En una relación de Pareja, hay momentos en los que todo parece ir sobre ruedas. Sin embargo, hay otros momentos en los que las cosas se vuelven complicadas y empiezan las dudas: ¿Seguimos o no en la relación de pareja actual? Es una pregunta difícil de responder, pero en este artículo te brindaremos algunas claves para que puedas evaluar tu situación y tomar la mejor decisión.

Cuando comenzamos una relación, siempre queremos que sea para siempre, pero la vida nos enseña que las cosas no siempre son tan fáciles como parecen. Hay momentos de felicidad, pero también hay momentos de incertidumbre, que nos llevan a cuestionarnos si debemos seguir o no en la relación actual. ¿Te encuentras en esta situación? Sigue leyendo, ¡este artículo es para ti!

Introducción

Cuando las cosas no van bien en una relación, es normal que empiecen a surgir dudas sobre si debemos seguir adelante o no. Si te encuentras en esta situación, no te preocupes, no estás sola. Las relaciones son complicadas, pero si se manejan bien, pueden ser una fuente de felicidad y crecimiento personal. En este artículo, hablaremos sobre algunas claves que te ayudarán a tomar la mejor decisión para ti y para tu relación.

Analiza la situación

Lo primero que debes hacer es analizar la situación actual de la relación. ¿Qué está pasando? ¿Cuáles son las causas de tus dudas? ¿Es un problema puntual o algo que lleva sucediendo desde hace tiempo? Responde a estas preguntas con sinceridad y reflexiona sobre la situación actual. Muchas veces, nuestras emociones nublan nuestro juicio y es necesario tomar distancia para poder ver las cosas con claridad.

Habla con tu pareja

Si tienes dudas sobre la relación, lo mejor que puedes hacer es hablar con tu pareja. Comunica tus preocupaciones, miedos y sentimientos. Es importante que ambos estén en la misma página y sepan lo que el otro está pensando. Una buena comunicación es la base de cualquier relación sana y duradera. Además, al expresar lo que sientes, puedes encontrar soluciones juntos para superar los obstáculos.

Evalúa si la relación es sana

Una relación sana se basa en el respeto, la confianza, el compromiso y la comunicación. Si estos pilares no están presentes en tu relación, es probable que tengas motivos para preocuparte. Evalúa si la relación es sana y si ambos se esfuerzan por mantenerla así. Si no es así, es necesario que reflexiones sobre si seguir adelante o no.

Si tiene dudas sobre quedarse o dejar una relación, es importante tomarse un tiempo para describir la historia de su vida en pareja.

Como terapeuta de pareja y familia, cultivo cada día mi esperanza en el #poderdelasrelaciones, en la energía que puede nacer entre dos personas conectadas no solo emocional y mentalmente, sino también conductual y espiritualmente. Y creo firmemente que nada nos puede dar más satisfacción personal que una interacción diaria basada en el respeto, la confianza y el apego con un alma dispuesta a asumir el mismo compromiso.

Pero, en la misma medida, admito que no podemos lograr este tipo de relación con cualquiera y en cualquier momento. Porque, como todas las cosas que forman parte de nuestra vida, las relaciones también tienen fecha de caducidad. Si no los gestionamos de forma consciente, acaban siendo «consumidos» prematuramente y si no comprendemos esto, nuestra salud puede sufrir consecuencias bastante graves. Porque, así como una relación funcional nos ayuda a experimentar lo que significa ser “el cielo en la tierra”, una basada en la crítica, el desprecio, la vergüenza y el rechazo nos hace sentir las llamas del infierno. Así, considero que también es nuestra responsabilidad conocer y reconocer aquellas interacciones sobre las que podríamos decir que “en un consumo excesivo dañan gravemente nuestra salud”. Lo creas o no, por suerte hasta 2015, la ciencia relacional ha evolucionado lo suficiente como para saber que el amor no es una simple lotería ni para poder tener indicadores, científicamente avalados, sobre cuándo es necesario poner fin a una relación. Así, John Gottman -uno de los renombrados investigadores de las relaciones interpersonales- identificó, en su laboratorio en los Estados Unidos de América, cuáles son las dimensiones a partir de las cuales podemos predecir con gran exactitud la vitalidad de una relación.

Estas dimensiones se correlacionan con las respuestas que los miembros de una pareja dan a una serie de preguntas sencillas sobre su pasado relacional: ¿Cómo os conocisteis y cuál fue la primera impresión? ¿Qué recuerdas de la primera cita? ¿Qué les gustaba hacer juntos? ¿Cómo ha cambiado la relación con el tiempo? ¿Cómo fue vivir en esta relación? ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles vividos juntos? Estas son solo algunas de las preguntas clave de una entrevista para evaluar el funcionamiento relacional a través de la cual los investigadores pudieron resaltar los factores que definen una relación sana y una patológica.

Esto es lo que muestran los estudios realizados por la reconocida experta en relaciones cuando se trata de las historias de pareja que tenemos respecto a las relaciones íntimas en las que nos desenvolvemos:

1. Ternura y admiración  – Los integrantes de una pareja sana tienen en sus respuestas una serie de informaciones con referencia directa al amor y al respeto, y en su relato relacional se puede encontrar calidez, afectividad, humor, empatía y piropos espontáneos. Mientras que las relaciones enfermizas se definen por historias donde la ternura y la admiración están muertas, los socios recuerdan solo los momentos negativos en la historia de la relación y sus respuestas están definidas por el cinismo, el sarcasmo y la crítica.

2. Nosotros contra yo  : las parejas que pueden hablar en plural y que no son tímidas para usar palabras como «nuestro»; «para nosotros»;  muestran un mayor nivel de salud, en comparación con aquellos en los que los compañeros prefieren contar la historia en la primera persona del singular «yo»; «mío»; «en mi mente…». Este indicador parece estar estrechamente relacionado con el nivel de satisfacción, cuanto más a menudo una pareja usa el plural, más saludable es la conexión entre los dos.

3. Disponibilidad para la relación  : se invita a las parejas a dibujar un círculo, que segmentan según los aspectos de la vida que son importantes para los dos. Cada campo (por ejemplo, trabajo, crianza, tiempo libre, relación, etc.) se segmenta según la cantidad de tiempo invertido. Y el porcentaje de tiempo dedicado a la pareja es otro indicador de vitalidad relacional.

4. Propósito y significado – las parejas cuyas relaciones están definidas únicamente por el caos y los conflictos, parecen discutir innecesariamente, porque se pierden en la red de interminables discusiones y reproches. La comunicación entre ellos se bloquea y la distancia emocional aumenta después de cada discusión. Estos socios no tienen planes comunes ni significado relacional. Las relaciones funcionales tampoco se definen sólo por la armonía y el placer, pero cuando hablan de las dificultades de la vida, los socios se relacionan con ellas de manera victoriosa: “estamos orgullosos de haber superado ese escollo…”; «ayudó que tiramos en la misma dirección y nos apoyamos mutuamente»… Transformaron los desafíos de la vida en contextos de cercanía emocional y aumentaron la intimidad y la confianza relacional.

5. ¿Una cadena de decepciones o satisfacciones?  La decepción ocurre cuando los socios describen a través de su historia que «la relación no fue lo que pensé que sería». Recuerdan momentos de depresión, desesperanza, desilusión y mucha soledad. No recomiendan el matrimonio y hablan de ello como algo que debe evitarse. La salud de la conexión entre ambos se define por innumerables momentos de satisfacción relacional, a través de los cuales los socios agradecen lo que han construido juntos en términos relacionales.

Así, para evaluar el nivel de salud relacional o si tienes dudas sobre mantener o dejar una relación, es importante tomarse un tiempo para describir la historia de tu vida en pareja.

Después de haber reunido sus recuerdos, analice la historia de acuerdo con las cinco dimensiones descritas anteriormente. Entonces eliges lo más conscientemente posible si te quedas y cambias por el bien de la relación, si te quedas y aceptas que ciertas cosas no se pueden cambiar, si terminas la relación y sigues adelante individualmente, o si permaneces indiferente, asumiendo así tu contribución directa al proceso de enfermedad.

Conclusión

En definitiva, si te estás cuestionando si seguir o no en la relación de pareja actual, es importante que analices la situación, hables con tu pareja y evalúes si la relación es sana. No hay una respuesta única para todos, cada situación es única y solo tú puedes decidir lo que es mejor para ti. Lo importante es que tomes la decisión con calma, reflexionando y siendo sincera contigo misma y con tu pareja. Recuerda que una relación sana puede ser una fuente de felicidad y crecimiento personal, pero también es necesario trabajar en ella y superar juntos los obstáculos que se presenten.