La vida está llena de frustraciones. Desde un cabello que no luce bien en la mañana de una importante entrevista donde quieres presentarte impecable hasta frustraciones relacionadas con el entorno que nos rodea o frustraciones relacionadas con múltiples fracasos en el camino hacia la consecución de un objetivo.

Como sea que lo digamos, la vida no perdona a nadie cuando se trata de frustración.

Pero, ¿qué es la frustración?

La frustración es una emoción que aparece en situaciones donde una persona encuentra obstáculos u obstáculos en el camino para lograr el resultado deseado. En general, cada vez que logramos una de nuestras metas, nos sentimos satisfechos y cada vez que se nos impide lograr nuestras metas, podemos sucumbir a la frustración y sentirnos irritables, molestos y enojados. Por lo general, cuanto más importante es el objetivo, mayor es la frustración.

La frustración no es necesariamente mala , ya que puede ser un indicador útil de los problemas en la vida de una persona y, como resultado, puede actuar como un motivador para el cambio. Sin embargo, cuando se traduce en ira, irritabilidad, estrés, resentimiento, depresión o una espiral en la que tenemos una sensación de resignación o abandono, la frustración puede ser destructiva.

La frustración y nuestras respuestas emocionales:

ENOJO

«La frustración engendra ira y la ira engendra agresión». La ira y la agresión directa se expresan hacia el objeto percibido como causa de la frustración. Si un dispositivo no funciona, es posible golpearlo. Si alguien se interpone en tu camino, podrías amenazarlo verbalmente. Si la fuente de frustración es demasiado fuerte o amenazante para la agresión directa, a menudo se utiliza la agresión indirecta. La agresión se redirige a un objeto menos amenazante y más disponible (por ejemplo, la silla a tu lado o un puñetazo en la pared).

Una persona enojada a menudo actúa sin pensar. La persona cedió a la frustración y abandonó las restricciones. La ira puede ser una respuesta saludable si nos motiva a tomar medidas positivas, pero con demasiada frecuencia las acciones que realizamos cuando estamos enojados son destructivas. Cuando sienta que aumenta la frustración, debe practicar respuestas conscientes que conduzcan a acciones saludables en lugar de destructivas.

Renunciar al propósito previsto

Renunciar a una meta puede ser productivo si la meta realmente no está disponible. Sin embargo, el abandono más frecuente (rendirse o apatía) es otra forma de ceder a la frustración. Cuando se sienten repetidamente frustrados, las personas pueden abandonar la escuela, renunciar a su trabajo o mudarse de ciudad/país. La apatía puede hacernos renunciar a todos nuestros objetivos, para evitar sentirnos frustrados.

Vivimos en una sociedad que provoca frustraciones a cada paso, por lo que debemos ser persistentes en nuestro proceso para alcanzar nuestras metas. Considere cuántos proyectos comenzó y luego abandonó porque estaba frustrado y perdió la paciencia. Haz una lista de las cosas que empezaste y dejaste porque parecían demasiado difíciles. Ahora piensa en la decepción y las pérdidas que sufriste al evitar la frustración. Trate de recordar que los que se rinden nunca ganan y los ganadores nunca se dan por vencidos.

Pérdida de confianza

La pérdida de confianza en uno mismo es un efecto secundario frecuente de darse por vencido y no lograr el objetivo. Una pérdida de confianza en sí mismo y autoestima significa que si nos damos por vencidos una vez, la próxima vez que planifiquemos una meta, es posible que no podamos evaluar con precisión nuestra capacidad para lograrla y ya no confiemos en nosotros mismos ni en nuestras propias capacidades. nuestras habilidades. Esta es una actitud autodestructiva. Aprende a confiar en ti mismo, anímate y motívate. De esta manera, cualquier desafío será menos amenazante.

El estrés

El estrés es el «desgaste» que experimentan nuestros cuerpos y mentes a medida que nos adaptamos a las frustraciones de nuestro entorno en constante cambio. Con demasiada frecuencia, la frustración y el estrés extremo o prolongado nos perturban y generan señales de peligro en el cuerpo y la mente. Nuestro cuerpo experimenta señales de angustia en una variedad de formas, a menudo en forma de: irritabilidad, ira, fatiga, ansiedad, dolores de cabeza, depresión, dolores de estómago, hipertensión, migrañas, úlceras, ataques cardíacos o colitis.

Depresión

La depresión puede afectar casi todos los aspectos de su vida. Afecta a personas de todas las edades, niveles de ingresos, razas y culturas. La depresión puede afectar la forma en que come y duerme, la forma en que se siente consigo mismo, la forma en que piensa sobre las cosas y la forma en que interactúa con los demás.

Aprendemos a vivir con la frustración.

No es realista pensar que puede deshacerse de la frustración para siempre, pero puede aprender a hacer cosas para minimizar sus frustraciones y asegurarse de no involucrarse en respuestas poco saludables a la frustración.

Tendrás que aprender a distinguir entre lo que esperas que suceda, lo que probablemente suceda y lo que realmente sucedió. La vida inevitablemente tiene altibajos: momentos de relajación y períodos de tensión. Cuando aprende a aceptar verdaderamente esta realidad, está un paso más cerca de poder lidiar con la frustración de una manera saludable.

Hay varios tipos de problemas con los que nos encontramos en nuestra vida diaria: los que sabemos que se pueden resolver, los que no estamos seguros de si se pueden solucionar o no, los que sabemos que están fuera de nuestro control y los que nos provocan tanta confusión que ni siquiera nos damos cuenta de cuál es el problema en realidad. Debemos ser capaces de evaluar con precisión nuestras habilidades para modificar situaciones que nos impiden resolver nuestros problemas y alcanzar nuestra meta. Entonces, podremos evaluar a qué tipo de problema nos enfrentamos y desarrollar un plan realista.

Aprender a tomar las cosas paso a paso también puede ayudarnos a estar más contentos y felices, lo que a su vez nos ayudará a superar la ira y la frustración más fácilmente. Si estás enojado, triste, ansioso o deprimido, tendrás menos paciencia y Tolerancia para todo y para todos.

Principales motivos que nos generan frustración

Casi todos nosotros luchamos de vez en cuando con una baja tolerancia a la frustración . A veces nos molestan los pequeños gestos de las personas que nos rodean. Cuando nuestras vidas se vuelven excesivamente estresantes, puede ser difícil evitar que las pequeñas cosas se conviertan en grandes molestias . Puede ser difícil dejar de explotar verbal o mentalmente cuando otra cosa sale mal, incluso si se trata de algo menor, como «alguien que te corta el paso en el tráfico o un pequeño golpe en el dedo». Sin embargo, con el tiempo, cuando no controlamos nuestra tolerancia a la frustración, nuestro estado de ánimo puede comenzar a salirse de control. Podemos enojarnos y enfadarnos en nuestra vida diaria.y para «derramar nuestros nervios» sobre las personas que nos importan, contribuyendo a la negatividad general en nuestro entorno. Es importante reconocer cuándo la baja tolerancia a la frustración se ha convertido en un problema, para que pueda comenzar a desarrollar más resiliencia y dejar de permitir que las frustraciones menores se vuelvan abrumadoras.

Pregúntese:

• ¿Me siento demasiado enojado por molestias o errores menores?
• ¿Tiendo a escribir o atacar a las personas que me importan (o extraños) cuando sucede algo frustrante?
• ¿La ira y la frustración afectan mi estado de ánimo general en la vida cotidiana?
• ¿Lamento o vergüenza después de un estallido de frustración?

¿Qué tan alta es tu tolerancia a la frustración?

La frustración ocurre cuando aparece un desafío o un bloqueo en el camino para lograr el objetivo deseado. La capacidad de lidiar con la frustración se llama tolerancia a la frustración.

Las personas con alta tolerancia a la frustración son capaces de afrontar con éxito retos, bloqueos o fracasos. Las personas con baja tolerancia a la frustración pueden frustrarse ante molestias cotidianas aparentemente menores, como los atascos de tráfico o los niños ruidosos.

Las personas con baja tolerancia a la frustración pueden abandonar inmediatamente las tareas difíciles. La mera idea de tener que hacer cola o trabajar en una tarea que no entienden puede parecer intolerable.

Si caes en el extremo inferior del espectro de tolerancia a la frustración, esto puede causar algunos problemas en tu vida. Afortunadamente, hay algunas cosas que puede hacer para mejorar su tolerancia a la frustración.

Causas de la baja tolerancia a la frustración

Hay varias razones por las que algunos de nosotros experimentamos una baja tolerancia a la frustración:

• Trastorno emocional
• Las condiciones de salud emocional , como la depresión y la ansiedad, pueden disminuir la tolerancia a la frustración de una persona.
• personalidad _ La personalidad también juega un papel en la tolerancia a la frustración. Algunas personas toleran naturalmente las circunstancias frustrantes mejor que otras.
• Valores o creencias : las creencias de un individuo también juegan un papel en qué tan bien toleran la frustración. Una persona que cree cosas como «La vida debería ser fácil» o «Otras personas siempre deben cumplir con mis expectativas» será menos tolerante que otra persona con los factores estresantes cotidianos.

Signos de baja tolerancia a la frustración

• Procrastinación frecuente: debido a la incapacidad de tolerar la frustración asociada con una tarea difícil o aburrida.
• Intentos impulsivos de «arreglar» una situación debido a la impaciencia
• Exageración del malestar temporal.
• La búsqueda de la gratificación inmediata a toda costa.
• Abandono inmediato cuando aparece un desafío u obstáculo
• Pensamiento o línea de uso frecuente: «No puedo soportarlo más»
• Evitar tareas que puedan causar estrés.

¡La tolerancia a la frustración se puede aprender!

Con práctica, dedicación y perseverancia, puede reducir la intensidad de su frustración y aprender a expresar sus sentimientos en formas socialmente apropiadas.

Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarlo a desarrollar tolerancia a la frustración:

Acepta las situaciones difíciles y la realidad tal como es, no como te la imaginas

Los sentimientos de frustración son alimentados por pensamientos como «¡Estas cosas solo me pasan a mí!» o «¿Por qué el tráfico tiene que ser tan malo todos los días?» Es horrible. «Trata de alimentar tu estado de ánimo con pensamientos más realistas. En lugar de pensar en la injusticia de los atascos de tráfico, recuerda: «Hay millones de coches en la carretera todos los días. Habrá atascos de tráfico. Es una realidad que todos vivimos. «

Sigue tus pensamientos y date cuenta de lo que te dices a ti mismo en momentos frustrantes

Los pensamientos: «No puedo esperar en la fila» o «Estoy demasiado abrumado para intentarlo más», aumentarán su frustración. Este tipo de pensamientos también te harán evitar tareas que te puedan causar frustraciones.

Recuerda que puedes lidiar con los sentimientos dolorosos. Ya sea que respire hondo e intente nuevamente, o cuente hasta 10 cuando se sienta molesto, intente practicar habilidades de afrontamiento que lo ayuden a lidiar con la frustración de una manera saludable.

Prepárate para la frustración

Como cualquier otra habilidad, la tolerancia a la frustración requiere práctica. Comience con pequeños pasos y trabaje en la práctica de las habilidades. Haga intencionalmente algo que sea un poco frustrante, como resolver un rompecabezas difícil o esperar en una fila larga. Durante la exposición, utilice métodos de afrontamiento saludables.

Conclusión

Como psicólogos profesionales, entendemos que la frustración es una emoción común que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Es natural sentirse frustrado cuando las cosas no salen como lo esperábamos o cuando nos enfrentamos a obstáculos o dificultades.

Sin embargo, es importante comprender que nuestras respuestas emocionales a la frustración pueden tener un gran impacto en nuestra salud mental y bienestar. Algunas personas pueden sentirse abrumadas por la frustración y responder de manera agresiva o violenta, mientras que otras pueden sentirse impotentes y deprimidas.

Es crucial aprender a manejar nuestras emociones de manera saludable y efectiva cuando experimentamos frustración. Esto puede incluir técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, hablar con alguien de confianza sobre nuestros sentimientos y buscar soluciones creativas para resolver nuestros problemas.

Además, es importante tener una perspectiva realista y aceptar que a veces las cosas no salen como lo esperábamos. En lugar de enfocarnos en nuestros fracasos o errores, es mejor centrarnos en nuestras fortalezas y encontrar nuevas formas de superar nuestros desafíos.

En resumen, la frustración es una emoción común que todos experimentamos, pero nuestras respuestas emocionales a la frustración pueden tener un gran impacto en nuestra salud mental y bienestar. Aprender a manejar nuestras emociones de manera saludable y efectiva puede ayudarnos a superar los obstáculos y a encontrar soluciones creativas para nuestros problemas. Como psicólogos profesionales, estamos comprometidos a ayudar a las personas a manejar sus emociones de manera efectiva y a alcanzar una vida más saludable y feliz.

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