La última vez que estuve en mi pueblo, Acebo, fue en el año 2014 para celebrar con parte de la familia nuestras bodas de oro. Nos bañamos en la piscina natural, Jevero, el agua viene de unos pocos kilómetros más arriba pues nace en la cascada de La Cervigona. Limpia, fresca, cristalina. Comimos en el mismo río, en un restaurante donde sirven carne asada deliciosa, paseamos entre la sombra de los