Francia recupera el dictado, establece un sistema de evaluación mucho más estricto para titular y agrupa al alumnado, en determinados cursos, según su nivel educativo. Finlandia incorpora un plan de choche, regado de millones, para intentar recuperar los aprendizajes básicos de su alumnado, mediante la vuelta a determinadas prácticas educativas y pretende, de forma paulatina, ir eliminando el aprendizaje “por fenómenos” (muy parecido al trabajo por proyectos). Escocia, uno de los países pioneros en la educación por competencias, está rediseñando completamente su currículo para abandonar esas competencias y basar su modelo educativo en evaluaciones externas para volver, según dicen, a un modelo más tradicional. En Inglaterra se está potenciando inspección educativa, con la contratación de muchos inspectores y se va a controlar determinados “experimentos pedagógicos” que se estaban realizando en muchos centros. Alemania vuelve a retomar el discurso de la eficacia y de la cultura del esfuerzo. Italia se está planteando la recentralización de la educación en determinadas regiones, para ofrecer un plan de choque a nivel global. Portugal, que en los últimos años ha caído en resultados, tiene previsto reimplantar evaluaciones en diferentes tramos con efectos sobre la titulación. Y así, suma y sigue.

Entonces, ¿por qué en nuestro país se están tomando medidas que van en contra de lo que están haciendo en el resto de Europa? ¿Por qué aquí, a diferencia de otros países, no se deroga la LOMLOE y, al igual que sucede en otros países, se opta por un desarrollo curricular más concreto, potenciando determinadas estrategias pedagógicas basadas en evidencias y controlando más, mediante evaluaciones y el potenciar la función de control por parte de la administración, de los centros educativos? ¿Por qué no se reduce, como se está haciendo en otros países de nuestro entorno, el número de asignaturas que se ofrecen en las etapas iniciales del aprendizaje (léase Primaria)? ¿Por qué se critica tanto en determinados medios, con entrevistas siempre a los mismos, la cultura del esfuerzo o la meritocracia? ¿Por qué, a diferencia de otros países, aquí quieren cerrar los centros de educación especial, en lugar de dotarlos con más recursos? ¿Por qué, cuando la mayoría de países opta por reducir la edad para escoger itinerarios, aquí se va en sentido contrario? ¿Somos más inteligentes? ¿Sabemos más de educación que ellos? ¿Somos mejores?

Me sorprende que estemos actuando de espaldas a Europa en cuanto a nuestro modelo educativo. Me parece curioso que pretendamos hacer, unos años más tarde que ellos, ciertos experimentos que, ya en los países más avanzados de nuestro entorno, fueron un auténtico fiasco. Me preocupa que nuestro discurso educativo, a diferencia de los de los otros países, sea más un discurso ideológico que técnico. Siento envidia al ver como, en otros países, pueden ponerse de acuerdo todos los partidos para establecer políticas educativas de Estado. Sí, incluso en esos países en los que la oposición se da de hostias, en sentido físico, en sus Parlamentos. Las medidas educativas, en muchos casos, cuentan con el apoyo de todos. Especialmente de los partidos más mayoritarios. Y eso sucede porque se plantean esas decisiones educativas siguiendo criterios técnicos.

No quiero tener una sociedad como la de otros países. Quiero tener una sociedad mejor. Y, para ello, debemos conseguir un sistema educativo, que no esté sometido a vaivenes permanentes, con recursos y evaluado al milímetro. Evaluar al milímetro el sistema no implica hacer más burocracia. En los países de nuestro entorno no tienen más burocracia. No hacen más papeles que nosotros. Y tampoco se paga con dinero público determinado tipo de formación para los docentes.

Llamadme loco pero, ¿no creéis que sería bueno adoptar las medidas que están tomando en otros países para mejorar la educación y dejarnos de querer reinventar la rueda, acudiendo a vender cosas que ya se ha demostrado que no funcionan? No se trata de copiar. Se trata de adaptar esas medidas a nuestro contexto. Pero bueno, qué sabré yo o los que gestionan la educación en el resto de países (no solo) de Europa. Seguro que es mucho mejor tomar las medidas que se están tomando en nuestro país. Incluso que las mismas vayan en contra de lo que se está haciendo en otros lugares, hayan sido previamente un fiasco en otros países, o atenten contra el propio sentido común.

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