¿Consultor de la conselleria de Interior o escolta en la sombra de Carles Puigdemont en Waterloo? Es el interrogante que tendrá que contestar la sección 2ª de la Audiencia de Barna, que este jueves ha dejado visto para sentencia el juicio contra el exconseller de Interior de la Generalitat Miquel Buch y el sargento de los Mossos Lluís Escolà tras percibir a los acusados. Ambos han trasladado al tribunal sus versiones exculpatorias.

Ha abierto la jornada el exconseller Buch, que ha negado que contratase como asesor a Escolà para enmascarar sus funciones de escolta del expresident en Bélgica. “En ningún caso su nombramiento tiene que ver con las funciones de seguridad del president Puigdemont”, ha dicho el exconseller al comienzo de su declaración. 

Las fechas, al margen de si el tribunal estima que traspasaron la línea del Código Penal, abonan la sospecha de la Fiscalía: Escolà pasó ciento tres de los 224 días que estuvo en el cargo de consultor fuera de Catalunya. Él mismo dio cuenta en Twitter de que estaba acompañando a Puigdemont en Bélgica y en sus viajes por Europa.

No ha tenido reparos el exconseller en defender la labor de asesor de Escolà, a pesar de que los catorce informes sobre seguridad que el sargento dio al entonces titular de Interior eran más bien pobres y llenos de generalidades, conforme la investigación de los Mossos. A Buch le daba igual que Escolà no acudiera día a día al departamento; le bastaba con despachar con él de vez en cuando o charlar por teléfono.

 “Los que estaban siempre y en todo momento conmigo eran mi jefe de gabinete y mi jefe de prensa. Las funciones de consultor no se basaban tanto en hacer muchos informes sino…https://www.eldiario.es/catalunya/exconseller-interior-niega-pagara-escolta-puigdemont-belgica-iba-viaje_1_10374764.html