He estado dudando en el título del post y en la necesidad de escribir el segundo post de publirreportaje de mi nuevo Libro. Y voy a confesaros una cosa, estoy más interesado en que os lo leáis que en que lo compréis. Eso sí, la trampa está en que no podréis, supuestamente, leerlo hasta que hayáis pasado por caja. Es que, como he repetido en más de una ocasión, me he cansado de dar mi trabajo gratis. Y, por desgracia, no se valora igual.
Pero vayamos a lo que interesa. Voy a daros, de forma muy rápida, diez motivos (ni nueve, ni once) para que os rasquéis el bolsillo, os compréis el libro y os pongáis a leerlo. Lo importante, repito, es leerlo. Comprar libros para no leerlos es mucho de Sant Jordi o para alguno de esos regalos en los que no queremos complicarnos la vida. Y ahora no estamos en esas fechas.
Además escribiré en formato lista. Así os lo hago fácil.
- Es el primer libro sobre educación para mayores de dieciocho años. Si no os atrae leer algo en lo que no se ha escatimado en lenguaje soez y aparición de múltiples temas sexuales, intentándolo relacionar con la educación, ya os digo yo que paséis al siguiente motivo.
- Se menciona una canción de Mecano. Va, aquí haciendo spoiler.
- Se envía a la mierda a gurús y tipos de determinadas Facultades, supuestamente relacionadas con la educación, que jamás han pisado un aula. Y se hace de forma totalmente explícita.
- Aparecen un montón de conceptos sexuales que, a lo mejor, desconocíais. Incluso permite ir un paso más allá y probar esas prácticas que menciono con alguna de vuestras múltiples parejas sexuales. Bueno, solo para aquellos que no estén casados. Los casados, como bien sabéis, viven en un erial sexual permanente.
- Se recupera el “breikindance”, el “crusaíto” y el “maikelyason”.
- No se trata de un libro políticamente correcto y, al menos en el ámbito educativo, esto no es demasiado habitual.
- Es más coherente de lo que a simple vista parece. Todos los capítulos forman parte de un todo que, más o menos inteligiblemente, se ha intentado desarrollar de forma conjunta.
- Hay mucha crítica (y muy dura) tras cada capítulo.
- Se ha sido políticamente incorrecto en cada uno de los párrafos que forman el libro.
- No es demasiado largo. Se lee en un par de sentadas. Bueno, en tres si estáis sentados debajo de una sombrilla, porque la vista seguro que se os va, en múltiples ocasiones, va mirando determinadas partes de las anatomías de los personajes que circulan con poca ropa por la playa.
No sé, pero a mí si tuviera la pasta que vale, me lo compraría para leerlo. Bueno, ahora con lo que se ahorrará poniendo menos el aire acondicionado y sin la necesidad de comprarse corbatas…
Creo que con lo anterior ya estaría, ¿no? Así pues, a darle al siguiente enlace…
Hacerse con Educación 6.9: fábrica de gurús
No me toméis a mal tanta publicidad en los últimos días pero me hace bastante ilusión publicar el que, al menos para mí, es el mejor libro de los que he escrito. Los otros, como ya os dije hace unos días, los podéis descargar gratuitamente tal y como os expliqué aquí.
Y, como he dicho desde el principio que empecé a escribir este libro, no es un libro que pueda ser vendido bajo ningún sello editorial ni publicitado en los medios tradicionales. Es demasiado poco ingenuo, tiene un lenguaje demasiado brutal y no se puede encasillar en lo que para las editoriales, los grupos de presión o las ideologías, tiene su fiel mercado.
La verdad es que me gustaría que se vendiera más que las tazas con frases motivadoras, las agendas de principio de curso “guays” o los libros de aquellos que, sin mencionar su nombre, son el leitmotiv de este libro. Sé que es difícil pero, por intentarlo que no quede. Lo reconozco, soy muy cabezón. Y esto que algunos vais a comprar y leer es producto de mi cabezonería.
Finalmente no me gustaría dejar de deciros una cosa. No lo compréis por comprarlo. Si no vais a leerlo, os recomiendo que os ahorréis el dinero. Este no es un libro para no leerlo. Ni para regalarlo si queréis seguir teniendo familia y amigos. Es un libro para consumir, reflexionar y sentirse incómodo. Si no es así, habré fallado escribiéndolo.
