BRECHANDO
08-02-2024
Antonio Quevedo Susunaga
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, comentó ayer en su Mañanera, que los ataques en su contra lo pudo haber generado el hecho de que la Fiscalía General de la República, tiene detectado al segundo tirador del asesinato de Luis Donaldo Colosio y suena enredado el nombre de Carlos Salinas.
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El hecho de que haya sido un ataque presuntamente con datos de la DEA, de hace 12 años, de presuntas investigaciones desechadas de un soborno de 2 millones de dólares para la campaña de López Obrador, es un disfraz político que resulta increíble, en la denominada “Operación Polanco”.
En la columna Brecha del primero de febrero, en el cuerpo de la columna sostengo mi tesis que dichos ataques podían ser “una cortina de humo” para cubrir la noticia de que encontraron al segundo tirando, en la investigación de la Fiscalía General de la República, hecho que los responsables de dicho asesinato tienen el interés de ocultarlo y se menciona la presunta responsabilidad del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari.
Desde el momento que ocurrieron los hechos del magnicidio, el 23 de marzo de 1994, en Tijuana, se habló que uno de los presuntos responsables era el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, como también que había un beneficiario que era Ernesto Zedillo, que fue beneficiado con la candidatura presidencial.
La tesis que describe el presidente ayer, tiene mucho fundamento, realmente se usó a la DEA para golpear al presidente López Obrador, de haber recibido dinero de los narcos de Sinaloa, como una manera de distraer el tema, desviar la atención y crear una cortina de humo para no seguir hablando en los medios del segundo tirador del asesinato de Luis Donaldo Colosio, ligado al CISEN y a Genaro García Luna, obviamente en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Es evidente que hay grandes intereses para impedir que la Fiscalía General de la República, continúe con las investigaciones del segundo tirador, debido a que esto les da un giro impresionante a las investigaciones y acercan el caso a la responsabilidad de Salinas de Gortari, entonces presidente de la república.
La Fiscalía General de la República deberá apresurarse a buscar y detener al “segundo tirador”, de lo contrario quienes no desean que estos hechos se aclaren, pueden atentar contra la vida de este presunto segundo tirador.
La presunta filtración de la DEA, en contra de López Obrador, dejó muchas cosas en claro, como el escrito hecho por la periodista Anabel Hernández, en donde hace afirmaciones sin tener pruebas o fundamento, como quedó demostrado en la entrevista que sostuvo con Julio Astilleros, tal parece que se prestó a esta farsa.
Es evidente que las investigaciones hechas en su momento, torcieron el rumbo con el fin de cerrar el caso con un sólo responsable, Mario Aburto, denominado “el asesino solitario”, teoría que había dado resultados, hasta antes de conocer que un funcionario del CISEN, había hecho un segundo disparo.
Es importante que las autoridades de la Fiscalía en México aceleren las investigaciones y procedan a la detención del “segundo tirador” para evitar que los interesados en ocultar estos hechos, lo asesinen o lo desaparezcan.
Es evidente que la oposición cometió un grave error, que los discursos de Xóchitl Gálvez, acusando a López Obrador de recibir dinero del narco de Sinaloa, no ha arrojado resultado; sin embargo, llama la atención en forma extraordinaria la versión del “segundo tirador” y las posibles implicaciones del presidente Carlos Salinas de Gortari.
La interrogante está en el aire, quiénes son los cómplices del magnicidio, en donde se le quitó la vida a quien sería el presidente de México.
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