Empezamos a preparar las croquetas cortando en trozos muy pequeños la cebolla. Troceamos también el jamón en taquitos pequeñitos y reservamos para más tarde.

Calentamos el aceite en una sartén amplia. Pochamos la cebolla Durante Unos Minutos hasta que está empiece a transparentarse. Seguimos a continuación con el jamón, dejamos rehogar durante unos minutos.

A continuación le vamos a añadir la mantequilla. Esperamos a que se derrita y entonces incorporamos las 4 cucharadas de harina. Estas las rehogamos durante unos segundo.

Añadimos la leche a la mezcla anterior. A fuego medio no dejamos de remover hasta que observamos que la masa se  va espesando. El punto de esta masa lo veremos muy claramente cuando empiece a despegarse de la pared. Es entonces cuando retiramos del fuego y dejamos enfriar. Una vez frío cubrimos con papel film y reservamos en el frigorífico hasta el día siguiente. Es importante que la masa asiente bien para poder preparar las croquetas. 

Al día siguiente sacamos la masa del frigorífico y preparamos los ingredientes para ir dando forma. Vamos a disponer en tres platos  harina, pan rallado y huevo batido. 

Tomamos una porción, del tamaño que más nos guste, si las queremos más pequeñas o más grandes y le damos forma. A continuación pasamos primero por harina, después por huevo batido y por último por pan rallado. Vamos depositando en otro plato.

Calentamos abundante aceite. Una vez que esté bien caliente, pero no en exceso, vamos friendo por tandas hasta que queden bien doradas. Sacamos de la sartén y colocamos sobre papel absorbente para que pierda el exceso de aceite.

Si nos sobran croquetas se pueden congelar perfectamente para otra ocasión, estoy seguro que harás más de la cuenta para que ocurra.