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Mi Madre y Yo

02/10/2017

Ya es de noche aquí en Colorado, hoy pensé escribir más temprano pero la computadora de mi esposo no funcionaba, así que le presté la mía. Hoy día fue un día especial, Febrero 10 del 1950 nació mi madre: más conocida como La Eli. Para los que conocen a mi mami, saben que es todo un personaje. Describirla es imposible. En honor a esta fecha, hoy escribo sobre Ella, mi mamá, mi héroe. Desde que la conocí ya sabía que iba a ser mi héroe, pues pasó por muchas cosas muy fuertes y aun así salió adelante. Y ahí estaba yo. Mi mamá con sus 24 años ya era madre en Perú, en esas épocas en 1974 me imagino que el ser madre soltera no era fácil, pero el apoyo familiar y la perseverancia de mi madre se manifestó a través de los años.

Ya más adelante sabrán un poco mas de mi niñez y como crecí, pero no hay duda que hubieron momentos difíciles y otros no tan difíciles, y ahora que yo soy madre me pregunto, y de dónde sacaba tanta fuerza mi mamá? La fingía? La tenía? Como le hacía? Pues yo creo que me hubiese sentido devastada en muchos momentos que  pasamos por fuertes experiencias. Pero no, aunque me imagino que a veces sufriera por dentro, jamás vi a una Mama derrotada, ella se aseguró de mostrarme que sí se puede, y cuando no se podía me enseñó a buscar ayuda. Me dió la oportunidad de creer que la vida puede ser maravillosa.

A pesar que sí hemos tenido momentos duros en nuestras vidas, especialmente los primeros años, sin esos momentos, ni ella ni yo estaríamos donde estamos. Y un poco que da miedo pensar en eso, pues a veces me digo yo misma: Acaso tuvimos que haber pasado por todo eso para ser quien somos? acaso todos tienen que tener una experiencia fuerte en sus vidas para crecer personalmente? La verdad espero que no.

A mi mamá no la vi llorar, nunca la escuché hablar mal de la gente, no la vi con novios, no la vi amargada. No crean que no se molestaba, si se molestaba, pero tenía su manera particular de hacerlo. Nunca la vi perder los papeles excepto una vez que estábamos en una feria y unos hombres no respetaron a unas señoras de edad y mi mamá sin vergüenza alguna los agarró de los pelos, ja ja ja,  jamás me voy a olvidar. Estábamos con mi primo y pretendimos que ni la conocíamos. Esa es mi mama.

Mi mamá puede parecer la persona más extraña del mundo, ama su independencia y no la cambia por nada ni por nadie. Su comodidad es primero. Y aunque no es muy sociable, tengo que decirles que la gente la necesita, me lo dicen, quieren hablar con ella, y es increíble como ella puede ser un imán para mucha gente. Mi mamá es la mejor suegra, mi esposo la adora, por una muy simple razón, que ella me insiste que necesito tener más sexo con mi esposo. Exactamente, hasta de eso hablamos. Con mi mama te puedes pasar horas hablando, y también pueden pasar años de no verla.

Y bueno mi mama es una abuela de primera. Aunque ustedes no lo crean, a mi mamá no le gusta viajar, pues quiere ella viajar como reina, y bueno eso es casi imposible, pero lo ha hecho muchas veces para estar conmigo y su nieto. Tan reina es ella, que cuando le dije que venga la primera vez, me dijo: “Ay hijita no me podrías venir a recoger?” ja jaja, imagínense estamos muy lejos, de Perú a Colorado. Le dije no, ni hablar. Pero yo la conozco muy bien, ella es la reina, así que hicimos un trato, que yo viajaba a Houston y la iba a recoger de ahí, y juntas nos tomábamos un avión a Denver.

Mi mamá pregunta y pregunta todo, así que en ese primer viaje antes de venir me preguntó que estación del año era aquí en Estados Unidos, yo le contesté que era invierno. Así que mi mama se alistó y viajó, la esperé en Houston, no la encontraba y yo preocupada que no la iba a ver y que íbamos a perder el vuelo para Denver. En eso escucho unos gritos: “Mi Hija, mi hija” y quién era? La mamá. Cuando llegamos a Denver, su primera vez, en cuanto vio el paisaje, otra vez da un grito, y dice: “Que es eso en mis ojos?”, y yo le contesto, el sol mamá. Y ella gritando me dice:” Pero no me habías dicho que era invierno aquí? En Lima no hay sol en invierno”. Esa es mi mama, una persona que en cuanto la ves te hace reír, sin ni siquiera intentarlo.

En otra ocasión que la reina llegó a Denver, teníamos una gata, digamos que mi mamá no es muy amante de los animales. Aunque ella trató y trató de coexistir con la gata, no pudo, y viene y me dice:”hijita no te vayas a molestar pero creo que mejor me voy a un hotel”. Mi respuesta fue, claro que no, la que se fue al hotel fue la gata. Cuando mi mama viene a visitar, viene por varios meses, y no hay día que no nos riamos, hasta ahora no entiendo cómo puede pasar tantas horas en una tienda, pero esa es ella, creo que vive en el momento.

Mi mamá me enseño mucho del poder de la mente. También ella me decía lo que pensaba y después me decía que no la escuchara ya que lo que estaba diciéndome no era correcto. Ella me dejo tener mi propia mentalidad, me dejo ser libre. Mi mamá era la mamá que le decía a su hija que quería leer el periódico y tomar su café con tranquilidad y después jugar conmigo. De cierta manera yo siempre la vi que ella se ponía primero, y aunque tal vez ella piense: como que primero?  si yo tuve que hacer esto y esto por ti.  Pero la verdad le doy gracias por haberse puesto primero, por no ser una de esas madres sacrificadas a tal punto que  ya no dan más. Eso me enseño a mí a tener amor propio, que aunque ames a tus hijos, tú necesitas estar bien primero para poder dar lo mejor de ti.

Con mi mama muchas veces no estamos de acuerdo, pero cuando no lo estamos, nos respetamos, jamás hemos tenido una pelea espantosa, ella me enseñó como respetar a pesar de no estar de acuerdo. Ella me enseño a ver el lado positivo de las cosas, ella no solo me dijo que me amara a mi misma sino que me lo demostró como una modelo. Sí, a veces ha sido un inconveniente que ella sea ella y que yo sea yo, pero al final la relación que tenemos es casi indescriptible, no existen adjetivos para describir lo que es ser la hija de mi mamá. No necesitamos estar cerca para estar presentes, a pesar de la distancia, es una distancia física, pues diría yo que con ella comparto una dimensión especial. No nos extrañamos, no lloramos cuando nos despedimos. Al contrario, cuando no estamos juntas, sentimos que estamos juntas y nos ilusionamos de saber que pronto estaremos físicamente juntas.

Mi mama es mi compañera de tomar desayunos cuando está aquí, mi mamá es esa abuela que no necesita instrucciones, y mi mamá y yo seguimos creciendo para ser mejores. Ella en su camino y yo en el mío. Mi mamá ha sido controversial, mi mama ha sido rebelde, mi mama nunca se ha callado siempre fue muy directa. Así que como pueden ver ella, mi mamá, ha sido una gran influencie en quién soy yo. No está en muchas cosas de acuerdo conmigo, y seguro quisiera ella que yo haya hecho otras cosas con mi vida, pero al mismo tiempo está feliz porque yo soy mi verdadero yo.

Lo único que puedo decir es gracias mamá por ser quien fuiste, por ser quien eres, y por permitirnos ser nosotras mismas. La vida nos ha premiado con esta aventura de ser madre e hija, y como sé que si se puede tener esa clase de experiencia con un padre, espero poder llegar a hacerlo con mi hijo.

Gracias mamá te quiero mucho

Yo





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