La demanda fue presentada ante la Corte Federal de Manhattan y se refiere a un artículo publicado el 18 de mayo del 2015, titulado “Funcionarios venezolanos sospechosos de convertir su país en centro global de cocaína”, y según el Wall Street Journal, la investigación reportó que Cabello es uno de los principales objetivos de las pesquisas, aunque también indica que hay otros miembros del gobierno Venezolano vinculados al tráfico de drogas y lavado de dinero.

No hay lugar a dudas, El Capo Cabello está siendo investigado activamente por las instituciones norteamericanas y además, tiene orden de captura internacional por lo que solo ha podido salir de Venezuela a países que no tienen convenio de extradición con los Estados Unidos, tratando de hacer ver a sus seguidores que las acusaciones por narcotráfico son mentira.

Los que somos hijos del primer estado petróleo y gasifero de Venezuela, el estado Monagas, sabemos de todas las fincas que han comprado los Cabello, en dónde han construido pistas de aterrizaje y bunkers de 4×4 para guardar droga y dólares al mejor estilo de Escobar Gaviria. Todo esto aparte del vicio que tiene con los gallos; en Monagas tiene varias galleras con acceso restringido y en las que no son suyas, cuando aparece, apuesta sumas estrafalarias sin el más mínimo pudor. También sus lugartenientes por ejemplo, en San José de Areo, en el límite con el estado Anzoátegui, tiene una super finca el diputado General Hugo Carvajal Barrios uno de sus fieles esbirros, además de la que tiene en el municipio Santa Bárbara, también justificada con sus sueldo como oficial . Nos avergüenza mucho que estos malhechores lamentablemente son hijos de nuestro estado y es una carga de indecencia que nos aflige. Son latifundistas y potentados terrófagos descarados; en cada estado compran o invaden tierras y luego implantan su red de operaciones del narcotráfico. También hay propiedades al sur del Estado Monagas y la más recientemente adquirida, en el Merey de Amana, en donde están desalojando a varios campesinos adjudicatarios de las tierras por parte del INTI (Instituto Nacional de Tierras), pero ahora les son incómodos para la actividad delictiva que desarrolla el Clan Cabello en la zona. Cada vez que aparecen en el sitio entran contingentes de seguridad y pasan ante la mirada atónita de los pobladores decenas de camionetas de lujo hacia la finca. En el estado Bolívar, por la zona entre El Palmar y Tumeremo tiene tierras a las cuales llega en helicóptero y coordina las tareas de despliegue hacia la zona sur del país, Los abusos contra los bienes de la nación son infinitos, usando todo el aparato militar y civil en provecho propio.

Son tantas las evidencias que tienen los estadounidenses, en contra del narcogobierno venezolano que no se podrán escapar de la justicia internacional, por eso no tienen más opción que atornillarse al poder aunque eso implique la destrucción total del país. Perder el gobierno implica, en el mejor de los casos, perder la libertad.
En función de tanta perversión, ocasionada por el narcotráfico, elevo a los honorables diputados de la Asamblea Nacional, revisar la constitución y los tratados internacionales de manera que al caer el narcogobierno, éstos puedan ser enjuiciados internacionalmente y sancionados con todo el rigor de un sistema penitenciario férreo, porque estos mafiosos en Venezuela son unos auténticos pranes y la prisión en Venezuela sería solo un Plan Vacacional para estos criminales de alta peligrosidad. El parlamento venezolano podría colaborar con el saneamiento mundial acabando con una de las redes de la droga más peligrosas del mundo al entregar a 3 de sus cabecillas, los hoy convenientemente convertidos en diputados: Diosdado Cabello Rondón, Hugo “El Pollo” Carvajal Barrios y Pedro Carreño.

Esperando pronto el fin de la pesadilla y la caída del narcogobierno, seguiré dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA y MI PALABRA.

José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño.
Twitter:
@josegbricenot

La Noticia Cara e’ tabla, sus mentiras y secuaces ; Por José Gato Briceño apareció primero en El Periódico Venezolano.