La Copa de las Confederaciones entra en su momento más importante, en los días más llenos de intensidad y de vidilla, cuando solo hay un partido para demostrar el valor de un equipo y solo vale la victoria.
Ahora que se asoman las semifinales de esa competición, que ya no es algo simbólico sino que tiene un valor bastante importante, los candidatos a la victoria final saben de sobra que ya no podrán hacer ningún tipo de cálculo y solamente tendrán que ganar. La décima edición de la Confederaciones, la sin Brasil en las últimas cuatro, se está disputando en Rusia y está dando una clara muestra de cómo se desarrollará el mundial que viene en un país tan grande. Las dos semifinales, que tendrán lugar en Sochi y en Kazán, ciudades más lejanas del ombligo compuesto por Moscú y San Petersburgo.
La primera semifinal es un enfrentamiento entre Europa y América. México, campeón de la CONCACAF, se medirá a Alemania, que llega con el estatus de campeona del mundo, aunque no dispondrá de una serie de cracks. El entrenador Joachim Low ha decidido hacer una serie de experimentos con jugadores más jóvenes, algo que le está saliendo bien puesto que hasta ahora el delantero Timo Werner, de 21 años, es uno de los máximos goleadores del torneo junto con Ronaldo y su compañero Stindl tras haber marcado dos goles. México, que en cambio hará hincapié en la calidad de sus dos delanteros de renombre, Chicharito Hernández y Carlos Vela, querrá desmentir las cuotas de las apuestas que lo ven como el equipo menos favorito. Los chicos liderados por Rafa Márquez no tienen el favor de los pronósticos, pero en este tipo de competiciones todo puede pasar. El terreno de juego hablará esta semana.
La Kazan Arena alojará el miércoles el choque entre Portugal y Chile, dos conjuntos que nunca antes se había enfrentado en ocasiones oficiales. El único enfrentamiento previo a este se remonta a un amistoso de hace más de cuatro años que terminó 1-1. Pero en Kazan no habrá espacio para experimentos ni para chistes: el objetivo tanto de los hombres de Fernando Santos como de los de Juan Antonio Pizzi es el de ganar para conseguir el pase a la final de San Petersburgo, que tendrá lugar el domingo 2 de julio.
Los campeones de América, que han ganado las dos últimas copas por penaltis contra Argentina, saben que ha llegado el momento de hacer el gran salto a nivel intercontinental y una clasificación a la final de una Confederaciones sería una gran hazaña. Por su parte, Cristiano Ronaldo quiere llevar a su selección a ganar otro título tras el increíble triunfo de hace un año en París, cuando el equipo luso ganó 1-0 en Saint Denis de manera sorprendente, escribiendo historia en casa de los favoritos. Este partido se antoja bastante parejo, con una victoria de Chile pagada 3,10 y un triungo de Portugal que vale 2,40 la cifra jugada.
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