El 25 de noviembre es el Día Internacional contra la Violencia Doméstica, un día oscuro para todas las víctimas de violencia doméstica que aparezcan o no en las estadísticas de las autoridades. Pero, ¿qué es y cómo te proteges de la violencia doméstica?

Junto con la violencia psicológica y la violencia verbal, la violencia física es uno de los tipos de violencia más extendidos que se manifiesta en la relación de pareja y en el hogar. Las mujeres son las principales víctimas de este tipo de violencia y en muchos casos los hijos son el principal motivo que provoca que se mantengan en estas relaciones tóxicas.

Pero un ambiente lleno de inseguridad puede perjudicar a las víctimas y producir efectos a largo plazo en todos los niveles: físico, emocional, cognitivo. Por eso es importante que las víctimas de violencia doméstica conozcan los pasos a través de los cuales pueden protegerse a sí mismas ya sus seres queridos contra un abuso/acto de violencia doméstica.

¿La pelea se rompe desde el cielo?

En una cultura donde «las peleas se rompen desde el cielo», desafortunadamente, España ocupa un lugar destacado en las estadísticas europeas sobre violencia doméstica. Pero se malinterpreta este proverbio, «la lucha se rompe del cielo» significa, en realidad, que la lucha no es parte del cielo, fue desterrada del cielo, y no al revés, como pretenden algunos agresores.

Me pegaba todas las noches. Con los puños, con los pies, me gritaba insultos, me escupía. Estaba rompiendo los muebles de la casa. Grité cuando el dolor era insoportable y luego me golpeó aún más fuerte. Tenemos moretones y cuando eran más grandes no me dejaban salir de casa. Desde que nos casamos empezaron las peleas. Y cuando estaba despierto, y cuando estaba borracho. Me ganó porque eso es lo que quería, así entendió que era un hombre y así vio a los demás a su alrededor, «hombres de verdad». Todo el bloque sabe lo que está pasando. En 43 años, nadie llamó a la policía. La policía no vino ni una sola vez. De los golpes en la cabeza y los golpes en las paredes y de la impotencia, me quedé con un temblor en el cuerpo. Tengo miedo de hablar con los vecinos. Personalmente, me parece que todos se ríen de la situación y aceptan que las mujeres son golpeadas por sus maridos. También puedes escuchar gritos y golpes de otros apartamentos. Hace 20 años le pegó a la niña. Tan malo que tuvo una convulsión. Se rebeló. La llevaron al hospital 9, le dieron pastillas. Dos días después se tiró por el balcón. Tenía 21 años. No pudo soportarlo más. Estaba enfadada con la gente, con la vida, con el infierno por el que pasas como mujer. No tengo adónde ir, me buscarían y me matarían. Y así, me mata lentamente, todos los días. Les diría a las niñas y mujeres que no acepten ni una bofetada, ni siquiera un insulto. 

¿ Qué es la violencia física ?

De todos los tipos de violencia, la violencia física es la más visible y se produce cuando el agresor provoca daños corporales o deterioro de la salud de la víctima. La violencia intrafamiliar se presenta en todos los ámbitos sociales, independientemente de la condición social, el nivel educativo o la profesión, y para desalentarla es necesario asegurar el apoyo a las víctimas, la provisión del marco legislativo adecuado para facilitar la denuncia y el refugio. de las víctimas, así como la educación de la población para que sea intolerante ante este tipo de manifestaciones.

Desde el punto de vista jurídico, la violencia representa la violación de los derechos humanos: el derecho a la vida, a la seguridad, a la dignidad ya la integridad física y psíquica. Aunque la violencia doméstica representa una violación flagrante de los derechos humanos, sigue estando muy extendida en las familias españolas.

La violencia física puede manifestarse mediante: golpes, pisotones o empujones, golpes, puñetazos, palmadas o patadas, torcer las manos, tirar del cabello, infligir hematomas, apuñalar, cortar, quemar, estrangular, morder, golpear paredes, muebles u otros objetos, desfiguración en cualquier forma y de cualquier intensidad, incluyendo el resultado de accidentes por envenenamiento, intoxicación, uso de objetos contundentes, sometimiento a esfuerzos físicos extenuantes o actividades con alto grado de riesgo para la vida o la salud e integridad corporal de la víctima.

Entonces es fácil entender por qué la víctima a veces elige sufrir en silencio.

La pandemia ha aumentado la violencia intrafamiliar

A menudo, los actos de violencia doméstica ocurren en familias donde uno o más miembros de la familia consumen alcohol o drogas.

Pero durante la pandemia y el confinamiento, aumentó el número de casos de violencia doméstica. Para muchas víctimas de violencia doméstica, la casa se convirtió en una prisión de la que no podían salir. Permanecer mucho tiempo con el agresor sin contacto con el exterior agudiza los actos de violencia intrafamiliar entre la población, pero, aunque conocidos, estos actos de violencia no son denunciados.

De hecho, la violencia doméstica está muy extendida y pocas de las víctimas que sufren este abuso denuncian al agresor ante la policía y las autoridades competentes. Las principales causas son:

• trauma y ataques de pánico , que hacen que las víctimas desconfíen de su propia fuerza
• dependencia económica del agresor – hace que permanezcan en el domicilio conyugal
• dependencia emocional del agresor -en algunos casos, las víctimas se vuelven emocionalmente dependientes del agresor sintiéndose impotentes- debido a actos de violencia física y verbal que les hacen sentirse impotentes. A menudo, las amenazas y los chantajes emocionales pueden generar desequilibrios emocionales de los que la víctima difícilmente puede salir sin el apoyo de un especialista.
• promesas de que el acto no se repetirá – éstas suelen tener lugar después de que el agresor esté «sobrio», si se trata del consumo de alcohol/drogas. La víctima puede confiar en estas promesas, especialmente al comienzo de los actos de violencia doméstica, pero se deben tomar medidas lo más rápido posible, antes de que sea demasiado tarde.
• el deseo de mantener a toda la familia , la mayor parte del tiempo para los niños – las costumbres sociales juegan un papel importante: la mujer divorciada todavía es vista con juicio por la sociedad, especialmente si hay niños involucrados. “Me sacrifico por los niños” es una respuesta que se suele utilizar en el caso de víctimas de violencia doméstica, pero el silencio es más importante para el desarrollo armónico de los niños
• el estigma y la vergüenza de aceptar que se encuentran en tal situación (quizás a pesar de su condición social, etc.)- muchas veces las víctimas sienten vergüenza, vergüenza, sobre todo si hablamos de mujeres cuyo aspecto físico se ve afectado. Optan por ocultar las evidencias de los actos de violencia física e incluso los agresores las obligan a ocultar las huellas, disfrazándolas con ropa o negándose a ir a trabajar.
• miedo al agresor – que las cosas se pongan más difíciles tras la denuncia / que se sigan, miedo muchas veces justificado por la actitud del agresor. Por eso es importante que la decisión de la víctima de protegerse y salir de una relación tóxica sea firme y siga adelante con el plan para protegerse a sí misma y a sus seres queridos.
• perdonar las acciones del agresor conduce al empeoramiento de la situación a largo plazo, por lo que se deben tomar medidas desde las primeras manifestaciones violentas para evitar situaciones graves.

Desafortunadamente, existe la mentalidad de que las víctimas son «culpables de algo», «que merecen su destino», «que la mujer debe ser golpeada de vez en cuando», etc. Todas estas mentalidades disuaden a las víctimas de encontrar una solución y pedir ayuda. Muchas de las historias terminan trágicamente, dejando familias divididas y niños marcados emocionalmente.

¿Qué debes hacer si eres víctima de violencia doméstica?

Existen numerosas ONG que ofrecen asesoramiento psicológico, social y jurídico, centros de día e incluso albergues sociales para víctimas de violencia doméstica, así como una línea telefónica dedicada a las autoridades – para denuncias y ayuda. Dependiendo de la gravedad y las condiciones específicas de la situación, puede tomar las siguientes medidas:

1. Lo primero es ponerse a salvo llamando a la policía, llamando al 112, familiares o amigos para pedir apoyo y refugio.
2. Presentar una denuncia ante la policía para obtener una orden de alejamiento y protección contra el agresor
3. Contacta con un abogado para que te informe sobre los pasos que debes seguir desde el punto de vista legal para estar seguro
4. Acudir al Instituto de Medicina Legal para obtener un certificado médico-legal útil en juicio contra el agresor
5. Ponte en contacto con un psicólogo o una asociación que ofrezca apoyo a las víctimas.

El apoyo de los seres queridos es importante

ONG, familiares, amigos y conocidos, autoridades y especialistas pueden ayudar a las víctimas de violencia doméstica. En muchos casos, aunque los familiares conocen la situación de la víctima, no actúan bien porque temen empeorar la situación de la víctima, bien porque desconocen las posibilidades y medidas legales. El silencio o la falta de acción significa complicidad en el abuso doméstico.

¿Cómo ayudar a una víctima de violencia doméstica?

Por lo tanto, si un ser querido se encuentra en esta situación:

• no la juzgues y háblale sobre este tema en un momento adecuado , en un lugar seguro, lejos del agresor, en un tono cálido
• dirige la discusión hacia la solución , y menos hacia el problema
• inicie la discusión con preguntas abiertas «¿cómo puedo ayudarlo?» , por ejemplo, para abrir el diálogo, sin inhibirlo
• exprese su preocupación y su voluntad de apoyarlo (emocionalmente, económicamente, ofreciéndole refugio por un período de tiempo, o de cualquier manera que pueda ayudarlo), para poder superar esta situación
• darle apoyo cuando decida irse de la casa/anuncia el agresor , este es un momento crítico para la víctima y sin el apoyo de un ser querido o de un profesional, muchas víctimas pueden desistir y quedarse en la casa con el agresor
• infórmate y dale la información correcta para superar la situación tensa y encontrar tranquilidad
• si hay menores involucrados, derivar a la víctima a la Dirección General de Asistencia Social y Protección a la Infancia

Las víctimas de violencia doméstica pueden denunciar al agresor a través de una línea telefónica gratuita disponible 24/7 ¡Usted no está sola!

Conclusión

Como psicólogo, entiendo que la violencia doméstica es una situación muy difícil y dolorosa para las personas que la experimentan. Pero también sé que hay esperanza y ayuda disponible para quienes buscan protegerse.

Si estás experimentando violencia doméstica, es importante buscar ayuda. Puedes hablar con un profesional de la salud mental, un trabajador social o un miembro del clero para obtener apoyo emocional y orientación. Además, hay recursos disponibles, como refugios de emergencia y líneas de ayuda, que pueden proporcionar un refugio seguro y asistencia financiera y legal.

Es importante recordar que la violencia doméstica no es tu culpa y que no mereces ser tratado de esa manera. La recuperación de la violencia doméstica es un proceso que puede llevar tiempo, pero con el apoyo adecuado y un plan de seguridad bien pensado, puedes tomar medidas para protegerte a ti y a tus seres queridos.

En conclusión, aunque la violencia doméstica puede ser una situación muy difícil, es importante recordar que hay esperanza y ayuda disponible. Si estás experimentando violencia doméstica, busca apoyo y recursos para protegerte a ti y a tus seres queridos. Recuerda que la violencia doméstica no es tu culpa y que mereces una vida segura y libre de violencia.

Mi recomendación de lectura para huir y sobrevivir de la violencia doméstica