni modo que caballo, porque es macho y bajo su logica, opresor y misogino) sintiendo lastima de las pobres esposas que caminan con sus maridos. No hay mayor misoginia que la de las mujeres encasilladas en su papel, en sus minifaldas, en sus jabones intimos para floradas y desfloradas, como si la vagina fuera algo sucio, como si ahora debiera oler a manzanilla y no a fluidos y deseo o en la paranoia del "patriarcado".
Cada cual femenina a su manera.