No es Ver para Creer, no es por allí, es Creer para poder Crear, y así ver y disfrutar, esa mejor realidad que queremos, merecemos y podemos lograr.

Pero nos aferramos aun a viejas creencias, “Hay que ver para Creer” nos enseñaron por siglos, y ese pensamiento limitante se convirtió en convicción y principio de vida de la inmensa mayoría de los seres humanos, un ejemplo sencillo y cotidiano que me atrevo a afirmar que casi sin excepción todos hemos vivido: El Saludo.

EJEMPLO PRÁCTICO:

Si, así es, ¡El Saludo!!! ¿No te has dado cuenta de que ese primer saludo que al iniciar el día nos damos a nosotros mismos y a los demás puede ser un acto creador que impulse o coloque freno absoluto a los logros de cada jornada? Me explico; cuando nos saludan con un gesto de alegre, una sonrisa, aceptamos el saludo como una norma de cortesía, esa es la regla que por lo general seguimos, no le damos trascendencia, no Creemos en la idea, de que en nosotros esta la capacidad de Crear las circunstancias para merecerlos y de esta manera, aun mas disfrutarlos y convertirlos en estimulo para el resto de nuestra jornada. Pero, ¿y que pasa cuando es al contrario?, ¿Cuándo recibimos gestos “hostiles” o desagradables de parte de otras personas? Por lo general lo tomamos como afrenta personal y son expresiones comunes frases como estas: “Fulanito(a) me amargo el día”, “Tan bien que venia yo y fulanito(a) me echo a perder la mañana”, y compartimos luego nuestra “tragedia” con personas cercanas: “Fulanito(a) si que tiene riñones, no se quien se cree…”, y ya en la noche al llegar a casa: “No sabes las vainas de fulanito(a) esta mañana, no sabes lo que me hizo…”

Somos creadores de la inmensa mayoría de las circunstancias que afectan y/o favorecen nuestro día a día, quienes han realizado estudios al respecto hablan de una proporción 90-10, donde 90 corresponde al porcentaje de circunstancias que podemos Crear, y el 10 restante al porcentaje ajeno a nuestro control, pero aceptar esto no es fácil, por otra sencilla razón; Implica aceptar nuestra responsabilidad en casi todo cuanto atraemos y creamos en nuestras vidas, nuestros logros, nuestros “fracasos”, nuestras alegrías y penas, amores y desengaños… aceptar nuestra responsabilidad en lugar de la culpa del entorno, de los demás y de las circunstancias, he aquí el dilema que enfrentamos, ir en contra de lo que históricamente se nos ha enseñado, cuestionar nuestras creencias.

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CREAR PARA CREER VS CREER PARA CREAR:

No es Ver para Creer, no es por allí… he afirmado, y me preguntan al respecto, ¿No es mejor Crear para poder Creer luego que se puede? Volvamos pues al ejemplo anterior para explicar mi razonamiento:

Crear para Creer: Por supuesto que es valido, pero solo cuando existe la conciencia de nuestra responsabilidad en lo creado, y no como algo circunstancial o atribuido al azar, que es lo que por lo general ocurre, quien no se cree capaz de provocar una sonrisa, o peor aun, de merecer gestos de amabilidad y afecto, asume los que recibe como gestos creados por factores externos; educación, cortesía y en muchos casos, hipocresía incluso… igual al contrario, al no asumir que podemos Crear la posibilidad cierta de mejores reacciones de las personas hacia nosotros en lugar de revisar nuestra responsabilidad en las actitudes contrarias que recibimos limitamos la posibilidad de influir para mejorar las mismas y al mismo tiempo nuestro crecimiento entorpeciendo a la vez muchos de los logros de nuestro día a día. Lo mismo ocurre para muchos otros aspectos, por ejemplo: Recibimos un aumento de sueldo porque “ya tocaba” y no porque creemos merecerlo por nuestra labor; hicimos un buen negocio porque hoy es nuestro día de suerte, o el cliente “estaba de buenas”, no porque creíamos que hemos hecho el trabajo adecuado para que la negociación se diera de manera efectiva; esa manifestación de amistad y/o de cariño, es porque “algún interés hay detrás” no porque gracias a nuestra personalidad y actitud seamos creadores y merecedores de las mismas… y tantos ejemplos como aquellas anécdotas que mientras reflexionas sobre estas líneas puedas traer de nuevo a la memoria. La trascendencia de lo que creamos pierde valor para nosotros mismos, cuando desligamos lo creado de nuestro poder creador, y esto es importante entenderlo.

Creer para Crear: Decía el buen amigo Bruce Lee: “La fe es un estado de la mente mediante el cual un hombre puede concebir y crear.” Todo lo que el hombre ha sido capaz de imaginar, también lo ha podido Crear, o esta en proceso de hacerlo realidad, en nuestra era actual la ficción y la realidad están cada vez mas cercanas, y los nuevos modelos de comunicación existentes nos permiten no solo tomar conciencia de esta verdad, sino también ser parte activa y esencial de la misma. Nuevos modelos de comunicación que nos acercan cada vez mas a un fortalecido sistema de pensamientos y entendimiento de nuestro existir… ¡Somos seres creadores por Naturaleza Divina!!! Y es la expresión que cada uno de nosotros haga de este poder una de las maneras más hermosas de honrar esa Divinidad que nos ha otorgado la gracia de la Vida.

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¿QUÉ NOS FRENA ENTONCES?

Tal vez, que en nuestra arrogancia, el hombre ha realizado, y muchas veces con “éxito”, intentos desesperados por traer a nuestro limitado nivel de conocimientos aquello que no somos capaces de entender, o de ver, como la existencia de Dios y la Fe por ejemplo. Interpretamos el “ser creados a Su imagen y semejanza” atribuyéndole a El características humanas como el ser rencoroso, vengativo, selectivo en su capacidad de amar, y mucho mas, en lugar de atribuirnos nosotros aspectos tan Divinos y Maravillosos como la capacidad de Amar, de Perdonar, de Creer y de Crear… así somos de arrogantes, es como esos científicos que descartan sin vacilar la posibilidad de vida extraterrestre porque otros planetas “no reúnen las condiciones necesarias para la vida, como oxigeno y agua”, y me pregunto yo, Si hablamos de vida extraterrestre, civilizaciones desconocidas, ¿Cómo sabemos que son las mismas condiciones que las requeridas por nosotros las que ellos necesitan?

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MI CONCLUSIÓN:

Insisto, debemos cuestionar nuestras Creencias, estamos en un momento crucial en la historia de la humanidad, diferentes culturas, religiones, civilizaciones que ya no existen incluso, nos ha dejado señales de ello, ¿qué es lo que exactamente esta por venir? Eso no lo sabemos, nadie lo sabrá con exactitud; ¿que debemos hacer entonces?, mis ideas en este punto se acercan a lo que cada vez más se manifiesta como un Pensamiento Colectivo de nuestra humanidad: Vivir y disfrutar el presente, reencontrarnos con nuestro poder personal y la fe en nosotros mismos, y de esta manera manifestar y glorificar la fe en esa extraordinaria Fuerza Creadora que nos dio la vida, eso pienso, pues es nuestra fe o la falta de ella, la que determinara el destino del hombre y de la vida en la tierra, y de esto si no tengo duda, la buena noticia: Podemos elegir en que Creer, y de esta manera hacer nuestro mejor esfuerzo con el entusiasmo de que lo podremos Crear.

“La buena noticia: Podemos elegir en que Creer, y de esta manera hacer nuestro mejor esfuerzo con el entusiasmo de que lo podremos Crear.”