Después de décadas de estudios controvertidos y no concluyentes, el debate entre Beber o no beber Alcohol sigue instalado entre la comunidad médica. ¿Es sano tomar algo de alcohol con moderación? Te damos la respuesta en este artículo.

La bebida es como una cuerda floja: hay una línea clara que muestra el límite de lo considerable saludable, pero un paso en falso puede hacerlo caer del otro lado. El alcohol, en forma moderada, puede ser divertido, pero a la mayor parte de las personas le gusta pensar que pueden controlar su consumo de alcohol y luego el "solo uno o dos tragos” pasa a convertirse en una fiesta de toda la noche y una resaca de todo el día. El problema es que cuando estás tomando la decisión de tomar o no el tercer o cuarto trago, tu capacidad para decidir ya está dañada.

El alcohol tiene muchos beneficios, como disminuir la inflamación y mantener las arterias en buen estado.  El cardiólogo Valentí Fuster, una de las voces más influyentes en su especialidad, ha dado por buenos los estudios que han demostrado que el alcohol ejerce una potente acción anti coagulante y anti inflamatoria, y que es capaz de incrementar en un 12% los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol “bueno”.

Estos estudios también han constatado que, tomado con moderación, el alcohol es un vasodilatador que puede ayudar a controlar la tensión arterial; refuerza la eficacia de la insulina para regular el nivel de glucosa en la sangre; y que estas bebidas contienen sustancias antioxidantes. Sin embargo, no queda claro si tienen una influencia relevante en la prevención de los ataques de corazón y los ictus.

El alcohol también tiene un efecto en tu mente, tanto a largo como a corto plazo. La Organización Mundial de la Salus describe algunas consecuencias serias del consumo de alcohol, incluyendo la deprensión y los desórdenes emocionales, suicidio, mal ejemplo para los niños, y aumento en el riesgo de divorcio.