Nada dura para siempre. Tampoco los Sartenes Antiadherentes.
Y aunque estan llenos de ventajas como ser relativamente baratos, ligeros, fáciles para cocinar, tienen la desventaja de que no duran mucho.
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Pero, ¿sabías que TU puedes para extender la vida de tus sartenes?
Sí, simplemente siguiendo estas dos recomendaciones principales para cuidar sartenes antiadherentes: (1) evita exponerlos a altas temperaturas, y (2) protegerlos de cualquier cosa que pueda rayarlos.
En este artículo te compartiré algunos trucos para hacer uso de tus sartenes antiadherentes como los pro.
¿Como cuidar sartenes antiadherentes de la manera correcta?
Contrario a lo que pudieras imaginar, comprar un sarten antiadhrente caro, no necesariamente garantiza que te va a durar más tiempo.
Es cierto que algunos recubrimientos, como los cerámicos o los anodizados, tienden a durar más, sin embargo, es el cuidado que tú le des, lo que alargará o extenderá su vida.
Comencemos por lo primero. ¿Qué hacer cuando recién compras un sartén antiadherente?
#1 Prepara el sartén antiadherente para usarlo por primera vez
Comienza por una buena lavada
Si estás desempacando tu sartén, lo primero que necesitas hacer es darle una buena lavada para retirar cualquier tipo de residuo o suciedad por haber estado almacenado.
Algunos fabricantes aplican un ligero recubrimiento para evitar que se rayen mientras están en los aparadores, pero este se retira fácilmente con un poco de agua caliente, y tallando con una esponja y jabón suave.
Otro procedimiento alternativo es poner a hervir el sartén con agua y unas cucharadas de sal por algunos minutos. Esto removerá cualquier sustancia de la superficie del sartén. De realizarlo, deja enfriar el sartén y lávalo con agua jabonosa y una esponja suave.
Cura tu sartén antiadherente
Si, leíste bien.
Curar tu sartén antiadherente antes de usarlo por primera vez, ayuda a prolongar la vida de los sartenes YA antiadherentes.
La razón es porque al curar tu sartén, aplicando esta ligera capa de aceite y calentando hasta el punto de humeo, recubres los miniporos de la superficie del sartén, con lo que:
- maximizas la capacidad antiadherente del sartén
- proteges la superficie del sartén, evitando que pequeños restos de comida se vaya incrustando en estos miniporos.
Para curar los sartenes antiadherentes, solo se necesita:
- Aplicar una ligera capa de aceite (de preferencia uno con algo punto de humeo, como el de canola o maíz).
- Calienta el sartén a temperatura media, entre 2 a 5 minutos, hasta que notes que comienza salir humo del sartén.
- Retira el sartén del calor y deja enfriar.
- Limpia el interior del sartén con una toalla o un paño.
Si quieres ver más detalle, lee este artículo sobre como curar sartenes de teflón.
Listo. Tu nuevo sartén antiadherente está preparado correctamente para usarse.
#2 Cuida los sartenes antiadherentes al cocinar
Hay dos cosas que pueden dañar el recubrimiento antiadherente de las sartenes: (1) el exceso de temperatura y (2) rayarlos durante el manejo.
Sí, así de simple.
Estos sartenes son una maravilla, pero delicados.
La duración de tus sartenes antiadherentes, aún y sean de la mejor calidad, depende mayormente de ti.
Veamos el detalle de como cuidarlos correctamente.
– Evita precalentar el sartén antiadherente vacío
A diferencia de lo que normalmente se recomienda, los sartenes antiadherentes no deben calentarse vacíos, es mejor agregar un poco de aceite (o la grasa con la que vayas a cocinar), untarlo alrededor y luego comenzar a precalentar.
Aplicar calor directamente a la superficie antiadherente del sartén vacía puede hacer que se caliente demasiado rápido, y este exceso de calor, puede dañar la capa antiadherente con el tiempo.
Exponer los sartenes antiadherentes a altas temperaturas (+260 °C), particularmente, los sartenes antiadherentes con teflón, no es buena idea. Este recubrimiento tenderá a descomponerse, produciendo humos que pudieran ser tóxicos.
– No cocines a altas temperaturas con sartenes antiadherentes
Lo ideal para cocinar con sartenes antiadherentes es utilizar temperatura baja o media.
Esto es porque la mayoría de los recubrimientos antiadherentes no resisten las altas temperaturas. Y aunque los recubrimientos cerámicos pudieran soportar un poco más de temperatura, lo recomendable es evitarlo.
Comienza precalentando el sartén “aceitado” a baja temperatura y sube gradualmente hasta temperatura media, si así lo necesitas.
Como regla de dedo, si al agregar un poco de mantequilla, esta se quema, entonces el sartén está muy caliente.
– Procura usar los sartenes antiadherentes con un poco de aceite
Aunque algunas marcas de sartén afirmen que pueden ser usados sin una gota de aceite, lo cierto es que un agregar un poquitín de aceite ayudará a proteger por más tiempo la capa antiadherente.
De no hacerlo, la comida tenderá a quedarse pegada en los mini-poros de la superficie estropeando el revestimiento.
Recuerda que ANTIADHERENTE, no significa SIN ACEITE.
El antiadherente es simplemente un recubrimiento que ayudará a que la comida no se pegue a la superficie metálica del sartén.
El aceite, por otro lado, además de agregarle sabor a la comida, actúa como un lubricante entre la comida y el sartén.
El aceite ayuda a minimizar la adherencia de la comida al sartén y debido a su baja viscosidad, el aceite se puede esparcir fácilmente por la superficie de la sartén, rellenando cualquier irregularidad microsuperficial en el interior del sartén.
Como regla de dedo, si al agregar un poco de mantequilla, esta se quema, entonces el sartén está muy caliente.
Procura utilizar aceites con alto punto de humo para evitar que se quemen con facilidad. Y evita a toda costa los aceites en spray. Estos contienen lecitina, la cual se van acumulando en el recubrimiento antiadherente haciéndolo pegajoso.
– Usa utensilios no metálicos con los sartenes antiadherentes
Uno de los errores más comunes es usar utensilios metálicos y con una simple pasadita, echar a perder completamente el sartén.
A veces también intentamos cortar alguna pieza de comida directamente en el sartén y sopas, terminamos marcando el recubrimiento.
Lo mejor es evitar los utensilios metálicos por completo y en su lugar emplear utensilios de madera, como estos, o recubiertos de silicona, como estos otros.
Definitivamente, es más barato hacerte de un buen set, que exponer tu sartén antiadherente a la mínima rayadura.
Cuida de no dejar descansando tus utensilios sobre el sartén caliente. Estos pueden quemarse y dañar la base del sartén. Te recomiendo siempre dejarlos sobre una base como esta.
– Procura no cocinar alimentos altamente acídicos.
Los alimentos ácidos como los tomates o el limón tienen a interactuar químicamente con los recubrimientos antiadherentes, cuando se cocinan de manera regular y prolongada.
Estos alimentos, con el tiempo, pueden hacer que el recubrimiento se vaya desprendiendo poco a poco, por lo que lo más seguro para cocinar con ellos, es usar un sartén de acero inoxidable o uno de hierro fundido bien curado.
#3 Lavar un sarten antiadherente correctamente
Hay varias maneras de limpiar los sartenes antiadherentes en función de que tan sucios hayan terminado después de cocinar.
Un dato importante es que siempre debes esperar a que el sartén este complemente frío antes de lavarlo con agua fría o tibia.
Así como la alta temperatura es como criptonita para el recubrimiento antiadherente de los sartenes. Los choques de temperatura fuertes, pueden también dañarlo e incluso hasta hacer que el sartén se pandee.
- Para lavar sartenes antiadherentes con pocos restos de comida, lo mejor es simplemente pasar una toalla de papel o un paño, retirar el exceso de comida y enjuagar con agua nada más. De ser necesario usar una esponja suave, sin jabón.
Si quieres utilizar jabón para trastes, procura que este líquido, o lo menos abrasivo posible. - Para lavar sartenes antiadherentes con restos de comida pegada, te recomiendo ponerlos a hervir con agua por unos minutos, y esto aflojará todo lo que haya quedado pegado.
Deja enfriar, tira el agua y procede a retirar los excesos con la toalla de papel o paño y a darle una enjuagada adicional con agua ser necesario. - Para lavar sartenes antiadherentes con restos de comida quemada, se pone a hervir con agua y agrega unas cucharadas de sal o bicarbonato, y una media taza vinagre blanco.
Deja hervir unos minutos y después tállalo con una esponja suave y agua caliente. De ser necesario, aplica un poco de jabón suave para terminar de lavar.
Otra recomendación que dejo a tu consideración es que después de lavar, engrases ligeramente el interior del sartén antes de guardarlo. Esto mantendrá el curado del sartén por más tiempo.
¿Cómo limpiar el fondo del sartén quemado y dejarlo como nuevo otra vez?
Primero, pon a hervir un poco de agua.
Coloca bicarbonato de sodio sobre el fondo del sartén y agrega agua.
Deja que la mezcla trabaje y después de unos minutos, talla la superficie.
Repite, en caso de ser necesario.
#4 Guarda adecuadamente los sartenes antiadherentes
La clave para evitar dañar los sartenes antiadherentes al guardarlos, es evitar el contacto.
Si los aplias, necesitas colocar un paño, o un tipo de protector entre ellos. Algunas opciones pueden ser protectores de fieltro o estos protectores de sartenes de silicona.
Si dispones del espacio, puedes conseguir algún rack como este para guardarlos en algún gabinete, o bien, colgarlos en alguna pared.
#5 Identifica cuando es necesario reemplazar los sartenes antiadherentes
Cuando el recubrimiento antiadherente comienza a degradarse surgen dos problemas.
Primero, se reduce la adherencia del sartén, dejando la comida ligeramente pegada.
Segundo, el hecho de que el recubrimiento se haya dañado, implica que el calor usado al cocinar puede acelerar ciertas reacciones químicas que podrían liberar sustancias tóxicas y/o la posibilidad de que pequeñititos trozos del recubrimiento del sartén sean transferidos a la comida.
Si bien, los materiales usados en los sartenes antiadherentes son totalmente inofensivos cuando se usan correctamente, lo mejor es estar del lado seguro y dejar de usarlos.
Hay varias señales de daño que debes aprender a identificar cuando uses sartenes antiadherentes.
Las listo de menor a mayor daño:
- La comida comienza a pegarse
- El recubrimiento tiene rayaduras importantes
- Hay secciones donde el recubrimiento se desgastó (aunque sea ligeramente)
- Tiene decoloraciones significativas
- El sartén está deformado (pandeado)
- Hay zonas donde el recubrimiento se perdió por completo (se ve el metal directo)
Si bien, la primera pudiera resolverse curando regularmente el sartén, llegara un momento donde ya no funcionará.
Cuando esto suceda y ante la presencia de cualquiera de las demás, lo recomendable es dejar de usarlo y deshacerte del sarten.
En resumen
Como vimos en este artículo, la duración de un sartén antiadherente dependerá de cuanto lo uses, la calidad de los materiales con los que está fabricado y sobre todo, del cuidado que le des.
No cuesta mucho hacerlo.
