Bien dice Carmen Arroyo en su cariñoso artículo “Escribir para recordar”. Es verdad que vivo de recuerdos. Orgullosos de nuestro común magisterio escolar, siento afecto hacia ella y su querido Marcelino -García Velasco para más señas-. Es mucho lo que debo agradecerles.Desde hace un tiempo quería escribir sobre Marcelino y me animé más al leer Curiosón y encontrarme con el extraordinario artículo