Me he hecho una cuenta en Twitch. Me apetece ponerme con el tema de directos acerca de cuestiones del ámbito que más conozco. No, no estoy hablando de cuestiones erótico-festivas porque, lamentablemente, la pandemia ha hecho que, Salvo los que se saltan la legislación vigente o les haya pillado aún en la vorágine de los primeros tiempos de su relación, el tema sexual para la inmensa mayoría se encuentra entre valores que oscilan entre el cero y el menos uno. Al ritmo que vamos, aún tendremos que devolver el disfrute previo…

¿Tiene sentido hablar sobre educación por streaming de forma diferente a la mayoría de webinars que se están montando? ¿Tiene sentido hacer charlas informales, más allá de modelos educativos basados en materiales unidireccionales que, salvo honrosas excepciones, son entre malos y muy malos? ¿Hay espacio para disfrutar de charlas de algo que más o menos conoces, alejado de lo mediático, usando las mismas estrategias que permiten a algunos, que saben poco de educación pero mucho de marketing, crear un discurso único? Sé que son muchos los webinars que se están haciendo pero, ¿es lo mismo un webinar, en el que alguien ha venido a contar una historia y permite solo hablar al final de la misma, que dejar romper la charla en cualquier momento para centrarse más en lo que se está diciendo en el chat que en el propio discurso? Que es muy aburrido esperarse al turno de preguntas porque, salvo que las escribas en un papel, algunos ya no nos acordamos después del rollo que nos llevan contando por más de una hora. Por cierto, una hora siempre debe ser el tiempo límite. Más allá de lo anterior, uno se acaba aburriendo. Y vamos a ser sinceros, un vídeo de forma aislada no sirve para aprender. Serviría para resolver dudas o confrontar ideas. ¡Ojo! Me estoy refiriendo a los vídeos o webinars que están haciendo muchos docentes.

A veces se da más importancia al envoltorio que al contenido. Lo mismo sucede en la mayoría de directos pero, curiosamente, los vídeos más vistos en otros ámbitos (por ejemplo el streaming de juegos online), tienen más que ver con lo que está contando el tipo que está jugando que con el propio juego. Para saber trucos o cómo pasarse niveles no hay nada como echar unas horas frente al ordenador y/o la consola. Lo de ver directos es para disfrutar de la charla. Una charla que motiva más cuanto más interacción hay. Es que lo de que alguien nos cuente batallitas, salvo que podamos contar las nuestras o cuestionarnos algunas de ellas porque huelen a falso, gustaría bastante más.

Y vamos a ser sinceros… un directo no es solo para los amiguetes. Un directo es para todos aquellos que quieran charlar sobre educación y que, por determinados motivos, siempre se ven relegados a hacerlo, con suerte, al lado de la máquina del café de sus centros educativos o poniendo, de forma más o menos descontextualizada, un tuit o un comentario en alguna noticia de algún medio. Incluso algunos en el 2021 siguen comentando en los blogs.

Lo más importante para mejorar en educación no es que el discurso sea propiedad de unos pocos. Lo importante es que el altavoz se dé a la gente que tiene algo que aportar. Hay mucha gente con ganas de aportar y, por desgracia, la pirámide de “popularidad” o “gurusismo” es la que da valor a lo que dice uno u otro. Algo que debe cambiar porque, ni difunden los que deben hacerlo (salvo excepciones) ni, por desgracia, están todos los que debieran. A ver si saliendo un poco del armario, con este tipo de eventos en directo, consigo que alguno, de esos que sé que estáis en “modo incógnito” podáis dejaros llevar un poco más de lo que os permiten algunos de esos que controlan -o quieren controlar- el qué y el cómo mediatizar la educación. Avisaré con tiempo por Twitter o por la propia cuenta de Twitch.

Por cierto, prometo no irme a Andorra con la pasta. Y eso que, en mi caso, tengo familia ahí 😉

La entrada 3,2,1… ¡Acción! se publicó primero en XarxaTIC.