Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Un libro, SIMO y las contradicciones

No iba a hablar sobre el macroprostíbulo educativo SIMO más allá de algunos tuits, de forma muy generalista, escritos para cuestionar la necesidad de cogerse un día libre con sueldo en el trabajo para, dejando a tus alumnos con el profesor de guardia, irte a ver tiendecitas, escuchar como te venden productos educativos o, simplemente, irte a hacer selfies con aquellos amiguetes que has conocido en ese maravilloso claustro virtual que existe gracias a las redes sociales. Es algo que me resulta difícil de comprender y digerir pero, a la vista que últimamente cada vez entiendo menos cosas -no sólo a nivel educativo- lo añadía como asunto extra. Otra contradicción más dentro de un vodevil educativo, cargado de palabras llenas de buenas intenciones y, por desgracia, reconvertidas en actos que nada tienen que ver con esas intenciones.

Fuente: Desconocida

La verdad es que estos días estoy bastante cansado. Intento acabarme de amoldar a mi nuevo centro y, por desgracia, se han juntado unas cuestiones médicas que hacen que mi capacidad de tolerancia no esté en mis mejores momentos. Y si a esto sumamos situaciones sociales y políticas que, a nivel de presión están llegando a extremos insostenibles, con consecuencias imprevisibles sobre la salud de muchísimas personas, lo anterior se convierte en un cóctel explosivo. Por ello no tengo ganas de que nadie me empiece a mentir, me digan chorradas o, simplemente, se permitan el lujo de criticarme ciertas actuaciones porque a ellos les viene bien hacerlo. No, no tengo ganas. Tampoco de callarme y de dejar de enviar a la mierda a determinados personajes por los que, en algún momento, tuve un cierto aprecio. Idos, cariñosamente, a la mierda.

Seguro que os estaréis preguntando a qué viene lo anterior. Pues a un par de correos y a algún comentario en las redes, precisamente de personas con las que llevo interactuando desde hace bastante tiempo y que, salvo tener visiones divergentes sobre ciertos temas, sí que creía que íbamos en la misma dirección, que me acusan de contradicción por publicar un libro con lo que defiendo desde hace tiempo en el blog. Que lo de ganar pasta sólo lo cuestiono cuando no la gano yo. Que ya está bien de engañar a quienes me leen, ofreciendo un libro con reservas y la posibilidad de que pongan los lectores el precio. Que lo hago sólo para ganar dinero y ese es el único objetivo de mi libro. Alucinante.

Voy a aclarar varias cosas sobre el libro Educative Innovéision que publiqué el viernes. Y voy a hacer esa aclaración por única vez. No, no se trata de publicitar que ya llevo más de medio millar de copias descargadas ni un montón de feedback (que espero se vaya incrementando). Voy a decir cosas que espero entiendan aquellos que no saben/quieren entender ciertas cosas. La primera es que el libro no lo publico para hacer negocio pero sí para que la gente lo lea. Me encanta que la gente se lo descargue y agradezco muchísimo también a aquellos que, dentro de sus posibilidades, deciden darme una cierta cantidad para que la pueda destinar a horchatas. Si hubiera querido hacer negocio hubiera aceptado alguna de esas ofertas editoriales que recibí desde el primer tuit que realicé en Twitter hablando de que a lo mejor me animaba a escribir un libro o, simplemente, lo hubiera puesto a la venta en formato digital y físico en Amazon. No es malo hacerlo pero no lo hicé porque no necesito (bueno, si sigo sin cobrar la nómina, gracias a la nefasta gestión administrativa de la Conselleria de Educación valenciana, puede que lo necesite pronto). Y vuelvo a repetirlo… me interesa que el libro se lea. Que se comente. Que se difunda. Que se pueda aportar una visión diferente de ciertas prácticas pedagógicas que las que nos están vendiendo. No pretendo tener razón. Es un libro escrito desde el aula por parte de un simple docente que lleva unos veinte años en el tajo.

Por tanto no soporto que nadie me diga que intento lucrarme con el libro. Ni que soy incoherente haciendo una cosa cuando he defendido siempre otra. No me parece mal que haya docentes que, además de su trabajo, den charlas cobrando fuera de su horario lectivo, escriban libros para ganar dinero o, simplemente, acepten dinero para publicitar un determinado producto o herramienta siempre que no colisione con su ética profesional. Lo que sí que voy a criticar es a aquellos que venden lo bien que están en el aula y buscan cualquier resquicio para huir de ella. O a aquellos que intentan imponer a fuego su metodología sin tener en cuenta las necesidades reales de sus alumnos. Eso no lo tolero y voy a seguir denunciándolo. Un detalle… si tuviera dinero siempre he dicho que me largaría del aula pero, por ahora como no se ha dado esa casuística, seguiré dando clase porque me encanta y no tengo necesidad de vender nada ni a nadie. Lo de que te sigan tropocientos mil en las redes sociales y lea mucha gente tu blog te alegra pero, como he dicho siempre, esto es un hobby. Un hobby que sólo va a continuar mientras me lo siga pasando bien.

Siento la incoherencia en este post pero, como os he dicho al principio, estoy más que harto de algunas hediondas hienas que pululan por las redes educativas. Hienas a las que no les entra en la cabeza que, quizás, el mirar la educación con el objetivo de vender su marca personal, aumentar el ego o ganar pasta, no sea el objetivo de todos los que estamos ahí.

¿Os he dicho que ir a SIMO en jornada lectiva y dejar a tus alumnos tirados me parecía muy poco profesional? Creo que sí 🙂

El título del post me parece un truño, pero el cansancio acumulado de estos días no me da para más.


This post first appeared on XarxaTIC, please read the originial post: here

Share the post

Un libro, SIMO y las contradicciones

×

Subscribe to Xarxatic

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×