La retroalimentación es un aspecto fundamental en la vida de cualquier persona. Desde que somos pequeños, recibimos críticas constructivas que nos ayudan a Mejorar en distintos ámbitos. Sin embargo, no siempre es fácil aceptar las opiniones de los demás. Muchas veces, nos sentimos atacados o heridos por las críticas, lo que nos lleva a rechazarlas y a no aprender de ellas. En este artículo, te explicamos cómo puedes dar y recibir lecciones de retroalimentación de Manera Efectiva para mejorar tu desempeño en cualquier área de tu vida.

¿Te ha pasado alguna vez que recibes críticas y te sientes atacado o herido? ¿No sabes cómo dar retroalimentación sin herir a los demás? En este artículo, te damos las claves para dar y recibir lecciones de retroalimentación de manera efectiva para mejorar tu desempeño.

Introducción:

La retroalimentación es un proceso que nos permite mejorar en diferentes ámbitos de nuestra vida. Ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones personales o en nuestras habilidades deportivas, recibir críticas constructivas nos ayuda a crecer y a mejorar. Sin embargo, muchas veces nos cuesta aceptar las opiniones de los demás, ya que las percibimos como un ataque personal. En este artículo, te enseñamos cómo puedes dar y recibir lecciones de retroalimentación de manera efectiva para mejorar tu desempeño.

¿Qué es la retroalimentación y por qué es importante?

La retroalimentación es un proceso en el que una persona recibe información sobre su desempeño de otra persona o de un grupo de personas. Esta información puede ser positiva o negativa, y tiene como objetivo ayudar a la persona a mejorar su rendimiento. La retroalimentación es importante porque nos ayuda a identificar nuestras fortalezas y debilidades, y nos permite tomar medidas para mejorar nuestro desempeño.

¿Cómo dar retroalimentación de manera efectiva?

Dar retroalimentación de manera efectiva no es fácil. Muchas veces, nos sentimos incómodos al tener que decirle a alguien que está haciendo algo mal. Sin embargo, es importante recordar que la retroalimentación debe ser constructiva y no destructiva. Para dar retroalimentación de manera efectiva, sigue estos consejos:

1. Sé específico: En lugar de decir «lo estás haciendo mal», señala el problema específico y explica cómo puede mejorarse.
2. Sé objetivo: Habla de los hechos y evita juzgar a la persona.
3. Sé empático: Trata de ponerte en el lugar de la persona y comprende su situación.
4. Sé claro: Asegúrate de que la persona entienda claramente lo que se espera de ella.

¿Cómo recibir retroalimentación de manera efectiva?

Recibir retroalimentación de manera efectiva también es importante. Muchas veces, nos sentimos atacados o heridos por las críticas, lo que nos lleva a rechazarlas y a no aprender de ellas. Para recibir retroalimentación de manera efectiva, sigue estos consejos:

1. Escucha con atención: Presta atención a lo que la otra persona está diciendo y evita interrumpir o defender tus opiniones.
2. No te tomes las críticas de manera personal: Recuerda que la retroalimentación tiene como objetivo ayudarte a mejorar, no atacarte personalmente.
3. Pide clarificación: Si no entiendes algo o necesitas más información, no dudes en preguntar.
4. Agradece la retroalimentación: Agradece a la persona por tomarse el tiempo de darte su opinión y por ayudarte a mejorar.

Hay muchos que afirman que no les importa lo que piensen los demás, pero las personas son interdependientes entre sí. Sin darnos cuenta, filtramos la información que recibimos de los demás. Parece que la forma en que respondimos a nuestros primeros gestos, desde la infancia, influye en la forma en que esperamos ser percibidos por quienes nos rodean. Los padres son los primeros en sembrar en sus hijos la base del sistema de valores al que se referirán, como adultos, cuando formen su propia imagen. Ya sea que nos guste admitirlo o no, anhelamos el aprecio y el aprecio de nuestros compañeros. Pedimos opiniones y buscamos apreciación. Cuando se satisfacen estas necesidades, nos sentimos bien.

“ Los humanos somos seres sociales. Venimos a este mundo como resultado de las acciones de otros. Sobrevivimos gracias a los demás. Nos guste o no, hay pocos momentos en la vida en los que no nos beneficiamos de las acciones de los demás. Por lo tanto, no sorprende que gran parte de nuestra felicidad surja en el contexto de nuestras relaciones con los demás.”  —  Dalai Lama

Tomamos retroalimentación y damos retroalimentación. Pero, ¿qué significa realmente la retroalimentación? Literalmente, significa opinión. En psicología, es un término utilizado para denotar la información sobre nosotros mismos que obtenemos del entorno. Él es, en efecto, verdadero alimento, en el sentido de que enriquece y guía nuestra acción. El papel de la retroalimentación es motivar al receptor, y la falta de retroalimentación puede conducir a la pérdida de motivación.

La retroalimentación positiva suele ser agradable, pero la retroalimentación negativa siempre es útil , dice el psicólogo  Christophe André.

La retroalimentación permite que el otro reciba una respuesta a su acción. Si estamos en condiciones de dar una retroalimentación negativa, es bueno utilizar el  principio del sándwich , es decir, insertar la retroalimentación negativa entre las apreciaciones positivas. Al hacerlo, desestresamos el ambiente y nos aseguramos de que el interlocutor permanezca en un estado mental positivo al final de la conversación.

“ La retroalimentación nos permite ajustar gradualmente nuestra forma de pensar y actuar en función de su información. Es capital en psicología, pero también en otros campos, porque cualquier fenómeno complejo en un entorno complejo solo puede lograr su objetivo a través de la retroalimentación, de ahí su importancia en las correcciones de trayectoria de las naves espaciales, así como en las existencias humanas.— Christophe Andre  .

Pero, ¿por qué la retroalimentación es tan importante para algunos de nosotros? ¿Por qué necesitamos la opinión de los demás? Para confirmar o negar lo que sabemos y para mejorar lo que tenemos. Las sugerencias de mejora que otros nos dan pueden ser extremadamente valiosas.

Lo más difícil cuando se trata de comentarios parece ser obtenerlos. No creo que haya nadie que no quiera recibir comentarios. Sin embargo, encontramos suficientes excusas para ignorarlo, evitarlo u olvidarnos de ofrecerlo. Se podría decir que puede pasar que no podamos contestar, no tengamos tiempo, queramos dejarlo para más tarde y, ocupados en otras cosas, se nos olvide. Sí, puede suceder, pero si tratamos superficialmente la necesidad de retroalimentación de la otra persona, no debemos esperar que nuestras reacciones posteriores tengan ningún valor.

Yo soy de los que necesitan retroalimentación y dar retroalimentación. Necesito entender el impacto de mis acciones y palabras. Algunos son generosos al dar retroalimentación, otros tienen problemas para expresar cualquier tipo de retroalimentación.

Cualquier comentario es mejor que ninguno, así que cuando reciba comentarios, diga «gracias». La gratitud es una de las mejores maneras de transmitir que aprecias y respetas el hecho de que te hayan dado retroalimentación.

La investigación muestra que los sujetos con alta autoestima tienden a buscar comentarios informativos más que comentarios positivos. Es más probable que busquen evaluación, mientras que los sujetos con baja autoestima buscan aprobación. Los estudios existentes muestran que la retroalimentación de los demás es un buen regulador de posibles excesos en la tendencia a valorarse e «inflar» la autoestima.

“ Prestamos atención a las opiniones y conocimientos de otras personas, y ya está. Debemos hacerlos nuestros. Somos como aquel que, necesitando un fuego, iba a pedírselo a un vecino y, encontrando uno grande y bonito, se detenía allí para calentarse, olvidándose de llevárselo también a casa. ¿De qué sirve tener el vientre lleno de carne si no digiere, si no se transforma en nosotros, si no nos llena y nos fortalece?”, escribió Montaigne en sus  Ensayos . 

Conclusión

La retroalimentación es un proceso fundamental en nuestra vida que nos permite mejorar en diferentes ámbitos. Ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones personales o en nuestras habilidades deportivas, recibir críticas constructivas nos ayuda a crecer y a mejorar. Sin embargo, dar y recibir retroalimentación de manera efectiva no siempre es fácil. Es importante recordar que la retroalimentación debe ser constructiva y no destructiva, y que debemos escuchar con atención y no tomar las críticas de manera personal. Si aprendemos a dar y recibir retroalimentación de manera efectiva, podremos mejorar nuestro desempeño y crecer como personas.