Los costes del Aceite de oliva se han ubicado esta campaña en las cotas más altas de la historia, con unas cotizaciones medias de 7,6 euros el kilo para el virgen extra —el de mayor calidad, que ha llegado a superar los ocho euros—, siete euros para el aceite virgen y 6,8 euros para el lampante, sometido a un tratamiento de refinado para su consumo. Los costos históricos del oro líquido —el aceite de oliva vale en el supermercado un treinta y ocho con ocho por cien más que hace un año, según el INE—, que impulsaron cara arriba la inflación del mes pasado, se han traducido en una caída de las exportaciones y del consumo interior. Y, sobre todo, fuerzan a los consumidores a hacer malabares con sus cuentas para poder proseguir comprando un producto que es inconcebible apartar de las mesas de los hogares españoles.
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Las almazaras se unen para moler la aceituna y abaratar los costes de producción
Las cooperativas y los sindicatos del campo oleícola han puesto en marcha un plan de contingencia frente a la más que previsible pérdida de jornales y de rentabilidad en la próxima campaña de recolección de la aceituna. La sequía y el incremento de los costos de producción abocan a los olivareros a una segunda campaña consecutiva con unos ingresos bajo mínimos.
Solo en la provincia de Jaén, líder mundial en producción de aceite de oliva, los olivicultores dejaron de ingresar más de mil millones de euros en la campaña 2022-2023 por la caída de producción. Además, se perdieron dos millones de jornales, lo que se traduce en ciento cincuenta millones de euros menos percibidos. Las previsiones del campo apuntan a que esta campaña se perderá otro 40 por cien de empleo.
Para aligerar costes de producción, muchas son las almazaras que han alcanzado pactos intercooperativos para molturar la aceituna cosechada en un único punto, al objeto de equilibrar la rentabilidad de la industria. “Ante un escenario dramático desde el punto de vista socioeconómico hacemos un llamamiento a las cooperativas para unirse y abaratar costos en esta campaña”, ha indicado José Manuel Espéculo, presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Jaén.
Por su parte, los sindicatos reclaman mecanismos de protección para los trabajadores que se vean afectados por la fusión temporal de las almazaras, y la exención de la cuota de la Seguridad Social de aquellas personas de la industria oleícola incluidas en esas medidas extraordinarias. Así, pretenden evitar que haya un trasvase de mano de obra agraria a otras actividades económicas permanentemente.
En cuanto al empleo, el plan de contingencia que Cooperativas Agroalimentarias y los sindicatos UGT y CCOO han remitido a las distintas administraciones públicas pide que los trabajadores fijos-discontinuos que no se incorporen puedan acogerse a algún género de cobertura o medida de prestación de desempleo. También se aboga por negociar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor, así como que los trabajadores perjudicados por estos ERTE puedan acceder al desempleo sin que sea necesaria cotización mínima y el tiempo disfrutado una vez finalizado el ERTE no consuma tiempo de prestación, o sea, contador a cero; todo ello acompañado de un plan de formación.
https://elpais.com/economia/2023-08-12/los-precios-record-del-aceite-de-oliva-arrinconan-a-los-consumidores-uso-mucho-menos-virgen-extra.html
