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¿Qué es la resiliencia y cómo se puede entrenar?

«La vida no se vuelve más fácil o más indulgente, nos volvemos más fuertes y resistentes. «

Steve Maraboli

La vida está llena de altibajos, desafíos y situaciones estresantes que pueden afectar nuestro bienestar emocional. Sin embargo, algunos individuos parecen tener una habilidad especial para recuperarse y adaptarse ante la adversidad. Esta capacidad se conoce como Resiliencia y puede ser una herramienta invaluable para superar obstáculos y desarrollar una salud mental y emocional sólida. En este artículo, exploraremos qué es exactamente la resiliencia, cómo se puede entrenar y algunas preguntas frecuentes sobre este tema.

Norman Garmezy, psicólogo de la Universidad de Minnesota, conoció a miles de niños en sus cuatro décadas de investigación, pero un niño en particular se destacó. Tenía nueve años, madre alcohólica, padre ausente, y todos los días llegaba a la escuela con el mismo bocadillo de dos rebanadas de pan sin nada de por medio. La comida en casa no era diferente. Sin embargo, Garmezy lo recordó claramente: el niño quería asegurarse de que «nadie sintiera pena por él y nadie se enterara de la situación de su familia». Por eso, entraba todos los días a la escuela con una sonrisa y «un bocadillo de pan» en la mochila.

Este niño era parte de un grupo especial de niños que Garmezy identificaría como grandes triunfadores, sobresaliendo a pesar de circunstancias increíblemente difíciles. Todos estos niños tenían un rasgo en común, más tarde identificado por Garmezy como «resiliencia». Los niños resilientes eran autónomos e independientes, buscaban nuevas experiencias y usaban los recursos que tenían de manera efectiva. También tenían un sistema de control interno, creyendo que sus propios logros dependían de ellos, no de las circunstancias existentes.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia se define como la capacidad de una persona para afrontar y adaptarse positivamente a situaciones difíciles, superar obstáculos y recuperarse de experiencias traumáticas. Es la capacidad de salir fortalecido y crecer a través de los desafíos en lugar de dejarse vencer por ellos. La resiliencia implica una combinación de factores internos y externos, incluyendo rasgos de personalidad, habilidades de afrontamiento y el Apoyo social disponible.

La resiliencia  es un proceso psicológico de adaptación a situaciones adversas que amenazan la seguridad e integridad física, emocional o mental, tales como amenazas o eventos trágicos que enfrenta una persona a lo largo de la vida (divorcio, abuso, enfermedad grave, accidente, muerte en la familia, etc.)

El ser humano tiene una predisposición innata a desarrollar resiliencia, lo que requiere un entrenamiento continuo a través de la introspección, la exploración de fortalezas y el desarrollo de las propias capacidades. Está presente en cada uno de nosotros, pero las proporciones varían. No es constante, puede cambiar con el tiempo, haciéndose más fuerte o más débil según los factores de estrés y los eventos traumáticos que enfrentamos.

Es importante saber que un mismo evento no se interpreta como traumático para todos nosotros. Por impactante y doloroso que pueda parecer un evento desde el exterior, tiene el potencial de volverse traumático o no para la persona que lo experimenta. Por ejemplo, si después de una muerte logramos dar forma a una iniciativa que es significativa para otros, como organizar una campaña para prevenir una enfermedad o iniciar una ONG, es posible que no la percibamos como traumática para nosotros.

¿Qué tan importante es la resiliencia?

Cuando nuestra resiliencia es alta, podemos convertir situaciones de crisis en catalizadores de crecimiento y desarrollo y nuestra fortaleza mental aumenta. También estamos más protegidos frente a trastornos como la ansiedad y la depresión.

En el extremo opuesto, cuando nuestra resiliencia psicológica es baja, prolongamos nuestro sufrimiento, nos sentimos abrumados por el cambio o la pérdida, y podemos adoptar una forma de afrontamiento destructiva y poco saludable (alcohol, drogas, automutilación).

Una persona resiliente tiene la capacidad de atravesar un evento difícil y adaptarse mucho más rápido y consumiendo menos recursos que una persona cuya resiliencia está menos desarrollada. La intensidad del sufrimiento y de las emociones no es menor en el caso de la primera categoría, pero la capacidad de encontrar soluciones, de actuar sin caer en un caos emocional juega un papel importante en la recuperación.

Los estudios han demostrado que hay una serie de  factores asociados con la resiliencia psicológica :

  • Familia, comunidad y amigos que nos dan cariño, apoyo, confianza, aliento
  • La capacidad de manejar las propias emociones, sentimientos e impulsos.
  • Actitud positiva y esperanza.
  • Autoimagen positiva, eligiendo el papel de luchador sobre el de víctima
  • Autoconfianza y seguridad en uno mismo
  • Habilidad para hacer planes realistas e implementarlos.
  • Buena comunicación y habilidades creativas para resolver problemas.
  • Establecer metas significativas, importante para nosotros
  • Mantenerse en contacto con sus propias necesidades y deseos.
  • El humor como forma de desapego
  • Flexibilidad ante el cambio

15 acciones que potencian tu resiliencia

Acciones para potenciar el desarrollo de la resilienciaCómo ponerlas en marcha
1. Cultivar el optimismoDesafía los pensamientos negativos y enfócate en lo positivo. Practica la gratitud y busca el lado bueno de las situaciones.
2. Establecer metas clarasIdentifica metas realistas y alcanzables. Divide las metas en pasos más pequeños y desarrolla un plan de acción.
3. Aceptar y aprender de los erroresReconoce que los errores son oportunidades de aprendizaje. Reflexiona sobre las lecciones que puedes extraer y cómo puedes mejorar en el futuro.
4. Desarrollar habilidades de resolución de problemasAprende técnicas de resolución de problemas, como identificar el problema, generar soluciones alternativas y evaluar las consecuencias de cada opción.
5. Buscar apoyo socialConecta con amigos, familiares o grupos de apoyo. Comparte tus experiencias y emociones con personas de confianza.
6. Practicar la comunicación efectivaMejora tus habilidades de comunicación para expresar tus pensamientos y sentimientos de manera clara y asertiva. Escucha activamente a los demás.
7. Cuidar tu bienestar físico y mentalDedica tiempo regularmente al ejercicio físico, la alimentación saludable, el sueño adecuado y la práctica de técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
8. Desarrollar la capacidad de adaptaciónAcepta los cambios como parte de la vida y busca oportunidades de crecimiento y aprendizaje en cada situación nueva.
9. Fortalecer la autoestimaReconoce tus logros y fortalezas. Aprende a tratarte con amabilidad y compasión, evitando la autocrítica excesiva.
10. Buscar actividades que te brinden alegría y placerIdentifica actividades que te gusten y te hagan sentir bien. Dedica tiempo a realizarlas regularmente, incluso en momentos de estrés.
11. Desarrollar habilidades de afrontamientoAprende técnicas de afrontamiento saludables, como la respiración profunda, la visualización positiva, la escritura terapéutica o el arte.
12. Fomentar relaciones de apoyo positivasBusca conexiones significativas con personas que te brinden apoyo emocional y te impulsen hacia adelante.
13. Practicar la autocompasiónTrátate con amabilidad y comprensión. Permítete cometer errores y aprender de ellos sin juzgarte de manera severa.
14. Desarrollar habilidades de manejo del estrésAprende técnicas de manejo del estrés, como la relajación muscular progresiva, la meditación mindfulness o el ejercicio físico regular.
15. Mantener una actitud de aprendizajeAdopta una mentalidad de crecimiento, en la que veas los desafíos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal.

¿Cómo puedes entrenar tu resiliencia?

A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a grandes cambios o pérdidas en diversas formas. Por lo tanto, para desarrollar su resiliencia psicológica en situaciones de crisis, puede considerar las siguientes ideas.

  • Habla de los momentos difíciles por los que estás pasando con personas cercanas a ti que te apoyan y en las que confías, aceptando su ayuda. Es importante poder expresar tus emociones y desahogarte para estar mejor preparado luego para buscar nuevas ideas para superar con mayor facilidad las dificultades actuales.
  • Presta más atención a los aspectos que puedes controlar en el presente para no sentirte abrumado por la situación.
  • Intenta poner las cosas en perspectiva y ver tu situación en un contexto más amplio, evitando prestarle demasiada atención.
  • Encuentre una meta en la que quiera involucrarse porque las actividades significativas lo ayudan a sentirse útil y recuperar su alegría en la vida con el tiempo.
  • Cuídate y busca actividades que te ayuden a gestionar el estrés y la ansiedad con mayor facilidad, como el deporte, la meditación, las técnicas de relajación, la lectura, etc.
  • Escribe periódicamente en un diario tus emociones, sentimientos, sueños y miedos para descargarte y superar más fácilmente la experiencia vivida.

Dado que el miedo al cambio, el miedo a la incertidumbre y la necesidad de control nos impiden ser más resilientes, una solución sería transformar nuestros miedos en curiosidad y estar abiertos a mirar situaciones nuevas y desde una perspectiva diferente.

Otras formas de entrenar la resiliencia

La resiliencia no es algo con lo que se nace o no se tiene, sino que es una habilidad que se puede desarrollar y fortalecer a lo largo de la vida. Aquí hay algunas estrategias efectivas para entrenar la resiliencia:

1. Cultivar el optimismo: El optimismo es una forma poderosa de pensar que puede ayudarnos a enfrentar las dificultades con una mentalidad positiva. Esto implica enfocarse en las soluciones en lugar de los problemas, aprender a ver los errores como oportunidades de crecimiento y mantener una actitud esperanzadora incluso en momentos difíciles.

2. Establecer metas y tener un propósito de vida: Tener metas claras y un propósito en la vida nos brinda una dirección y un sentido de significado. Establecer metas realistas y alcanzables nos motiva a seguir adelante, incluso cuando enfrentamos obstáculos. Además, un propósito de vida nos ayuda a encontrar sentido en las experiencias difíciles y a mantenernos enfocados en nuestras metas a largo plazo.

3. Construir relaciones de apoyo: Contar con un sistema de apoyo social sólido es fundamental para fortalecer la resiliencia. Conectarse con amigos, familiares o grupos de apoyo nos proporciona un espacio seguro para compartir nuestras experiencias y emociones. Además, el apoyo social puede brindarnos diferentes perspectivas, consejos prácticos y ayuda emocional durante los momentos difíciles.

4. Practicar la autorreflexión y el autocuidado: Tomarse el tiempo para reflexionar sobre nuestras fortalezas y debilidades nos ayuda a conocernos mejor y a identificar áreas en las que podemos mejorar. Además, el autocuidado es esencial para mantener un equilibrio saludable en nuestra vida. Esto implica dedicar tiempo regularmente a actividades que nos brindan placer y descanso, como el ejercicio físico, la meditación, el arte o cualquier actividad que nos recargue emocionalmente.

¡No lo olvide! ¡Manejamos situaciones potencialmente traumáticas de manera más saludable y apropiada pasando por ellas, no superándolas!

Preguntas frecuentes (FAQs)

1. ¿La resiliencia es algo con lo que se nace o se puede aprender?

La resiliencia no es una cualidad innata, sino una habilidad que se puede desarrollar y fortalecer a lo largo de la vida. Todos tenemos la capacidad de ser resilientes, aunque algunos pueden tener una base más sólida debido a diversos factores. Con práctica y las estrategias adecuadas, cualquiera puede mejorar su resiliencia.

2. ¿Qué papel juega el apoyo social en la resiliencia?

El apoyo social desempeña un papel crucial en el desarrollo de la resiliencia. Contar con personas de confianza, como amigos, familiares o grupos de apoyo, nos brinda un sistema de apoyo emocional y práctico durante momentos difíciles. Compartir nuestras experiencias y emociones con otros puede ayudarnos a obtener diferentes perspectivas, consejos útiles y un sentido de pertenencia.

3. ¿Qué estrategias puedo utilizar para entrenar mi resiliencia?

Existen diversas estrategias para fortalecer la resiliencia. Algunas de ellas incluyen cultivar el optimismo, establecer metas y un propósito de vida, construir relaciones de apoyo, practicar la autorreflexión y el autocuidado. Estas estrategias pueden ayudarte a enfrentar los desafíos de manera positiva y a desarrollar una mayor capacidad para adaptarte y recuperarte de las dificultades.

Conclusión

La resiliencia es una habilidad poderosa que nos permite enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva y recuperarnos de experiencias traumáticas. A través del cultivo del optimismo, el establecimiento de metas, la construcción de relaciones de apoyo y la práctica del autocuidado, podemos fortalecer nuestra resiliencia y desarrollar una mayor capacidad para enfrentar los obstáculos con una actitud positiva. Recuerda que la resiliencia no es algo con lo que se nace, sino una habilidad que se puede aprender y mejorar a lo largo de la vida. ¡Empieza a entrenar tu resiliencia hoy mismo y descubre el poder que puedes alcanzar en tu bienestar emocional y mental!



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