En la era digital en la que vivimos, las Redes Sociales han transformado la forma en que nos comunicamos, compartimos experiencias y accedemos a información. Sin embargo, como psicólogos, nos enfrentamos a la creciente preocupación sobre si estas plataformas están teniendo un impacto negativo en nuestra relación con la comida y nuestra percepción corporal. En este artículo, exploraremos a fondo la pregunta: ¿Las redes sociales impulsan los trastornos alimentarios? Analizaremos tanto los posibles vínculos entre las redes sociales y los trastornos alimentarios como las estrategias para fomentar una relación saludable con la comida en un mundo cada vez más conectado.

Aunque las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo (Facebook aún no tiene 20 años), ahora es una parte integral de la vida diaria de más del  80 % de los españoles. Al igual que otras fuentes de medios, la información compartida en las plataformas de redes sociales puede tener una influencia significativa en los pensamientos, sentimientos, comportamientos y la salud mental y el bienestar general de una persona. Eso es especialmente cierto cuando se trata de la autoimagen, la autoestima y la relación de una persona con la comida. Esto plantea la pregunta: ¿Las redes sociales impulsan los trastornos alimentarios?

¿Cómo influyen las redes sociales en nuestra percepción corporal?

El culto a la imagen corporal perfecta

Las redes sociales están saturadas de imágenes retocadas, cuerpos «ideales» y estándares de belleza poco realistas. Constantemente estamos expuestos a fotos de modelos y celebridades que parecen cumplir con criterios de belleza inalcanzables. Esta exposición prolongada puede conducir a una comparación constante entre nosotros y estas imágenes digitales, lo que a su vez puede dañar nuestra autoestima y percepción corporal.

La validación a través de los «me gusta»

Recibimos una dosis instantánea de validación en forma de «me gusta» y comentarios en nuestras publicaciones. Esta validación puede generar una búsqueda constante de aprobación en línea, lo que puede llevar a la creación de una imagen corporal basada en la percepción de los demás. Si una publicación recibe menos «me gusta» de lo esperado, esto podría afectar negativamente la autoestima y alimentar sentimientos de insatisfacción corporal.

¿Pueden las redes sociales contribuir al desarrollo de trastornos alimentarios?

Fomento de conductas extremas

Las redes sociales a veces pueden exponernos a contenido que promueve conductas alimentarias extremas, como dietas restrictivas o comportamientos compulsivos. La proliferación de contenido sobre dietas de moda y métodos de pérdida de peso no verificados puede influir en las decisiones relacionadas con la alimentación y llevar a prácticas poco saludables.

Comunidades en línea que promueven trastornos alimentarios

Lamentablemente, algunas comunidades en línea pueden convertirse en espacios donde se normalizan y promueven los trastornos alimentarios. Las personas vulnerables pueden encontrar un sentido de pertenencia en estos grupos, lo que puede reforzar sus patrones de pensamiento destructivos y comportamientos poco saludables.

La influencia de las redes sociales en la anorexia y la bulimia

Un estudio encontró que el 84% de los influencers utilizan las redes sociales para promover un bajo peso mediante dieta y ejercicio físico, siendo el sexo femenino el más afectado. Esto evidencia la relación entre las redes sociales y la promoción de conductas alimentarias poco saludables, que pueden desencadenar trastornos como la anorexia y la bulimia.

Estrategias para abordar el impacto de las redes sociales en los trastornos alimentarios

Para minimizar el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental y física, es importante que los usuarios, padres, educadores y profesionales de la salud trabajen juntos en la prevención y el tratamiento de los trastornos alimentarios. Algunas estrategias incluyen:

1. Fomentar la educación sobre la diversidad corporal y la aceptación de uno mismo.
2. Promover el uso responsable y consciente de las redes sociales.
3. Establecer límites en el tiempo dedicado a las redes sociales.
4. Buscar apoyo de profesionales de la salud en caso de sospecha de un trastorno alimentario.

Comparación social y trastornos alimentarios: una relación complicada

En un estudio publicado en 2004 (por cierto, el mismo año en que Mark Zuckerburg lanzó Facebook desde su dormitorio de Harvard), los investigadores concluyeron que los medios de comunicación desempeñaron un papel importante en el desarrollo de los trastornos alimentarios y relacionados con la alimentación. Encontraron “mucha evidencia que demuestra que los medios glorifican la delgadez y la pérdida de peso y enfatizan la importancia de la belleza y la apariencia”. Esta evidencia, agregaron los investigadores, respalda su conclusión de que «la exposición a imágenes de mujeres delgadas en los medios y la presión percibida de los medios para ser delgada afecta negativamente la imagen corporal femenina y el bienestar emocional». Además, tiene un «impacto negativo significativo en la satisfacción corporal, la preocupación por el peso, los patrones de alimentación y el bienestar emocional de las mujeres en la cultura occidental».

Hoy en día, la popularidad y la omnipresencia de los sitios de redes sociales han hecho que sea difícil escapar de estas “imágenes mediáticas delgadas”, y las presiones sobre las personas para que se vean de cierta manera parecen haber aumentado. También han surgido factores adicionales. En primer lugar, la audiencia de las redes sociales es mucho más joven que la de los medios tradicionales. Una encuesta de CNN Health de 2018  encontró que aproximadamente el 56 % de los adolescentes estadounidenses tenían cuentas en al menos una plataforma de redes sociales, y la edad promedio para agregar su primera cuenta era de 12 años. En la edad adulta, más del 90 %  de los españoles usarán activamente un promedio de  siete sitios de redes sociales  al día. Según  Johns Hopkins Medicine , la edad más común de aparición de un trastorno alimentario es entre los 12 y los 25 años. 

¿Qué es un trastorno de la alimentación?

La  Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) define los trastornos alimentarios  como “enfermedades en las que las personas experimentan trastornos graves en sus conductas alimentarias y pensamientos y emociones relacionados”. Los trastornos alimentarios son tanto una afección médica como una afección de salud mental. A menudo ocurren con otros trastornos mentales como el trastorno de ansiedad , el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y los trastornos por uso de sustancias.

Tipos más comunes de trastornos alimentarios

La anorexia ,  según la APA , se caracteriza por una ingesta limitada de alimentos, un miedo intenso a “estar gordo”, problemas con la autoimagen corporal y negación del peso corporal bajo. La afección se diagnostica cuando los pacientes pesan al menos un 15 % menos que el peso corporal recomendado para su altura.

Los pacientes con bulimia  también están obsesionados con el sobrepeso, pero su peso real puede variar desde un peso ligeramente por debajo del promedio hasta el sobrepeso o la obesidad. En lugar de no comer como los pacientes de anorexia, los pacientes de bulimia comerán grandes cantidades de comida con frecuencia. Después de los atracones, una persona con bulimia intentará purgar su cuerpo de la comida a través de ejercicio vigoroso, usando laxantes o induciendo el vómito para “contrarrestar” su comportamiento.

El trastorno por atracón  incluye pensamientos similares sobre la autoimagen y comportamientos de atracón con grandes cantidades de comida, pero sin los intentos de deshacerse de la comida mediante purgas.

Otros trastornos alimenticios o relacionados con los alimentos menos comunes incluyen el trastorno restrictivo de la ingesta de alimentos por evitación, o ARFID (pérdida de peso dramática acompañada de un empeoramiento rápido de la alimentación), PICA (comer persistentemente sustancias no alimenticias), trastorno de rumiación (regurgitación repetida de alimentos).

Las implicaciones de un trastorno alimentario para la salud física de una persona pueden ser tremendas, y los casos más graves pueden provocar la muerte. Los trastornos alimentarios tienen la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades mentales. A veces, sin embargo, es difícil para la familia y los amigos detectar los  síntomas de un trastorno alimentario  en un ser querido porque sus conductas de alimentación o purga suelen tener lugar en privado, y los síntomas emocionales y mentales ocurren gradualmente. Sin embargo,  al menos 3 millones de personas  en España sufren actualmente de un trastorno alimentario. Y aunque la mayoría de la gente piensa que los trastornos alimentarios afectan solo a las mujeres jóvenes o a las personas en la adolescencia, esta condición se comparte entre todas las edades y géneros.

Las redes sociales y el desarrollo de los trastornos alimentarios

La  Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness, NAMI) llama a los trastornos alimentarios  una condición «muy compleja», citando las creencias de los expertos de que los trastornos relacionados con los alimentos, como la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón (BED, por sus siglas en inglés), son causados ​​por «personas que intentan sobrellevar con sentimientos abrumadores y emociones dolorosas al controlar la comida”. No existe una causa exacta de los trastornos alimentarios. Pueden verse estimulados por una multitud de factores, que incluyen la genética, las presiones culturales, la salud emocional y la presión de los compañeros. Los medios de comunicación, las redes sociales y las personas dentro de las redes sociales en persona y en línea de alguien pueden desempeñar un papel importante en tres de esas cuatro circunstancias.

Motivos de trastornos alimentarios por las redes sociales

Presiones culturales

Las plataformas de redes sociales basadas en imágenes como Facebook, Instagram, YouTube, Tik Tok y Snapchat someten a los seguidores a un flujo prácticamente interminable de fotos, videos y mensajes que demuestran ideales supuestos (aunque a menudo poco realistas) de belleza, forma corporal y peso. , dieta y pérdida de peso. En la mayoría de los casos, las personas o empresas que publican este contenido asocian estos resultados con la felicidad, la popularidad o el éxito.

Salud emocional

Los problemas de salud emocional y mental, como el comportamiento impulsivo o la depresión mayor, o las tendencias de personalidad, como el perfeccionismo, la duda o la baja autoestima, pueden ser causas subyacentes de los trastornos relacionados con la alimentación. Para alguien con un problema real, las publicaciones sobre dietas, ejercicios o tamaños corporales poco realistas en las redes sociales pueden desencadenar fácilmente comportamientos alimentarios desordenados como ejercicio excesivo o atracones.

Presión de grupo

Las opiniones de amigos y familiares pueden tener un impacto significativo en los pensamientos, sentimientos y comportamientos de una persona. Estas voces pueden ser una fuerza aún más poderosa durante los años formativos de la adolescencia y la adultez temprana. El ciberacoso es una rama desagradable y desafortunada de los sitios de redes sociales. Este tipo de intimidación a menudo se dirige a la apariencia de una persona. Según la  Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación , hasta el 65% de las personas con trastornos relacionados con la alimentación en los Estados Unidos dicen que el acoso contribuyó a su condición.

Al igual que el  estudio de 2004 sobre el efecto de los medios  en la alimentación y los trastornos relacionados con los alimentos, varios esfuerzos de investigación recientes han confirmado la misma correlación con el contenido de las redes sociales. En 2011, un  estudio de la Universidad de Haifa de 248 niñas  de 12 a 19 años encontró que “cuanto más tiempo pasan las adolescentes frente a Facebook, mayores son sus posibilidades de desarrollar una imagen corporal negativa y diversos trastornos alimentarios, como anorexia, bulimia, y dietas exageradas”.

Un  estudio de 2007 publicado por los Institutos Nacionales de Salud  incluyó a 1765 participantes de 19 a 32 años y midió las preocupaciones sobre la alimentación y el uso de los sitios de redes sociales (tanto volumen como frecuencia). Las “preocupaciones alimentarias” se definieron como insatisfacción corporal, imagen corporal negativa o alterada y trastornos alimentarios además de los trastornos alimentarios o alimentarios diagnosticados. Los resultados indicaron una «asociación fuerte y consistente entre el uso de las redes sociales y las preocupaciones sobre la alimentación».

Protegiendo su salud física y mental

Estos hallazgos pueden ser alarmantes, pero no significan necesariamente que deba cerrar sesión en todos sus sitios de redes sociales o eliminar todas las aplicaciones móviles. Hay una variedad de formas en que puede escapar de los efectos adversos de las redes sociales sin abandonar sus redes sociales.

Greta Gliessner, trabajadora social clínica licenciada y fundadora de Eating Disorder Recovery Specialists, sugiere usar las redes sociales para empoderarse desconectando, dejando de seguir y desconectando. Ella recomienda participar en actividades que no involucren una computadora o un dispositivo móvil, como salir, llamar a un amigo o practicar la meditación. 

La Sra. Gliessner también sugiere dejar de seguir a las personas que parecen obsesionadas con la apariencia, la comida o el ejercicio, y bloquear a los usuarios de las redes sociales que se dedican a la vergüenza corporal. Por último, dice que relajarse, como reemplazar el tiempo en los sitios de redes sociales con técnicas de atención plena o cocinar comidas saludables, le permite vivir el momento presente y «liberarse del estrés causado por el mundo digital». 

Otra opción para contrarrestar los posibles problemas de salud mental relacionados con la alimentación asociados con los sitios de redes sociales populares es usarlos como un lugar para promover un cambio positivo. En lugar de alterar sus selfies o imágenes para presentar una versión poco realista de usted mismo o de sus actividades, comparta su verdadero yo sin filtrar, curvas y todo. Publique un mensaje inspirador sobre la aceptación, el estímulo y la imagen positiva de sí mismo. Únase a uno de los muchos grupos de apoyo en las redes sociales que apoyan a las personas que luchan contra los trastornos relacionados con los alimentos o uno que trabaja para contrarrestar el ciberacoso. Con el mundo digital en rápida evolución, siempre habrá nuevas formas de marcar una diferencia positiva con los mismos sitios de redes sociales que, de lo contrario, podrían causar tanto daño. 

Inicio del proceso de recuperación de la salud mental

Cuidar tu salud mental es imperativo si estás lidiando con un trastorno relacionado con la alimentación. El  Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés)  sugiere buscar tratamiento de salud mental temprano, incluso si aún no le han diagnosticado una afección de salud mental o un trastorno alimentario. Un profesional de la salud mental puede crear un plan de tratamiento para abordar sus necesidades individuales específicas. 

Los planes de tratamiento más efectivos para los trastornos alimentarios incluirán una combinación de psicoterapia, atención médica y control, asesoramiento nutricional y medicamentos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia conductual dialéctica (DBT) son algunos de los enfoques psicoterapéuticos más prometedores que los médicos pueden utilizar para mejorar la salud mental de los pacientes con trastornos relacionados con la alimentación. La TCC ayuda a una persona a identificar pensamientos y creencias dañinos o inexactos que conducen a su comportamiento inútil. Con un paciente que lucha con un trastorno alimentario o mental derivado de las presiones culturales en los sitios de redes sociales populares, por ejemplo, un terapeuta usaría la TCC para ayudarlos a comprender que las imágenes que influyen en estos sentimientos no son reales. Pueden mostrar personas reales, pero a menudo no son auténticas y no deben presentarse como un ideal para todos los demás. DBT ayuda a las personas a desarrollar fortalezas a medida que enfrentan altibajos emocionales que no involucran alimentos desordenados o comportamientos alimentarios.  

El primer paso para superar cualquier problema de salud mental, ya sea un trastorno alimentario como los atracones o la anorexia, el trastorno por abuso de sustancias, el trastorno de ansiedad o la depresión mayor, es encontrar un terapeuta con quien te sientas cómodo. 

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Las redes sociales causan trastornos alimentarios?

Las redes sociales no causan directamente trastornos alimentarios, pero pueden contribuir a su desarrollo y mantenimiento en personas vulnerables.

¿Qué tipo de contenido en las redes sociales puede desencadenar trastornos alimentarios?

La exposición a imágenes de cuerpos «perfectos», dietas extremas, ejercicio excesivo y mensajes que promueven la delgadez y la perfección pueden desencadenar trastornos alimentarios en personas vulnerables.

¿Puede el uso excesivo de redes sociales desencadenar un trastorno alimentario?

No hay una respuesta simple para esto, pero el uso excesivo de redes sociales puede contribuir a una serie de factores que aumentan el riesgo de desarrollar un trastorno alimentario. La comparación constante, la búsqueda de validación en línea y la exposición a contenido poco saludable pueden influir en la percepción de la imagen corporal y los comportamientos alimentarios.

¿Cómo puedo protegerme de los efectos negativos de las redes sociales en mi relación con la comida?

Es importante ser consciente de cómo te sientes mientras navegas por las redes sociales. Si notas que ciertas cuentas o contenido te hacen sentir mal contigo mismo o promueven comportamientos extremos, considera dejar de seguir esas cuentas o reducir tu tiempo en línea. Cultivar la autoestima fuera de las redes sociales y buscar fuentes de validación en tu vida real también puede ser útil.

¿Pueden las redes sociales tener un impacto positivo en mi relación con la comida?

Sí, las redes sociales no son inherentemente negativas. Pueden ser plataformas para conectarte con personas que promueven la positividad corporal, compartir recetas saludables y consejos de bienestar genuinos. La clave está en ser selectivo acerca de las cuentas que sigues y en cómo interactúas con el contenido.

¿Qué pueden hacer los padres y educadores para prevenir los trastornos alimentarios relacionados con las redes sociales?

Los padres y educadores pueden fomentar la educación sobre la diversidad corporal, la aceptación de uno mismo, promover el uso responsable y consciente de las redes sociales y establecer límites en el tiempo dedicado a estas plataformas.

¿Cuáles son los signos de un trastorno alimentario?

Algunos de los signos de un trastorno alimentario pueden incluir:

• Cambios en el apetito
• Cambios en el peso
• Cambios en los hábitos alimenticios
• Abuso de laxantes o diuréticos
• Ejercicio excesivo
• Preocupaciones excesivas por el peso o la forma corporal
• Retraimiento social
• Depresión o ansiedad

Conclusión

Hemos explorado un tema muy importante juntos: cómo las redes sociales pueden afectar la forma en que nos sentimos acerca de nuestra comida y nuestros cuerpos. Recuerda que las redes sociales pueden ser como un montón de fotos y palabras que vemos en una pantalla, ¡pero a veces esas imágenes pueden hacernos sentir cosas extrañas dentro de nosotros!

Si alguna vez sientes que las fotos en línea te hacen sentir triste o mal contigo mismo, está bien tomar un respiro. Puedes hablar con tus padres, amigos o maestros sobre cómo te sientes. También puedes elegir seguir cuentas en línea que te hagan sentir bien y feliz, como personas que comparten recetas saludables y consejos para sentirte fuerte.

Recuerda, tú eres especial tal como eres, y lo que ves en línea no siempre muestra la realidad completa. La gente es diferente y única, ¡y eso es lo que nos hace geniales! Siempre está bien cuidar de ti mismo y rodearte de cosas que te hagan sentir positivo y feliz.

Siempre estoy aquí para escucharte si tienes preguntas o necesitas hablar sobre cómo te sientes. ¡Cuida de ti mismo y recuerda ser amable contigo mismo en todo momento!