Este blog me sirve, además de para exponer mi visión educativa o ser una simple bitácora más personal, para guardarme cosas o, simplemente, para ir aprendiendo con cosas que voy leyendo por ahí que considero que son importantes para mí. O, al menos, que me sirven para intentar tener una visión más completa de algo tan complejo como es la educación. Sin olvidarme, claro está, para aprender sobre educación gracias a lo que leo acerca de investigaciones y evidencias que intento también compartir con vosotros.

Pues hoy, con demasiados temas a tratar y tiempo limitado para pasarme escribiendo toda la tarde (aunque puede ser que caigan más artículos porque, por desgracia o por suerte, hoy no voy a moverme de la silla porque le estoy dando algunas pinceladas a un par de cosas relacionadas con mi trabajo), me apetece compartiros, aparte del artículo que os he escrito esta mañana acerca de cosas que suceden en Nueva Gales del Sur a nivel educativo (enlace), una crítica realizada por Nuno Crato, exministro de educación de Portugal, a lo que nos están vendiendo como “aprendizaje personalizado” o “personalización del aprendizaje”. Una crítica, por cierto, muy sensata.

Si no queréis leer la imagen que aprovecha a la publicación que ha realizado en X, os voy a enumerar los problemas que le ve al concepto de “educación personalizada”. Un concepto filosófico que incide en que cada alumno tenga libertad personal de marcar los ritmos de su aprendizaje para poder desarrollar su personalidad y que, además, se convierta en protagonista del mismo. Sí, esto es algo que habéis oído, seguramente, en más de una ocasión desde determinados púlpitos y se vende como solución de todos los problemas educativos. Además, se tira de la añoranza a determinados modelos educativos que se basaban en la gestión autónoma del aprendizaje, en contextos liberadores, sin ninguna presión para el Alumnado. Una añoranza que, curiosamente, jamás se ha justificado con evidencias su éxito educativo.

Pero bueno, voy a desglosar las críticas de Nuno Crato (que, ya os digo, comparto) a este modelo que, como he dicho anteriormente, está siendo vendido por algunos y comprado por muchos. Y, al igual que él, yo también creo que es un objetivo noble el de personalizar el aprendizaje pero, tal y como indica, la educación es algo colectivo que debe tener un programa educativo común y se debe llevar al alumnado, más allá de “lo que quiera” al máximo aprendizaje posible.

En primer lugar, ¿qué pasa con el currículo? ¿Podemos hacer un currículo específico para cada alumno? ¿Tiene algún sentido? ¿Es razonable que uno decida, por ejemplo, no estudiar la Historia de su país o Matemáticas? Con eso se acentuarían las debilidades en el aprendizaje del alumnado ya que, al no existir un conocimiento mínimo común, las nuevas generaciones serían más limitadas que las anteriores.

¿Y lo del aprendizaje a su propio ritmo? Esto de facto ya se hace porque se deja más tiempo o se dan actividades de refuerzo o de ampliación al alumnado. Pero, ¿cómo garantizaríamos unos conocimientos mínimos si no pedimos al alumnado que siga un programa educativo determinado y común? La educación es una actividad social y no individual. Es por ello por lo que el alumnado debe sacar lo máximo. Y lo máximo se consigue estableciendo un ritmo común que incentive a todos a trabajar más y mejor. A aprender más y mejor. A asumir unos determinados contenidos, trasladados a habilidades y competencias, que cada vez sean más altos.

Entonces, ¿qué sucede con la visión de algunos que dicen que “debemos personalizar el aprendizaje” en su versión más radical? ¿Qué sucede con el discurso del establecimiento de aprendizajes individualizados, de que aprendan a su ritmo o, simplemente, estudien en función de lo que quieren aprender y no de lo que la sociedad indica que sea lo mejor para ellos, para lo cual cuentan con docentes para que les den los contenidos y las herramientas para que aprendan? Pues que se trata de un planteamiento totalmente antipedagógico y perjudicial para el alumnado. Un detalle. En su concepción menos radical, también aporta bastante poco, por no decir nada, al aprendizaje del alumnado.

A las críticas anteriores se añade algo muy coherente y sensato: es muy importante ayudar al alumnado que presenta mayores dificultades, con refuerzos o programas educativos adicionales. Una personalización que iría encaminada a que todo el alumnado alcanzara los mismos objetivos comunes.

Me apetecía compartirlo con vosotros. A mí me ha resultado muy interesante porque expresa, bastante mejor de lo que he intentado explicar en ocasiones en este blog, las dudas que me surgen con el discurso de la “personalización del aprendizaje” que tanto se está difundiendo en los últimos tiempos. Hay críticas muy sensatas a ciertas cosas y creo que esta es una de ellas.

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