El llamado Qatargate es la investigación por supuesta corrupción y lavado de dinero más grave en la que se ha visto implicado el Parlamento Europeo. Una de sus catorce vicepresidentas, la griega Eva Kaili, comparece este miércoles ante el juez por el caso: habría aceptado sobornos a cambio de favorecer al país del Golfo. La presidente del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha prometido que no habrá impunidad. Así se explica que se haya aprobado de forma tan contundente: han votado a favor seiscientos veinticinco de seiscientos veintiocho votos emitidos.»La decisión es efectiva de manera inmediata», ha confirmado Metsola.
El proceso para destituir a los vicepresidentes se efectúa en dos fases, recogidas en el artículo veintiuno del reglamento de funcionamiento de la Eurocámara. La Conferencia de Presidentes, con los líderes de todos los grupos parlamentarios, ha acordado unánimemente en junta extraordinaria la destitución de la vicepresidenta, que pertenece al conjunto de Socialistas y Demócratas. El primer día de la semana este grupo, que encabeza la española Iratxe García, acordó su expulsión.
A su vez, fue suspendida de sus poderes, deberes y funciones de representación el fin de semana, cuando se destapó el escándalo y fue detenida. En conjunto, se han registrado 19 domicilios y las oficinas de una decena de personas en el Parlamento Europeo. La policía belga se ha incautado de un millón de dólares americanos. El padre de Eva Kaili trataba de huir con múltiples bolsas de dinero en efectivo cuando fue detenido. Entonces fue liberado.
Aún así prosigue siendo eurodiputada, aunque está detenida en la cárcel de St. Gilles, en la capital belga. Pudo ser detenida, pese a estar protegida por la inmunidad parlamentaria, ya que fue capturada «en flagrante delito». La Autoridad contra el Blanqueo de Capitales de Grecia ha ordenado el embargo de bienes (inmuebles, cuentas y empresas) de Kaili y su familia por sospechas de actividades ilegales. También están imputados su pareja, el asesor parlamentario Francesco Giorgi, el ex eurodiputado italiano Antonio Panzeri y otro consultor conocido como F.
Kaili se ha declarado inocente y ha negado haber recibido sobornos de Qatar, conforme su abogado Mijailis Dimitrakópulos, notifica Efe. Asimismo rechaza estas acusaciones el país del Golfo, donde tiene sitio el Mundial de Futbol en estos instantes.
Roberta Metsola ha dicho que están colaborando con la investigación. Este lunes la policía procedió a un registro en una decena de oficinas de la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Metsola solicitó que los partidos políticos no aprovechen el tema de forma partidista.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, dijo que había que buscar normas comunes a todas y cada una de las instituciones y hacer públicos los registros de las visitas. No obstante, Von der Leyen eludió responder a los cronistas sobre la reciente visita al arranque del Mundial del comisario Margaritis Schinas, eficiente en asuntos deportivos. Schinas había elogiado los avances en Qatar y eso en estos instantes despierta sospechas. Llegó considerablemente más lejos Eva Kaili, que aseguró que Qatar estaba en la vanguardia en el respeto a los derechos laborales.
El reto para el Parlamento Europeo y para el resto de las instituciones es enorme. De ahí que muchos no hayan ocultado su preocupación. Aún es pronto para saber si este caso es excepcional o revela un patrón de comportamiento. Los eurodiputados han de recobrar la confianza de los ciudadanos y para esto han de ir al fondo de este escándalo y establecer medidas a fin de que no vuelva a ocurrir.
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