Refrán sanguinario, digno de aquellos siglos de barbarie en que la abstinencia, el ayuno, la disciplina, el cilicio, el martirio, la Cruz eran considerados como maestros de santificación. Losmodernos lo hemos arreglado de otro modo. Hoy día, con la saludable conquista revolucionaria de no ir a la escuela, esto es, con la abolición de las tiránicas faltas de asistencia, y consiguienteanulación de