Buscando sostener la gobernabilidad y contrarrestar la avanzada opositora, el oficialismo recurre al diálogo con sus rivales políticos, el sindicalismo y los empresarios
En el acto realizado el 9 de Julio en Tucumán por el aniversario de la independencia de Argentina, la Presidenta Cristina Fernández convocó a la oposición al diálogo que el kirchnerismo rehusaba conceder desde su intransigencia,característica que tuvo que revisar tras el revés electoral de junio y la consecuente avanzada de la oposición, sumado a las fisuras que comenzaron a producirse en las filas del oficialismo a partir de ese momento. El enroque que efectuó la presidenta en ministerios y secretarías días atrás poco contribuyó a incrementar el reducido margen de maniobra con el que cuenta el Gobierno para moverse, por lo que el diálogo apunta a bajar el nivel de virulencia en su enfrentamiento con el arco opositor.
Iniciando la rueda de conversaciones, el ministro del Interior, Florencio Randazzo (a cargo de representar al gobierno en esta instancia), recibió el 15 de julio a la comitiva del Acuerdo Cívico y Social en la Casa Rosada. Gerardo Morales, Ernesto Sanz, Margarita Stolbizer y un hombre del vicepresidente Julio Cobos, Daniel Katz, plantearon a Randazzo que se tome nota de la pobreza, la inflación, la regularización del INDEC y la situación económica del país como prioridad respecto del también importante tema de la reforma política, ítem preferido por el gobierno. Randazzo, de quien se subrayó la atención prestada y la corrección de su trato, tomó nota de los planteos y manifestó que se los comunicaría a la presidenta.
La ausente y la Policía
Fiel a su propia intransigencia, que la lleva a resolver de forma inesperada y a destacarse más de lo necesario, Elisa Carrió desistió acudir a la reunión manifestando que el ámbito propicio para el diálogo es el Congreso. Off the record, Margarita Stolbizer fue criticada por sus correligionarios
del ARI por cortarse sola y asistir al convite del gobierno: es que Stolbizer, quien ya tuvo otros roces con su jefa política, busca apartarse del eclipse que para ella significó el elevado personalismo de Carrió tanto en la elección de los candidatos como durante la campaña.
Por su parte, y buscando anotarse algún poroto como referente de la oposición, Mauricio Macri criticó a Carrió por no asistir al encuentro con Randazzo con frases como “es funcional a lo que critica” o “el ego es el drama del siglo XXI”, en clara referencia a su personalismo y a la actitud problemática que la líder del ARI muestra de forma recurrente.
A Macri, que días antes convocó a su gabinete para definir los temas más importantes, le tocó asistir ayer a la Casa Rosada y llevó sus clásicos reclamos a la presidenta Cristina Fernández: recursos para seguridad y extensión de las líneas de subterráneos, el traspaso de las 52 comisarías que la Policía Federal administra en territorio porteño y la coordinación entre esa fuerza y la futura Policía Metropolitana, que será regenteada el propio Macri. Resta ver si el gobierno pone sobre la mesa como elemento de negociación la remoción del impugnadísimo ex comisario Jorge Fino Palacios, designado como jefe de la futura fuerza, cuyos antecedentes prometen más de lo mismo en materia policial.
Mesa aparte
Consensuado con tres meses de anticipación, y dado a conocer en las últimas horas, el gobierno abrirá otro frente de diálogo (por ley o por decreto), reservado para sindicalistas y empresarios. El denominado “consejo para el diálogo económico y social” será un ente de derecho público no estatal de carácter consultivo en materia social, económica y laboral que estará integrado por cuatro representantes del gobierno nacional, 20 por los sindicatos y otros 20 por el empresariado. El reparto de los lugares reservados para los sindicatos se hará entre la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) en proporción de 3 a 1, igual que en el Consejo del Salario (tres para la CGT y uno para la CTA). El mismo parámetro se utilizará para designar a los representantes del empresariado, de los cuales la Unión Industrial Argentina tendrá la mayor proporción. De todas formas habrá que ver cómo se resuelve la interna de la CGT, ya que grupos opositores al camionero Hugo Moyano buscarán reservarse algunas sillas, especialmente aquellos que responden a Luis Barrionuevo, dirigente alineado con el duhaldismo. Por su lado la CTA puede que vuelva sobre el tema de la personería jurídica, que le es negada hasta el presente, pese a su relativo alineamiento con el kirchnerismo.
La Diaria, Montevideo - Uruguay, 22 de julio de 2009.
