¡Una mujer es agredida cada 30 segundos en España! ¡Una de cada 4 Mujeres en España será agredida en algún momento de su vida! ¿Qué hay de malo en estas estadísticas? ¿Nos ayuda o no en la intervención para frenar la violencia doméstica?

Es importante entender que la Violencia no sólo la cometen personas con graves trastornos de personalidad, o monstruos como a veces nos gusta llamarlos. Los violentos son generalmente personas absolutamente normales, son nuestros amigos, nuestros vecinos o incluso nuestros hijos.

El problema no solo está relacionado con “¿Por qué la golpeó?” sino más bien qué le pasa a la sociedad en la que vivimos que la violencia contra la mujer es tan fácil. Bueno, en la mente de muchas personas, cuando una mujer es golpeada o violada, hay varias formas en las que se la hace, al menos parcialmente, responsable de esto. ¿Por qué el agresor queda fuera de la ecuación cuando queremos explicar la violencia doméstica y solo nos enfocamos en “¡Ella tiene la culpa!” ¿Por qué no se va?”.

El propósito del artículo no es culpar a alguien, sino analizar un poco una de las causas. La violencia contra las mujeres también tiene efectos extremadamente dañinos sobre los Hombres. Si pensamos que más del 90% de los delitos de agresión son cometidos por hombres. Lo que significa que frecuentemente y en situaciones de agresión física contra los hombres, los agresores también son hombres. O, señores, imaginen que su madre, hermana, amiga o hija sería abusada física o sexualmente. Es una experiencia extremadamente dolorosa y definitivamente querrá evitar esto antes de que suceda y está en su poder hacerlo.

Los estudios muestran que las normas sociales, las actitudes y ciertas creencias contribuyen a la violencia emocional, psicológica, económica, física y sexual contra las mujeres. Las creencias que tiene una sociedad acaban justificando u ocultando la violencia. El principal predictor de la violencia contra las mujeres es la forma en que la comunidad ve el papel de las mujeres y los hombres, la igualdad entre los sexos y los estereotipos de género tradicionales.

¿Qué significa “ser un hombre”?

El concepto de masculinidad no es algo con lo que un hombre nace. El niño aprende desde temprana edad lo que significa ser un hombre. Aprende de los mensajes de los padres, familiares, otros niños y, por último, pero no menos importante, de las películas, los dibujos animados y las revistas. Y cuáles son los mensajes que recibe “Debes ser fuerte”, “No llores como una niña”, luego “No se lo dejes a los demás”.

¿Cuál es el mensaje que transmiten las películas, los videos de los adolescentes, las letras de las canciones, cómo hay que ser para ser un hombre de verdad? La masculinidad está relacionada con la fuerza física, el poder, el control y la capacidad de ganarse el respeto. Si no eres así, estás etiquetado. ¿Quizás todos tenían un chico en clase que prefería estar en compañía de chicas, no jugaba al fútbol y no se disfrazaba? ¿Cómo lo llamaban los demás?

Los hombres son “obligados” a asumir una masculinidad que implica:

• no mostrar sus debilidades o miedo, no llorar o expresar emociones distintas a la ira
• para demostrar su poder y control especialmente hacia las mujeres (porque de lo contrario están bajo la zapatilla, ¿no?)
• dominar a otros a través de la agresión
• no ser como una mujer
• ser heterosexual
• ser fuerte, atlético y valiente
• tomar decisiones solo
• ver a las mujeres como su propiedad o como objetos

Si alguien se sale de este patrón, inmediatamente es etiquetado, humillado o criticado por otros. Presión social que contribuye a mantener una imagen de masculinidad simplista y definitivamente no adaptada al contexto social que queremos.

La masculinidad aprendida de hoy se define por el poder (físico, económico, psicológico), el control y la violencia. Los niños aprenden que para ser hombres deben ser grandes, fuertes, dominantes y agresivos. Y veo esta imagen en todas partes: en la familia, en la comunidad, en los dibujos animados (¿cómo es Superman?), en las películas, en las películas para adultos, en los juegos, en los anuncios. Para ser hombre tienes que imponer tu punto de vista e ignorar los mensajes que recibes de las mujeres, porque “una mujer debe obedecer a un hombre”. Y así la comunicación se detiene y el diálogo se convierte en conflicto y agresión.

Un hombre de verdad no tiene miedo y es invulnerable, y es así como acabas descuidando los problemas de salud porque reconocerlos significaría vulnerabilidad. Un hombre no tiene miedo y así acabamos con una conducción agresiva y un alto porcentaje de accidentes entre los conductores varones. Un hombre no expresa sus sentimientos -no está triste, deprimido, no tiene miedo- y los problemas emocionales que podrían ser tratados son negados con un “no quiero hablar de eso” o ignorados y “tapados” por el exceso de alcohol. consumo

En esta fórmula, ser hombre significa controlar tus emociones, no expresarlas, imponerte, ser fuerte y tomar el control. Y qué pasa cuando un hombre recibe este mensaje toda su vida y entra en una relación en la que le es difícil (si no imposible) decir lo que siente o lo que piensa porque eso (Dios no lo quiera) lo debilitaría. O después de toda una vida de que le digan que un hombre debe tener el control, entra en una relación en la que las decisiones se toman juntos, en la que todos deben opinar. ¿Cuál crees que es el resultado?

Cómo prevenimos la violencia contra las mujeres

Reducir la violencia no significa eliminar los juegos violentos y las películas violentas, sino centrarse en la masculinidad como construcción social.

Reducir la violencia contra las mujeres requiere cambiar los modelos de masculinidad, o al menos ofrecer alternativas.

Es importante definir la masculinidad por parte de hombres que valoran las relaciones, que se comprometen a cambiar algo a mejor a su alrededor, que se permiten ser vulnerables, que expresan su compasión y cuidado hacia quienes los rodean.

Es una forma mucho más humana, sana y sincera de expresar tu masculinidad.

Estos hombres están a nuestro alrededor y necesitamos contribuir a la diversificación de la imagen de la masculinidad más allá de los estereotipos perpetuados durante tanto tiempo. Es más fácil presentar una imagen agresiva y es mucho más difícil analizarte, conocerte y confrontar y expresar tus emociones.

¿Cómo pueden los hombres prevenir la violencia contra las mujeres?

Jason Katz, uno de los defensores de las intervenciones para prevenir la violencia doméstica, ha desarrollado una serie de acciones para que los hombres prevengan la violencia contra las mujeres:

1. Aborda la violencia de género como un problema que atañe a los hombresde todas las edades, de cualquier nivel socioeconómico, de cualquier raza y de cualquier etnia.
2. no pasar por altosi un familiar, un amigo, un colega o un conocido maltrata a su pareja o es irrespetuoso con las mujeres o niñas en general. Si te sientes cómodo, habla con él sobre esto, o pide el apoyo de otra persona que pueda ayudarlo.
3. Analiza tu propia actitudno te pongas a la defensiva cuando algo que digas o hagas hiera a otros. Trate de entender cómo sus actitudes y acciones pueden perpetuar la violencia y trate de cambiarlas.
4. Ofrece tu apoyosi tiene razones para creer que una mujer que conoce está siendo abusada.
5. Solicite soporte ahorasi eres o has sido abusivo con las mujeres, y aquí nos referimos al abuso emocional, psicológico, físico o sexual. No dejes que estos comportamientos definan tu relación con las mujeres porque probablemente ya sabes que tienes algo que perder.
6. Apoya campañas para eliminar la violencia contra las mujerespuedes ser un ejemplo para los que te rodean.
7. Reconoce y no acepta la discriminación y la violencia.en comparación con otras minorías étnicas o sexuales.
8. Infórmatesobre la desigualdad de género y las causas de la violencia.
9. No contribuyo a la promoción de estereotipos degradantes.
10. Enseñe a sus hijos a ser hombres de una manera que no implique abusoen niñas, mujeres u otros niños. Enséñales a reconocer y expresar sus emociones, valorar sus relaciones y luchar por una causa.

Durante mucho tiempo, los hombres fueron excluidos de la discusión cuando se discutía la violencia contra las mujeres. Eran simples observadores más o menos indiferentes a un problema de mujeres.

Cada vez más hombres se involucran en el enfoque de prevención de la violencia entre hombres (independientemente de que sea contra mujeres, niños u otros hombres) educando a adolescentes y adultos sobre los valores reales que es importante asociar a la masculinidad: la coraje para apoyar una causa, empatía hacia los que le rodean, valoración de las relaciones y expresión de emociones.

Las principales excusas que ponen las mujeres que han sufrido violencia de género

Recuerda que estas son solo algunas de las posibles excusas y formas generales de abordarlas. Cada caso es único y requiere un enfoque individualizado. Es importante buscar el apoyo de un profesional de la salud mental especializado en violencia de género para brindar el apoyo adecuado a las personas que han experimentado violencia de género.

Conclusión

Enseñarles que ser hombre significa ser empático no ser frío, estar cerca de los seres queridos no controlarlos, hacer del mundo un lugar mejor no solo en beneficio propio, ganarse el respeto ofreciendo respeto y no a través de la fuerza física, para hacer un compromiso con una causa, no ser indiferente a todo lo que te rodea, tener el coraje de apoyar el trato de los que te rodean con respeto, no discriminar, humillar o despreciar a los que son diferentes a ti.

La violencia contra las mujeres solo se detendrá si los hombres entienden que son parte de la solución para su eliminación. Porque al final todos tenemos que asumir la responsabilidad tanto de lo que hicimos como de lo que dejamos de hacer.

Mi recomendación de lectura para eliminar la violencia contra las mujeres