BRECHANDO
28-09-2023
Antonio Quevedo Susunaga
En Sinaloa, los priistas están brincando a Morena pero también al PAS, debido a que el PRI está “desfondado” y sin posibilidades políticas para el 2024.
Los priistas que están inconformes con el viejo PRI, intentaron ingresar a Morena, pero fueron rechazados por sus miembros y etiquetados de “corruptos”.
Este hecho exhibió al gobernador Rubén Rocha, como pésimo operador político que finalmente quedó muy mal frente a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, que se puso el traje de “apaga fuegos” y le dio por su lado, a los que protestaban de Morena.
El dirigente del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, que tuvo un pésimo resultado de la alianza que hizo con Morena para hacer ganar al Gobernador Rocha Moya, que fue traicionado, que no le cumplió, que lo difaman y lo persigue a él y su familia, razón por la cual, Héctor está escuchando las invitaciones de Alito Moreno, dirigente nacional del PRI, los panistas y del PRD para caminar juntos en las elecciones del 2024, la puerta está abierta para dialogar.
Es evidente que Morena no está consolidada en Sinaloa, hay molestia contra el gobernador Rocha Moya, los de Morena se sienten marginados y algunos pueden terminar apoyando al PAS en caso de seguir prefiriendo algunos priistas, que les entregó el exgobernador Quirino Ordaz Coppel, que parece que desea ser candidato a senador, claro que puede ser dado que es un cargo que el Verde o algún otro partido se la puede vender.
Es evidente que Morena tendrá un bajón muy fuerte en Sinaloa, con la salida de su relación política con el PAS, si el PRI se prepara puede darle una gran sorpresa a Morena y al gobernador Rocha, que sentirá la falta del voto de los miembros del PAS.
En el ambiente político se advierte que los priistas, que conocen muy bien el quehacer político, “van a la cargada con Morena” para el 2024, con la idea de ganar diputaciones federales, senadurías, alcaldías y otros cargos; sin embargo, los miembros de Morena advierten estas acciones provocando un bloqueo a Rocha y obligando a Claudia Sheinbaum, la máxima dirigente de asegurar que no los recibirán con los cargos en la mano.
El pasado sábado, por operar mal políticamente, quedó contra “la espada y la pared”, que tiene la recomendación del presidente Andrés Manuel López Obrador de sumar a más ciudadanos para ganar la mayoría calificada en los órganos legislativos, por otra parte, el gobernador garroteo a los miembros del PAS, acoso a los productores agrícolas y su familia, y sigue queriendo quitarle el control a los universitarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa, cosa que molesta a universitarios y padres de familia. Estas acciones restan.
Las circunstancias políticas de Sinaloa, obligará a Morena echar andar un extraordinario trabajo político, distante del quehacer político de Rocha Moya con el fin de convencer a un electorado que rechazan al gobierno estatal, pero que desean que en el 2024 apoyen a la Cuarta Transformación.
El “mal sabor de boca” que le dejó a Claudia Sheinbaum, el pasado sábado, seguramente se reflejará en la forma que operarán con la nueva línea política con rumbo al 2024, en donde el presidente de la república, ya no podrá ayudar de la misma manera a Rocha Moya, con todas sus imprudencias políticas que afectan el plan de trabajo de la doctora Sheinbaum.
De convencer el PRI al exgobernador Mario López Valdez, que tiene buena relación con esta fuerza política, le moverán la estructura al gobierno de Rocha.
El otro factor electoral son las acusaciones que hacen contra el gobernador de tener cercanía con las fuerzas fácticas, que lo apoyaron para llegar al poder, de presentar su denuncia el PAN y el PRI, las cosas pueden enredarse más.
En fin, las elecciones del 2024 en Sinaloa no estarán fácil, como tampoco Rocha puede proponer candidato porque corre el riesgo de no tener el apoyo suficiente.
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