Las residencias no pueden resolver de forma concluyente el problema del calor sofocante, como está sucediendo estos días en Canarias y el resto del país. Pero sí existen técnicas arquitectónicas sostenibles capaces de fortalecer la refrigeración de los domicilios y resguardar a los residentes, en especial en unas Islas donde solo el 6,3 por cien de los hogares cuenta con aire acondicionado, conforme una encuesta del INE (INE). El problema es que en el Archipiélago esta metodología de atenuación de las elevadas temperaturas no está siendo empleada, sino todo lo contrario. Y en pleno contexto de crisis climática, especialistas urgen por una solución.

El 96,2 por cien de las viviendas canarias fueron construidas antes del año 2006, cuando fue aprobado el Código Técnico de la Edificación (CTE) en España. Hasta ese momento, reinaba en todo el territorio nacional la Regla Básica de la Edificación (NBE), una suerte de marco común que establecía las reglas necesarias para la ejecución de las edificaciones. Esa normativa, en el apartado sobre condiciones térmicas de los bienes raíces, excluía a las Islas de la aplicación del coeficiente KG de la construcción, utilizado para limitar las pérdidas de calor de un bloque en invierno y limitar, también, las ganancias del mismo en verano.

El nulo empleo del citado factor provocó que las casas levantadas en la comunidad desde la década de los setenta no contasen con ningún género de control para evitar que la temperatura exterior afecte al interior. La ley excluía al Archipiélago por las bondades del clima subtropical canario, donde los cambios del tiempo no son muy drásticos (de ahí el conocido cartel de “eterna primavera”) y los vientos alisios asisten a reemplazar el aire caliente…https://www.eldiario.es/canariasahora/ciencia_y_medio_ambiente/plena-crisis-climatica-casas-canarias-preparandose-absorber-calor-combatirlo_1_10440697.html