Todos recordamos ese hermoso momento cuando una persona especial aparece en Nuestra vida. Al principio experimentamos momentos de atracción e incertidumbre, luego nos tomamos de la mano e intentamos juntos descubrir el significado de la palabra «amar».

El amor es como una planta que necesita agua y sol para crecer. Ella necesita tiempo, conexión y comunicación, ya veces nos olvidamos de darle estos ingredientes vitales. Nos olvidamos de mirar dentro de nosotros mismos, de ser curiosos y de querer descubrir cada día a la persona especial en nuestra vida. Nos olvidamos de hablar de nuestras necesidades, deseos, sueños y acabamos, con el tiempo, construyendo un muro a nuestro alrededor. Cualquier relación es dinámica, en constante cambio y evolución, ya veces es natural que surjan desafíos.

Motivos por lo que nos desconectados emocionalmente

La desconexión emocional es un problema común que puede afectar a cualquier persona en cualquier momento. Puede ocurrir en diferentes ámbitos de nuestra vida, como en nuestras relaciones interpersonales, trabajo o incluso en nuestra relación con nosotros mismos. A continuación, se presentan algunos motivos comunes por los que podemos desconectarnos emocionalmente:

1. Estrés: El estrés crónico puede afectar nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con nosotros mismos y con los demás. Cuando nos sentimos abrumados por el estrés, podemos desconectarnos emocionalmente como una forma de protegernos.
2. Trauma: El trauma puede tener un impacto duradero en nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con los demás. Las personas que han sufrido abuso, violencia o experiencias traumáticas pueden sentir que es más seguro desconectarse emocionalmente como una forma de protegerse del dolor y la vulnerabilidad.
3. Problemas de salud mental: Los trastornos de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental pueden afectar nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con nosotros mismos y con los demás. Las personas que sufren de estos problemas pueden sentirse desconectadas emocionalmente como una forma de evitar enfrentar sus emociones.
4. Problemas de relaciones interpersonales: Las relaciones interpersonales problemáticas, como una relación tóxica o un divorcio, pueden afectar nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con los demás. Las personas que han sido heridas en una relación pueden desconectarse emocionalmente como una forma de protegerse del dolor y la vulnerabilidad.
5. Problemas de autoestima: Una baja autoestima puede afectar nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con nosotros mismos y con los demás. Las personas con una baja autoestima pueden sentirse desconectadas emocionalmente como una forma de evitar enfrentar sus sentimientos de inseguridad y vergüenza.
6. Falta de tiempo para el autocuidado: Cuando nos centramos tanto en el trabajo, los compromisos sociales y las responsabilidades familiares, es fácil perder de vista nuestro propio bienestar emocional. La falta de tiempo para el autocuidado puede hacer que nos desconectemos emocionalmente y nos sintamos abrumados.
7. Uso excesivo de la tecnología: El uso excesivo de la tecnología, como el teléfono móvil o las redes sociales, puede afectar nuestra capacidad para conectarnos emocionalmente con nosotros mismos y con los demás. Las personas que pasan mucho tiempo en línea pueden sentirse desconectadas emocionalmente debido a la falta de contacto personal y emocional.

En resumen, hay varios motivos por los que podemos desconectarnos emocionalmente, incluyendo el estrés, el trauma, los problemas de salud mental, los problemas de relaciones interpersonales, la falta de autoestima, la falta de tiempo para el autocuidado y el uso excesivo de la tecnología. Si sientes que te estás desconectando emocionalmente, es importante buscar ayuda y apoyo para abordar los problemas subyacentes y aprender a reconectarte emocionalmente con los demás y contigo mismo.

John Gottman , Harville Hendrix , Helen LaKelly Hunt , Sue Johnson son solo algunos de los amados autores que han buscado comprender el apego y cómo nos relacionamos como pareja, dedicando décadas de investigación al tema. Concluyeron que una de las experiencias más dolorosas y desafiantes para una pareja es el distanciamiento emocional. El distanciamiento emocional se produce, la mayoría de las veces, por la falta de comunicación de las propias necesidades y sentimientos. Por ejemplo, si deseáramos pasar más tiempo con nuestro ser querido, pero esto no sucede, nos sentimos desatendidos de una forma u otra, y en lugar de comunicarle nuestra necesidad a nuestra pareja y decirle cómo nos sentimos en esta situación, terminamos cerrándonos en nosotros mismos y distanciándonos emocionalmente.

La forma en que respondemos en tales situaciones está estrechamente relacionada con el tipo de apego que desarrollamos cuando éramos niños. Si, por ejemplo, tenemos un apego seguro, cuando se produce la desconexión emocional, tendemos a abordar el tema abiertamente y sabemos que la otra persona estará ahí para nosotros. Si, por el contrario, tenemos un apego evitativo, podemos acabar construyendo un muro a nuestro alrededor y aislándonos por el dolor que sentimos.

El patrón de comportamiento aprendido en la infancia se activa cuando nos sentimos vulnerables en nuestras relaciones amorosas, y Melissa B. Moser et al. demuestra, en un estudio publicado en 2016, que tales comportamientos e, implícitamente, las emociones y pensamientos que se activan en este tipo de situaciones pueden modificarse en la edad adulta. Usando mediciones longitudinales, los autores rastrearon el impacto de la terapia centrada en la emoción en la relación de apego de 32 parejas. Observaron una disminución de la ansiedad y la evitación y un aumento del apego seguro y la satisfacción con su propia relación de pareja después de las sesiones de psicoterapia.

Pero, ¿qué podemos hacer cuando nos sentimos emocionalmente desconectados?

Como psicóloga, no creo que haya soluciones universales, porque cada persona y cada pareja es diferente, pero elijo compartir un ejemplo personal. Cuando me desconecté emocionalmente y comencé a construir ladrillo a ladrillo esa pared de la que hablaba arriba, en un avión que tardaría muchas horas en llegar a mi destino, con el monitor frente a mí sin funcionar, la persona especial en mi vida dijo : «Dame la mano y hablemos».

Según la teoría polivagal de Stephen Porges, cuando nos sentimos desconectados, nuestro sistema simpático se activa y entramos en un estado de «lucha o huida». Estando en este estado, percibimos la relación y la pareja como una amenaza para nosotros y queremos defendernos. En este contexto, nos resulta muy difícil prestar atención al otro y escucharlo. Por el contrario, cuando nos sentimos conectados y seguros, se activa el complejo vagal ventral, parte del sistema parasimpático.

Conclusión

Los gestos afectivos, como cuando abrazamos o tomamos la mano de alguien, aunque nos hagan sentir vulnerables y expuestos, al mismo tiempo nos ayudan a reconectarnos con el otro, a sentirnos emocionalmente conectados y seguros. En este momento, nos abrimos a responder las preguntas de nuestra pareja y hacer preguntas, nos sentimos seguros para explorar nuestras propias emociones y pensamientos y comunicar nuestras necesidades. Vulnerables, expuestos, pero rodeados de calidez y sin juicio, podemos hablar de nuestro miedo a ser rechazados, solos, imperfectos o insuficientes para el otro.

Estos momentos de aprendizaje y maduración son muy valiosos para una pareja. Nos ayudan a derribar el muro personal y colocar otro ladrillo para construir los cimientos de nuestra relación. Estos momentos nos recuerdan lo importante que es darle a nuestra relación los ingredientes que necesita, la conexión, la comunicación y la curiosidad para descubrir siempre a la persona especial en nuestra vida.